Economía
Rebaja de la previsión de crecimiento en Andalucía
El Observatorio Económico estima para 2022 un aumento del PIB del 5,5%, insuficiente para alcanzar los niveles previos a la pandemia
El Observatorio Económico de Andalucía (OEA) ha revisado sus estimaciones de crecimiento y ha actualizado a la baja su previsión para 2021, con un aumento del PIB regional en el 5,0 % y un mantenimiento del 5,5 % para 2022, insuficiente para alcanzar los niveles previo a la pandemia, lo que se aplaza a 2023.
Este observatorio, con la colaboración de la Fundación Cámara, hizo público ayer el informe «Economía andaluza. Tercer trimestre de 2022» en una presentación en formato virtual con su presidente, Francisco Ferraro, y el de la Cámara de Comercio de Sevilla, Francisco Herrero. Según el informe, se prevé que siga el proceso de recuperación de la economía andaluza, aunque a menor ritmo a corto plazo y con más intensidad en la segunda mitad del próximo año, cuando el impacto de los fondos de europeos puedan contribuir de forma significativa al crecimiento.Todo ello, explicó Ferraro, bajo los supuestos de que el aumento de la inflación y los problemas de suministro no se intensifiquen y se mantengan solo hasta la primera parte de 2022, y que la evolución de la pandemia por la Covid-19 no exija medidas que restrinjan la movilidad y la actividad.
El OEA insiste en que, en ese escenario de incertidumbres, es previsible que la economía andaluza reduzca por tanto a corto plazo su ritmo de crecimiento, mientras persistan los desequilibrios entre la oferta y la demanda. Los elevados niveles de ocupación ya alcanzados ponen además límites al aumento de consumo de los hogares por la vía de la creación de empleo, y el crecimiento de los precios contendrá adicionalmente las decisiones de gasto.
Tampoco es previsible que la aportación del consumo de los no residentes a la demanda agregada sea significativa en los próximos dos trimestres, mientras que el consumo público irá limitando gradualmente sus efectos contra cíclicos, dados los registros históricos alcanzados por el empleo en las administraciones públicas.
Desde la perspectiva de la oferta, la industria continuará afectada por los precios de las materias primas y de la energía y por las demoras en la distribución, por lo que no se espera que aumente su contribución a la formación del PIB.
La construcción moderará también las elevadas tasas de crecimiento anteriores y, en el sector servicios, se mantendrá la dinámica expansiva de las actividades con mayor recorrido hasta la recuperación, como la hostelería, el comercio, los transportes o el entretenimiento. Asimismo, continuará la favorable evolución de los otros servicios que tomaron impulso al abrigo de la pandemia, como los sanitarios, las tecnologías de la información y las comunicaciones o la investigación.
Por otra parte, en cuanto al tercer trimestre de este año, según la estimación del Indicador Sintético de Actividad de Andalucía del Observatorio Económico de Andalucía (IOEA), la economía andaluza experimentó un crecimiento intertrimestral del PIB del 2,2 %, dos décimas más que la estimación del INE para el PIB español. Con esta tasa, el crecimiento del IOEA para el tercer trimestre de 2021es del 3,1%, superando en cuatro décimas al estimado por el INE para España.
La menor incidencia sanitaria en permitió continuar con la relajación de las medidas restrictivas, lo que favoreció el crecimiento económico, aunque a un ritmo de recuperación más moderado.
El consumo de los hogares frenó su dinámica expansiva por el menor crecimiento de los salarios y por el progresivo aumento de los precios, que alcanzó en septiembre una tasa del 4,1 %, una décima más que en España, y que tuvo un mayor crecimiento diferencial en Andalucía en vivienda y energía (16,7 % y 14,5 %, respectivamente) y en los transportes (10,1 % y 9,8 %).
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