Mesa redonda
Por un ecosistema que asegure la transición ecológica
Financiación, desarrollo de tecnologías y soluciones «integradoras», claves para un futuro más sostenible
LA RAZÓN ha reunido a empresas, entidades financieras, organizaciones sectoriales y administraciones en un ciclo de debate sobre «Transición ecológica». La primera de las mesas redondas se celebró ayer en el Restaurante Abades Triana de Sevilla para reflexionar sobre la «Energía: un futuro más sostenible y menos dependiente» con la presencia de Ricardo Rojas, consejero delegado de Commercial Aircraft en Airbus España; Ramón Gil Pérez, coordinador de Desarrollo Sostenible en Cajamar; José Miguel Ramírez, director de operaciones en Grupo Lince; Alfonso Vargas, responsable de Energía EcitySevilla y presidente del Claner (Endesa); Joaquín Borja, responsable de Empresas en Nimo Gordillo Automoción; y Rafael Carmona, presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla.
El debate energético lleva años produciéndose. En los últimos meses, la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha generado tensiones y cambios en el mercado de un sector imprescindible para la economía. El diagnóstico de Alfonso Vargas es claro: «El compromiso de Endesa con la descarbonización del lado de la generación viene de hace tiempo y tiene que ver con las consecuencias del cambio climático. Ahora bien, la situación geopolítica que estamos viviendo ha aflorado la dependencia del gas y en general de los combustibles fósiles que tenemos en España. La apuesta de Endesa es clara, se ha reforzado porque teníamos un compromiso de descarbonización total para 2050 y se ha adelantado a 2040». Por tanto, hay muchos años de trabajo y planificación detrás «para dejar el uso del gas» y «para el cierre de las centrales de carbón antes de 2027». De hecho, «en Andalucía ya no quedan centrales de carbón por cerrar porque Carboneras se cerró el año pasado y solo nos queda un ciclo combinado en San Roque. Por eso creo que el tema de reducir la dependencia de energía del exterior es uno de los leit motiv de la transición energética», apunta el responsable de Energía ECitySevilla.
Hay empresas como Nimo Gordillo que apostaron hace décadas por una movilidad menos dependiente de los combustibles fósiles. Este concesionario de coches lleva 25 años vendiendo este tipo de vehículos, en concreto desde que en el año 1997 empezó a comercializar el Toyota Prius. Desde entonces «hemos ido dando pasos adaptándonos a la demanda del mercado. A día de hoy, el mercado cien por cien eléctrico es residual y tiene el 2 por ciento del mercado total. Va muy lento». «Por ese motivo», explica Joaquín Borja, «Toyota puso la visión en crecer a través del hidrógeno». El problema es que no hay una tecnología dominante y eso ocasiona que un fabricante como Toyota «tenga más de 16 alternativas en comercialización» con el consiguiente coste de fabricación y distribución. Por ese motivo, aboga por más ayudas en vehículos eléctricos y de hidrógeno «para concentrar las ventas» y recuerda que «hay países en los que un vehículo 100% eléctrico puesto en la calle a nombre del cliente es más económico que un vehículo térmico. Aquí no ocurre eso» y ese es el freno que tenemos en este momento».
En otro ámbito, pero relacionado con la movilidad, Airbus lleva años trabajando en un sector aeroespacial sostenible y «con la ambición de liderar la descarbonización del avión comercial», explica Ricardo Rojas. Ese reto se traduce en un compromiso concreto: «Tener en el año 2035 un avión que use el hidrógeno como propulsión» –para ello trabajan con hidrógeno líquido que requiere unas temperaturas muy bajas de almacenamiento, unos 250 grados bajo cero– . Mientras tanto, el consejero delegado de Commercial Aircraft en Airbus España explica que los aviones de hoy día no tienen nada que ver con los que se utilizaban hace años, con desarrollos tecnológicos incrementales que reducen el consumo de combustible y, especialmente, el uso del SAF, los combustible sostenibles para la aviación. «Es la clave porque va a ser el puente de unión entre la tecnología que tenemos hoy y cómo seguimos desarrollando la tecnología del hidrógeno». Y avisa de que «los aviones están preparados para que podamos ponerle un 50% de combustible SAF y estamos trabajando para que en esta década pueda utilizarse el 100%». El problema, admite Rojas, «es que no hay suficiente combustible sostenible para abastecer a la flota mundial de aviones y al haber poco, es caro». Por eso reclama a las grandes compañías que apuesten por este tipo de combustible.
La sostenibilidad es otro de los grandes retos de uno de los sectores tradicionalmente más dinámicos en la economía española, como es el de la construcción. Es el caso del Grupo Lince, que tiene su raíz en constructoras convencionales que ha evolucionado hacia una construcción más sostenible, «con materiales reciclables, con una vida con un deterioro menor y menos impacto al medioambiente». Eso sí, apuesta por una solución «integradora» en lugar de que cada sector «haga la guerra por su cuenta» para poder llegar «a una solución óptima». Y en «este cambio de era», José Miguel Ramírez considera necesario una mayor implicación de la administración.
Los puertos forman parte de este proceso de transición ecológica. De hecho, Rafael Carmona, presidente del Puerto de Sevilla, explicó que existe un programa para que los grandes cruceros que están atracados no consuman combustible fósil para que no haya emisiones de CO2, llevando a los muelles conexiones eléctricas que les permitan funcionar sin esas emisiones. El problema es que hay que hacer «grandes inversiones» y que lleguen buques que tengan esa opción. Es solo un ejemplo, pero Carmona considera que hay que «encontrar el camino común para que esos cambios se produzcan».
Esa confluencia de intereses de todos los sectores incluye a las entidades financieras, que deben propiciar que el dinero fluya para la investigación y las inversiones. Ramón Gil Pérez considera que desde el Real Decreto 244/2019 por el que se regulan las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo de energía eléctrica se ha notado «un antes y un después». De hecho, Cajamar lleva analizadas más de 300 operaciones vinculadas al autoconsumo fotovoltaico en todo el territorio nacional y la propia energía que consume el grupo cooperativo proviene de fuentes renovables.
Durante la mesa redonda, todos los intervinientes pusieron de manifiesto la necesidad de apostar por un ecosistema que permita alcanzar ese futuro más sostenible. No se puede impulsar el coche eléctrico si no existen puntos de recargas suficientes; o aviones con hidrógeno si los aeropuertos no están preparados; o electrificar puertos sin barcos adecuados. Esa es una de las principales conclusiones de la situación actual que requiere fuertes liderazgos también en el sector público: «Hace falta inversión, fondos públicos, desarrollo de tecnologías para ver cuál es la que nos conviene y crear un ecosistema porque esto no se trata de diseñar un coche, un barco o un avión diferentes», resumió Ricardo Rojas.
En esa línea, el presidente del Puerto de Sevilla recordó que «la clave para el éxito está en el mercado y en qué tecnología es la que demandará el consumidor».
Por último, Alfonso Vargas se refirió a las «ECity» como paradigma del futuro porque pretende que todo esté conectado: energía, transporte, espacios urbanos o economía circular. Ese es el objetivo para un futuro cada vez más cercano.
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