Ritos y significado del Miércoles de Ceniza

Hoy es Miércoles de Ceniza y los fieles católicos comienzan a vivir la cuaresma, un tiempo de conversión y penitencia pero también de preparación para la Semana Santa. Más allá de las costumbres propias de la celebración, como el montaje de los pasos, los ensayos de costaleros o las compras de última hora para tener a punto la túnica de nazareno, la Iglesia llama en esta época a un cambio de mentalidad para acompañar a Jesús en la pasión, muerte y resurrección.

Durante las misas de hoy se bendice e impone en la frente de los fieles la ceniza hecha de las palmas bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior. La ceniza es un símbolo de humildad y le recuerda al creyente su origen y su fin: “Dios formó al hombre con polvo de la tierra” (Gn 2,7); “hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho” (Gn 3,19), según los pasajes relatados en el Génesis.

Para la ceremonia se deben quemar los restos de las palmas bendecidas, luego son rociadas con agua bendita y posteriormente aromatizadas con incienso. Durante su imposición el sacerdote pronuncia las siguientes palabras: “Acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás” o “Conviértete y cree en el Evangelio”.

Adicionalmente, la Iglesia llama a los creyentes a practicar el ayuno y la abstinencia, especialmente los viernes de cuaresma. Durante esos días se recomienda no comer carne, por lo que abundan los potajes de bacalao o la repostería típica con las torrijas y pestiños como protagonistas.