Crisis

La huelga del transporte provoca más de 50 millones de pérdidas en la agricultura andaluza

Frutas y hortalizas se acumulan en la subasta ante la falta de exportaciones. La patronal almeriense llama a la calma y dice que el abastecimiento está asegurado

Diferentes mayoristas han alertado de la ausencia de algunos productos como consecuencia de la huelga de transportistas
Diferentes mayoristas han alertado de la ausencia de algunos productos como consecuencia de la huelga de transportistasQuique GarcíaAgencia EFE

El transporte mantiene paro indefinido y el campo almeriense sigue sumando pérdidas económicas y de producción cada día. Ya a principios de semana la Federación Andaluza de Asociaciones de Empresarios Comercializadores Hortofrutícolas (Ecohal) advertía que se dejan de recolectar unos ocho millones de kilos por jornada, lo que, según el gerente, Alfonso Zamora, supondría “dejar de facturar unos 6 millones de euros diarios por la falta de exportaciones”. El viernes las cifras que daba de nuevo el sector, esta vez desde Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (Coexphal), elevaban el dato aún más, hasta los 10 millones de euros de pérdidas diarias. “Transportistas, manipuladoras y agricultores están siendo abandonados, no tienen defensa por parte de las autoridades”. Afirmaba ayer Luis Miguel Fernández, gerente de Coexphal, que “esto repercute gravemente en nuestra economía, no solo para las empresas comercializadoras, sino para la de sus trabajadores. Y para los agricultores que no pueden vender su género y tienen que recoger”.

Llueve sobre mojado en la tormenta perfecta que sigue azotando el sector primario español. Dicen que hasta Mercamadrid o Mercabarna estaría llegando aproximadamente el 20% de la mercancía habitual de frutas y hortalizas. Estaría saliendo aproximadamente uno de cada cinco camiones, en algunos casos escoltados por la Guardia Civil. Y los transportistas no frenan esta caravana reivindicativa que sigue mostrando fuerza con cientos de camiones paralizando el tráfico, por ejemplo el pasado jueves en la localidad de Adra o atravesando con lentitud decenas de kilómetros de la autovía A-7. Yolanda Águila, desde la Asociación de Transportistas de Almería, Atralme-Fenadismer, señala que “las medidas puestas encima de la mesa por el gobierno son insuficientes e inconcretas. Desde la Federación Nacional de Transporte se advierte que este paro se puede alargar en el tiempo”.

Jesús Barranco, director general de Alhóndiga La Unión, se pronunciaba también por el indeterminado día después: “¿Qué va a pasar? Estamos en una situación muy compleja porque cuando esto se solucione, y no sabemos cuando será; habrá un embudo de producto en nuestras instalaciones que, ahora mismo, no sabemos si habrá capacidad de sacar”. Producción perecedera la que sale de los invernaderos que se sobrealmacena durante una semana con nefastas consecuencias económicas. “El acumulado de estos días es, ahora mismo, producto que se puede perder completamente. Tenemos pedidos que cumplir en Europa y claro que todos sufrimos las consecuencias del aumento de precio, pero este paro puede ahondar aún más la herida.”.

Al menos, empiezan a retomarse las subastas, pero es escasa y fría comercialización y venta hortofrutícola ante las pocas garantías de llegar a destino. Y ello, pese a la petición también de la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería, Coexphal, para que se garantizase la libre circulación de los productos durante los días de paro.

El gerente, Luis Miguel Fernández, no escondía que «rotundamente, esto no viene ni chispa de bien para el sector de la agricultura. Estamos pidiendo que al menos se impidan los bloqueos y que se garantice un efectivo tránsito de las exportaciones». Lo cierto es que, aunque baja el nivel de los disturbios por parte de los piquetes, que llegaron a incendiar la autovía A-7 y bloquear polígonos industriales tan importantes como la Juaida o la Redonda, la situación dista de ser normal y el polvo de calima sigue posado sobre los camiones de la agricultura intensiva, ante la falta de movimientos .

Cuestión compartida

Los camioneros piden medidas que aminoren el impacto de la subida del petróleo y esa cuestión de base es compartida con los agricultores y ganaderos que también lo sufren en el traslado a la energía, los fertilizantes y los abonos. Sin embargo, es la conveniencia del paro lo que se rechaza desde el empresariado hortofrutícola.

También el presidente de la confederación empresarial de la provincia de Almería (Asempal), José Cano, lamenta que «este paro añade má daños a los que ya vienen soportando las empresas, pequeñas y medianas. Con la subida desorbitada del precio de la energía, la escalada de los carburantes, la ola inflacionista, la invasión de Ucrania o las consecuencias de la pandemia, esto son nuevas piedras en la ya pesada mochila del campo».

Aunque la patronal almeriense ha asegurado que «no hay riesgo de desabastecimiento» y que comparte la «difícil situación que están viviendo pymes y autónomos del transporte», incide en que el tiempo perdido es el mayor enemigo de un sector enfrentado también al oportunismo de países terceros que pueden cubrir los huecos que deja en los mercados la protesta.

«Esperamos que, sin demora, el Gobierno adopte medidas urgentes y concretas, como le venimos reclamando los empresarios, para reducir impuestos y bajar el precio del combustible y de la energía».