Historia

La ciudad ceremonial romana que fundó Escipión, cuna de dos emperadores y candidata a Patrimonio de la Humanidad

La candidatura española, elegida por las comunidades, será presentada ante la Unesco en febrero de 2026

Vista de Itálica
Vista de ItálicaJunta de Andalucía

Itálica pide paso. A sus pies, 23 siglos nos contemplan. La propuesta de candidatura de Itálica a la declaración de Patrimonio Mundial nació en el verano de 2014, basándose en el papel de este asentamiento como «ensayo» del proyecto político de la antigua Roma. Se trata de la primera ciudad creada por Roma fuera de la Península Itálica y cuna la cuna de los emperadores Trajano y Adriano. La idea original era intentar que la Unesco debatiese la candidatura en 2017 en su comité de Patrimonio Mundial, coincidiendo con el 1.900 aniversario de la muerte de Trajano y de la llegada al poder de Adriano, ambos procedentes de Itálica. Itálica, ciudad ceremonial, es la nueva candidatura elegida por el Consejo de Patrimonio Histórico para formar parte de la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. La candidatura española, elegida por las comunidades autónomas, será presentada ante el organismo internacional en febrero de 2026 y podrá ser discutida en la siguiente reunión del comité de evaluación de la UNESCO en 2027.

La decisión ha sido adoptada hoy en la 97ª Reunión del Consejo de Patrimonio Histórico, órgano en el que participan todas las comunidades autónomas y que preside la directora general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Cultura, Ángeles Albert, celebrada en la Laboral, Ciudad de la Cultura, en Gijón el 8 y 9 de mayo.

Itálica es la primera ciudad romana fundada en Hispania ubicada en el Bajo Guadalquivir, a medio camino entre Sevilla (Hispalis) y Alcalá del Río (Ilipa). Ejemplo excepcional de proyecto de ciudad ceremonial, definida y concebida para este fin, es una ciudad consagrada a la celebración de las deidades de la civilización romana y al culto imperial.

Asentada en profundas raíces orientales, Itálica aporta un testimonio único de la convergencia de ideas, conocimientos, oficios, materiales y estilos, una expresión de la extrema conectividad cultural mediterránea que caracterizó al Imperio romano durante el siglo II, así como la culminación del proceso secular de hibridación cultural grecorromana.

El poema “A la Ruinas de Itálica” de Rodrigo Caro reza: “Esto, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora/ campos de soledad, mustio collado,/ fueron un tiempo Itálica famosa./ Aquí de Cipión la vencedora/ colonia fue. Por tierra derribado/ yace el temido honor de la espantosa/ muralla, y lastimosa/ reliquia es solamente./ De su invencible gente/ sólo quedan memorias funerales,/ donde erraron ya sombras de alto ejemplo./ Este llano fue plaza; allí fue templo;/ de todo apenas quedan señales./ Del gimnasio y las termas regaladas/ leves vuelan cenizas desdichadas;/ las torres que desprecio al aire fueron/ a su gran pesadumbre se rindieron”.

La presencia de Roma en la Bética dejó múltiples muestras de la dimensión económica, militar y de desarrollo social y cultural del imperio. Itálica representa el esplendor de un enclave con las cotas más elevadas de prosperidad.

Según el “Cuaderno del profesorado” de la Junta de Andalucía, “Itálica fue punto de referencia obligado en la conquista romana de Iberia y por ende, del Mediterráneo Occidental”. Como “primer asentamiento de cives romani de Hispania”, se distingue del resto de ciudades en Hispania. De ahí, “la munificencia con la que los emperadores oriundos, Trajano y Adriano, la embellecieron”.

“El desarrollo urbano de Itálica siguió el camino emprendido por otros asentamientos romanos, sin embargo, pasó pronto a ser el foco de la cultura del Imperio Romano durante el siglo I d.C. y principios del II d.C en el Bajo Guadalquivir. Durante decenios, los italicenses esgrimieron su vieja reivindicación de ser el núcleo tradicional del poder de Roma en la Península frente al poder económico o administrativo que pudieron presentar otras ciudades, especialmente Hispalis”, señalan los cuadernos didácticos.

La falta de estructura fue la causa de su caída “tras el reinado de sus más fuertes valedores, Trajano y Adriano”.

Las noticias de la fundación de Itálica se conocen a través de Apiano : “A partir de este momento, poco antes de la Olimpíada ciento cuarenta y cuatro, comenzaron a enviar anualmente, a los pueblos de Iberia conquistados, pretores en calidad de gobernadores o superintendentes para mantener la paz. Y Escipión, después de dejarles un ejército pequeño adecuado a un asentamiento pacífico, estableció a los soldados heridos en una ciudad que llamó Itálica. Es la patria de Trajano y Adriano, quienes más tarde fueron emperadores de los romanos. Y él partió rumbo a Roma con una gran flota. Adornada con magnificencia y repleta a un tiempo de prisioneros, riquezas, armas y un variado botín”.

El lugar elegido para la fundación de la ciudad era en pleno valle, “con fértiles tierras, cerca de un río navegable, y capaz de controlar la producción minera serrana, siendo ésta, posiblemente, la razón principal por la que fue elegido el lugar como primer asentamiento romano del Sur peninsular”. Su situación coincide con la de un lugar habitado por indígenas, lo cual era bastante normal en los primeros asentamientos romanos de la península y cuyo registro más antiguo data del siglo V a.C.

