Sanidad

Centros monitorizados ante el aluvión de la Covid y la gripe en Andalucía

La Consejería de Salud activa el Plan de Alta Frecuentación, que contempla la suspensión de operaciones y asistencia telefónica cuando aumenten los ingresos

Los hospitales andaluces adaptarán sus recursos en función de la afluencia de pacientes
Los hospitales andaluces adaptarán sus recursos en función de la afluencia de pacientesEduardo Briones / Europa PressEuropa Press

Ya ha llegado a España la nueva variante de la Covid BQ.1 y la gripe amenaza con expandirse ante la anunciada bajada de las temperaturas. El otoño, y sobre todo el invierno, son épocas especialmente complicadas en la sanidad pública, con un incremento de dolencias respiratorias que se traduce en una mayor asistencia a los centros de salud y hospitales. Para hacer frente a este aluvión de pacientes en las próximas semanas, la Consejería de Salud monitorizará los centros sanitarios para abordar de forma coordinada la respuesta asistencial, con un incremento de recursos humanos y materiales en los casos que se requieran. Es una de las medidas contempladas en el denominado Plan de Alta Frecuentación 2022-2023, aprobado en el Consejo de Gobierno, por lo que se controlará la afluencia no solo diariamente, sino por turnos.

En el caso de los hospitales, se tendrán en cuenta los criterios epidemiológicos, la ocupación del área de observación de la UCI y de hospitalización, la frecuentación en urgencias y el porcentaje de pacientes atendidos que ingresan en hospitalización.

Junto a ello, se establecen cuatro fases a nivel hospitalario. La primera se mantiene activa cuando el porcentaje de pacientes Covid ingresados es menor del 5% y hay un incremento menor del 10% en las urgencias durante tres días consecutivos. En esta fase «se activarán las reuniones de la comisión de seguimiento y no se emplearán recursos extraordinarios», asegura la Junta en una nota.

La fase 1 entra en vigor cuando el porcentaje de pacientes Covid ingresados se sitúa entre el 5 y el 25% y hay un incremento del 10% en las urgencias. Es entonces cuando se activan los protocolos «consensuados con las unidades asistenciales», programándose altas en cualquier turno y día de trabajo y activándose un plan de continuidad de cuidados mediante seguimiento telefónico «sin emplear recursos extraordinarios».

Cuando los pacientes Covid superen el 25% y la afluencia a las urgencias aumente hasta un 25% se activará la fase 2, con medidas como el aumento de la disponibilidad de camas o la suspensión de la actividad programada y la actividad quirúrgica no urgente u oncológica, entre otras.

En la fase 3 el porcentaje de pacientes Covid deberá ser superior al 50% y el incremento en las urgencias por encima del 25%. Además de las medidas puestas en marcha en fases anteriores «se deberán analizar los recursos humanos, adaptándolos a las franjas horarias de mayor frecuentación y reorientar a todos los profesionales a las áreas más necesitadas».

En el caso de la atención primaria las variables que se medirán son la actividad del propio centro, del servicio de urgencias y la solicitud de citas. Se fijan también cuatro fases y los sistemas de información de cada centro «detectarán los cambios de fase de acuerdo con la demanda asistencial en las 72 horas previas al día analizado».

En el primer escalón los tres indicadores deberán tener incrementos porcentuales inferiores al 15% respecto al mismo día de la semana anterior. Habrá reuniones de la comisión de seguimiento y «no se estará en la obligación del uso de recursos extraordinarios».

Se activará la fase 1 cuando haya un incremento superior al 15% en dos de los tres indicadores. Se mantendrán las reuniones de la comisión de seguimiento y no habrá recursos extraordinarios, aunque se aplicarán las medidas de vigilancia y control, «así como la detección de casos sospechosos y estudio de pacientes vulnerables o con indicación de confirmación diagnóstica».

Cuando se detecte un incremento superior al 25% en dos de los tres indicadores se activará la fase 2. El protocolo a seguir será el siguiente: se reorganizarán las agendas «de forma que se dé respuesta a una mayor asistencia telefónica y de atención domiciliaria» y se pondrán en marcha «al máximo nivel» todas las medidas de plan, «analizándose la necesidad de reforzar los recursos humanos, teniendo en consideración las franjas horarias de mayor frecuentación». En la fase 3 el incremento será superior al 35% en dos de los tres indicadores. Se activarán las medidas anteriores, junto a la disminución de la actividad de los programas de salud, la potenciación de la capacidad de los equipos, la adecuación de las derivaciones hospitalarias y el fomento de la teleconsulta. No obstante, se espera que la vacunación contra la Covid y la gripe ayude a controlar la situación.