La polémica

El conflicto entre agricultores y sector turístico en Almería se recrudece: "Faltará agua en agosto"

Organizaciones agrarias advierten de que el aumento del consumo urbano vinculado al turismo reduce a la mitad el agua desalada para riego

El conflicto entre agricultores y sector turístico en Almería se recrudece: "Faltará agua en agosto"
El conflicto entre agricultores y sector turístico en Almería se recrudece: "Faltará agua en agosto"Agencia EFE

Almería, la despensa de Europa, recibirá una inversión de 189,4 millones de euros dentro del plan de modernización de regadíos y para la realización de 12 actuaciones de las que «ocho ya se encuentran en ejecución», como aseguró la secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación, Begoña García, durante su visita a obras relacionadas con la regulación hídrica y la eficiencia energética en la comarca del Almanzora. Sin embargo, «estas últimas ejecuciones no nos aportan más agua, tienen que ver con la capacidad de almacenarla, porque Almería no tiene pantanos que funcionen», explicó Andrés Góngora, secretario provincial de COAG, recordando que «el recurso del que vamos a disponer aquí viene de la desalación» y que «aún faltan muchas infraestructuras» para que «podamos llenar con excedentes esas balsas».

«Ya hay hecha una balsa en Níjar que regula agua de la desaladora de Carboneras, hoy vacía, porque la planta no da más de sí», precisaron desde la organización agraria, ya que, en fechas de alta demanda hídrica como el verano, «están funcionando al límite de su capacidad». En este sentido, Góngora señaló que «nos siguen faltando muchas obras» y que «todas estas iniciativas que se han hecho hasta ahora son a instancias de los regantes», si bien «el dinero lo pone la Administración y nos parece bien, porque se encarga a Seiasa la ejecución de obras, contando con las máximas garantías».

Sin embargo, desde COAG Almería lamentaron que «los políticos se siguen olvidando de las vergüenzas que en materia de agua tiene nuestra provincia», pues «muy cerca de esa balsa que ha visitado el Ministerio de Agricultura en el Almanzora sigue inservible una desaladora construida en la confluencia entre una rambla y un río y que se inundó a los 15 días de su inauguración, hace ya 13 años». Mientras se trabaja en su recuperación, tras 71 millones de euros presupuestados para ello, se construye también «una segunda planta a tan solo 500 metros de la antigua». Para el secretario provincial de COAG, «lo cierto es que siguen sin arreglarse los problemas de falta de regadío y abastecimiento» y advierte: «la lentitud de la Administración está haciendo que el agua se esté convirtiendo en un negocio redondo y eso no nos gusta». Así, Góngora denunció para LA RAZÓN que la inacción gubernamental «está favoreciendo la iniciativa privada», poniendo ejemplos como la «desaladora del Mar de Alborán, donde el que invierte decide». De esta forma, «nos da la impresión de que se está abandonando otro servicio para que este tipo de inversiones privadas sean atractivas», lamentó el responsable de COAG en Almería, apuntando cómo mientras «la capacidad de la desaladora de Carboneras, que provee de agua al riego y al consumo urbano de muchos municipios del Levante Almeriense, está sobrepasada».

Y es que los recortes del trasvase y la prohibición de extraer desde los acuíferos alteró profundamente la disposición de agua en Almería, que tiene hoy en la desalación, la regeneración y el uso de los terciarios, las únicas fuentes hídricas para proveerse. De hecho, «hace 20 años, cuando se construyó la desaladora en Carboneras, ningún pueblo la quería», matizó Góngora. Ahora, «tenemos en marcha 11 de los 12 bastidores, que producen 110 millones de litros diarios de agua» y de los que «entre 60 y 70 millones de litros van para abastecimiento urbano con el turismo estival». Así, una infraestructura pensada en su día para el sector agrícola, «se está tensionando», dejando «aportes insuficientes para los cultivos en fechas claves», traduciéndose en «problemas de suministro para el riego los tres últimos años».

Por si fuera poco, la «pérdida» de «8 millones de litros de agua al año en fugas» no ayuda a paliar esta sequía.

No obstante, «la industria turística no aporta recursos, iniciativas, para que el agua no sea un problema en Almería», denunció Andrés Góngora, indicando que «no se le exige a un complejo de hoteles que aporte, por ejemplo, para una balsa» y que «cuando se diseña una urbanización en Vera y Mojácar, seguimos viendo césped con palmeras y queremos que todo eso se cubra con aguas regeneradas, como ocurre con el campo de golf de Almerimar o de Retamar».

Incluso podrían llegar más aportaciones del trasvase Tajo-Segura, «hasta 20 hectómetros, si se hubiera puesto en marcha la planta potabilizadora que ha construido la Diputación provincial y que lleva en periodo de pruebas cuatro meses», puntualizó Góngora, reiterando que «podría acabar con muchos problemas en el Campo de Níjar» y que «las soluciones siempre vienen detrás de la necesidad». En plena negociación del nuevo marco financiero plurianual de la Unión Europea, la europarlamentaria del PP, Carmen Crespo, afirmó ante los medios que «Almería no ha ejecutado ni una planta desaladora con fondos Next Generation». «Nos jugamos los próximos siete años y la agricultura de Almería no puede pagar los desaguisados de otros».