“La fecha de fundación debería coincidir con la propia de la batalla de Ilipa, es decir el 206 a.C. o como mucho los inicios del 205 a.C5”, señala la Junta .

Queda la duda del tipo de asentamiento indígena (de turdetani) que había en el enclave. Los trabajos arqueológicos pusieron de manifiesto la existencia de restos ibéricos.

Itálica es la referencia obligada de Roma en el Sur peninsular. Era un punto de disuasión contra posibles aventuras cartaginesas y freno a las incursiones lusitanas y de los deseos de independencia de los régulos indígenas.

Las excavaciones de los años 70 detectaron, al Nordeste de la “Colina de los Palacios”, “una estructura que fue interpretada como posible primer Capitolio (dedicado a Júpiter, Juno y Minerva), y que posteriores estudios ponen serios reparos a esta interpretación”.

Itálica estaba “en un punto estratégico, donde se encontraban la vía que procedía de Gades con la que, desde muy antiguo, conectaba con las zonas mineras de la Sierra Morena”.

Según Apiano, buena parte de los que decidieron quedarse serían heridos, pero la expresión “heridos”, esto es miembros que necesitaran hospitalización .

Se da por sentado que los primeros pobladores eran castrenses, licenciados mayoritariamente que se arriesgaron a quedarse en una tierra fértil.

El anfiteatro de Itálica tenía capacidad para 25.000 espectadores, uno de los mayores del imperio. Había un foso que servía para fieras y gladiadores. La Nova Urbs era un barrio con una red de abastecimiento de aguas. Contaba con las Termas Mayores. La Casa de la Exedra, Casa de Neptuno, Casa de los Pájaros o Casa del Planetario se localizan en Itálica, además de la Cada de Hilas o la Casa del Patio Rodio, así como el Traianeum o Templo de Trajano. El Teatro sigue acogiendo festivales. Las excavaciones arqueológicas se iniciaron entre 1751 y 1755. Itálica fue objeto continuado de expolio, hasta su declaración como Monumento Nacional en 1912. Los restos de la “un tiempo Itálica famosa”.

Visita al prerrománico asturiano

La celebración del Consejo de Patrimonio Histórico en Asturias ha permitido que sus miembros visiten la iglesia prerrománica de San Salvador de Priesca, en el concejo de Villaviciosa y conozcan de primera mano la intervención realizada por el Instituto del Patrimonio Cultural de España del Ministerio de Cultura para la restauración de sus pinturas murales.

Los trabajos, con una inversión de 472.501€, han permitido minimizar el avance de la degradación del conjunto y conservar sus elementos decorativos altomedievales (piedra, pintura mural y revestimientos). Estos elementos de gran valor histórico-artístico destacan por su gran calidad técnica, a pesar de haberse perdido varias capas de pintura debido a la situación de intemperie que tuvo la iglesia durante la Guerra Civil, tras incendiarse su cubierta de madera. Gracias a la actuación de limpieza se han descubierto numerosos trazos y motivos pintados inéditos, además de documentar varios grafitis incisos figurativos.

Estrategias de patrimonio cultural y sostenibilidad

El Ministerio de Cultura, además, ha presentado al Consejo de Patrimonio Histórico la reciente publicación del ‘Protocolo para la implementación de energías renovables en bienes del patrimonio cultural’ en cuya redacción han participado las diferentes comunidades autónomas, así como el inicio de los trabajos para la redacción de un protocolo de energías renovables en el paisaje cultural.

También, y siguiendo esta línea de trabajo para el desarrollo de acciones que conjuguen la sostenibilidad y el patrimonio cultural, el Ministerio ha presentado una herramienta para los gestores culturales que permitirá autoevaluar sus proyectos en relación con la sostenibilidad y buenas prácticas en este sentido.

Creada en el marco del ‘Libro Verde para la gestión sostenible del Patrimonio Cultural’, esta iniciativa está compuesta por una lista de indicadores de ámbito económico, social y medioambiental, que ofrece las claves para orientar la gestión cultural hacia una práctica más sostenible en atención a sus distintos ejes.

Además, el Ministerio de Cultura anunció el próximo encuentro del Convenio de Faro, que tendrá lugar en San Millán de la Cogolla los días 13 y 14 de noviembre. Unas jornadas en las que Ministerio, comunidades autónomas y distintos agentes sociales pondrán en común proyectos y programas cuyo objetivo es el impulso de la participación de la sociedad en la gestión del patrimonio cultural.

Patrimonio Cultural Inmaterial

Durante la reunión, el Consejo de Patrimonio Histórico ha sido informado de las distintas líneas trabajo que se están desarrollando en el ámbito del patrimonio cultural inmaterial. Por un lado, se está trabajando en las candidaturas a Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO de la jota, las alfombras florales y la navegación de vela latina en las que participan distintas comunidades autónomas, así como en la cultura del esparto, para la que se trabaja junto con Marruecos para garantizar su salvaguarda. Estos procesos, sujetos a las fases de trabajo y criterios de selección de la UNESCO, requieren de seguimiento y actualización continua.

Por otra parte, el Consejo ha sido informado de los trabajos iniciados en la protección del uso del sistema de lectoescritura braille de las lenguas españolas, así como los sistemas históricos y tradicionales de regadío, para poder declararlos Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Español.