Economía

La economía andaluza crecerá al nivel prepandemia

El Observatorio Económico Andaluz (OEA) prevé que suba un 5,5% en 2022 y la Junta, más optimista, que lo haga hasta el 6,5%

RECOGIDA FRESAS EN HUELVA
Un grupo de mujeres recoge fresas en una explotación agrícola de Cartaya, en la provincia de HuelvaJulián PérezAgencia EFE

El Observatorio Económico de Andalucía (OEA) prevé que la economía andaluza crezca un 5,5 % en 2022, en línea con lo previsto para España, y de esa forma estará muy cerca de recuperar este año el nivel de actividad previo a la pandemia. En la presentación del informe de previsiones de la economía andaluza del cuarto trimestre de 2021, el presidente del OEA, Francisco Ferraro, confirmó que el comportamiento de la economía andaluza durante la crisis sanitaria ha sido mejor que el de la española, ya que se contrajo menos en 2020 y ha avanzado más en 2021. Esto se ha debido, según explicó Ferraro, a las características propias de esta crisis y de la estructura productiva de Andalucía, ya que el sector agrícola, con mucho peso en esta comunidad, ha soportado muy bien la crisis, y también ha salido beneficiada la región de las llegadas de turismo nacional y del menor impacto de la fuerte caída del sector del automóvil.

Esta mayor velocidad de recuperación de la economía andaluza ha permitido un ligero avance en convergencia medida en PIB per capita con España, apuntó Francisco Ferraro.

Por su parte, el consejero de Transformación Económica, Rogelio Velasco, se mostró «más optimista» que el Observatorio Económico de Andalucía (OEA), que prevé que la economía andaluza crezca un 5,5 % en el 2022, y ha dicho que la Junta mantiene su previsión de crecimiento en el 6,5%. No obstante, admitió que en el momento actual «no es nada fácil hacer previsiones». «En situaciones de normalidad es relativamente fácil realizar previsiones para un año entero, pero con la volatilidad tan grande que hay en los mercados a nivel internacional, no es nada fácil hacer previsiones», abundó e incidió en que hay hechos que afectan incluso aunque no sean de carácter económico, como por ejemplo el conflicto entre Ucrania, Rusia, un conflicto que está «poniendo nervioso a los mercados, a los inversores, a las empresas».