La construcción ante el abismo en Andalucía: despidos masivos y cierres por la escalada de precios

La invasión rusa en Ucrania no ha hecho más que acrecentar un problema latente desde hace meses. La escalada de precios de los materiales de construcción está asomando al sector al abismo, tanto que vaticina una oleada de despidos masivos e incluso cierres de empresas si la inflación sigue al alza. Así lo expone la patronal de la construcción en Andalucía, Ceacop, además de reclamar a las administraciones públicas «medidas urgentes» para paliar esta subida «extraordinaria, imprevisible y sostenida en el tiempo» de los costes de los materiales, combustibles y energías.

Betún, acero, madera, aluminio y cobre son los materiales que más se han encarecido, fundamentales en la construcción. «Desde mayo del año pasado venimos alertando de que esta situación podría producirse, sin que las administraciones hayan hecho nada el respecto», subraya Ceacop, remarcando que el problema «es de tal magnitud que ya existe desabastecimiento de algunos de estos insumos».

Según la patronal, las empresas «ya no pueden asumir esta subida de precios desmesurable e incontrolable». En el caso las obras públicas, las empresas fueron adjudicatarias de los trabajos en una coyuntura económica distinta a la actual. Por tanto, los precios actuales de mercado son más abultados que cuando se firmaron los contratos. En este sentido, Ceacop apunta que «numerosos» proyectos quedarán paralizados en los próximos meses. Y como muestra un botón: las infraestructuras que se adjudicaron hace apenas unos meses por un millón de euros presentan un coste de ejecución un 30 por ciento superior al importe previsto en su momento.

«Las compañías estamos financiando las actuaciones, tenemos que comprar más caro, pero nos van a pagar lo que se fijó en el precio de adjudicación. Además, sino nos retrasamos en la ejecución se nos aplicarán penalizaciones, cuando es conocido por todos que hay materiales que no están llegando», señala la presidenta de Ceacop, Ana Chocano. En este punto, plantea que, si la empresa no puede afrontar la obra, pueda negociar rescisiones de contrato «de común acuerdo» porque «no son causas imputables al contratista, sino derivadas de una situación sobrevenida».

El Gobierno aprobó el pasado 2 de marzo un Real Decreto para intentar paliar este problema, una medida que «llega tarde» y a la que se pueden acoger un número «mínimo» de contratos. La patronal exige a la Junta que articule su propio sistema de revisión, un modelo «eficaz que permita la justa ejecución de los contratos sin suponer la quiebra de las empresas». Junto a ello, plantea la posibilidad de aplicar la figura del ERTE por esta causa «de fuerza mayor», tal y como pasó con la pandemia.