Entrevista

«El alumno siente mucho más el paso del instituto a la Universidad»

"Por cada plaza de maestro, hay cuatro personas que salen graduadas. Tendremos que darle una vuelta al sistema", señala Gómez Villamandos

José Carlos Gómez Villamandos
José Carlos Gómez VillamandosKiko Hurtado

Ante el mantra generacional de que «estamos ante la generación más preparada de la historia», el consejero de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía recurre a unos versos de T. S. Elliot: «Dónde está la sabiduría que perdimos en conocimiento, dónde el conocimiento que perdimos en información». José Carlos Gómez Villamandos (Córdoba, 1963) disecciona la máxima: «Tenemos la generación mejor formada en un contexto determinado. Evidentemente. Pero lo que sí se produce ahora, que no se producía antes, es que el alumno siente mucho más el paso del de la enseñanza preuniversitaria, del instituto, a la Universidad. Lo sufre mucho más. Y no lo sufre más porque la Universidad hace un gran esfuerzo, no en rebajar el nivel pero sí en adaptarse a unos modelos». La reflexión del consejero de Universidad viene acompañada de una moraleja: por ejemplo, en Magisterio, apenas uno de cada cuatro titulados tiene plaza. «Hay que repensar el modelo».

Redundando en la preparación de los alumnos, si llegan mejor preparados, Gómez Villamandos explicó, en una entrevista con LA RAZÓN, que «es verdad que tenemos una juventud mucho más solidaria, mucho más comprometida con el medio ambiente, mucho más responsables en factores en los que ni siquiera entraban dentro de nuestro paradigma». Igual que eso «es así», el consejero andaluz, ex rector de los rectores de España, consideró que «el sistema educativo español ha hecho que se vaya rebajando una serie de estándares».

«Se ha eliminado un factor importantísimo en cualquier sociedad y en cualquier núcleo de población, que es la competitividad y que es la memoria», señaló. «Memorizar no es ningún castigo. Memorizar es tremendamente necesario», indicó Villamandos. El consejero de Universidad recalcó que se trata de una reflexión personal, «no como Gobierno», cuando señala que «se ha enfocado mucho el sistema educativo en una serie de asignaturas desde edades muy tempranas que están muy bien pero lo que hace la arquitectura del cerebro de una persona, de un niño, en edad más temprana, son las cuatro reglas, el leer y el escribir. Entonces, hay una base», consideró.

Villamandos comentó que puede sonar «muy carca pero es verdad: cuando vas a Silicon Valley, lo que están haciendo es volver al modelo antiguo. Han quitado tabletas y pizarras electrónicas porque están viendo que la agilidad mental, esa arquitectura mental que se tiene que ir moldeando en las primeras etapas, necesita de un esfuerzo. Y la palabra esfuerzo no está mal», argumentó.

«Tienes que ir creciendo poco a poco en tu conocimiento», incidió Gómez Villamandos. El consejero de Universidad, Investigación e Innovación tiró de un ejemplo «muy gráfico»: «Tuvimos no hace mucho oposiciones de Magisterio donde se había establecido que por un número de faltas de ortografía se suspendía y se montó un ‘pollo’. ¿Cómo puede ser que un maestro tenga faltas de ortografía?», cuestionó. «Y si las tiene, la culpa no suya, es que el sistema está fallando y el sistema no falla en la Universidad. El sistema falla desde abajo, y ese desde abajo es lo que tenemos que revisar, y ahí tenemos que meter desde luego muchísima más exigencia», consideró Villamandos, insistiendo en que «exigencia no significa autoflagelarse» sino «competitividad, con momentos divertidos» para que «las personas crezcan» al formarse.

«Hay modelos educativos que están desarrollando todo eso. A veces nos ponemos a inventar sobre la educación y la cosa es mucho más simple. Evidentemente, dentro de un contexto de una sociedad que es una sociedad del bienestar en la que lo que se nos transmite y todo lo que nos llega del exterior es que todo es fácil», argumentó el consejero, que abogó por «introducir la cultura del esfuerzo, que no es mala, la competitividad, entendiendo que esa competitividad empieza por uno mismo». Es decir, «no tengo que ser mejor que aquel, yo tengo que ser mejor que ahora», explicó el consejero andaluz.

Villamandos aludió a «la corresponsabilidad, que es una palabra que no se utiliza en el contexto educativo cuando todos somos corresponsables».

«Hay que poner al profesor en su sitio, no solamente dignificándolo desde el punto económico y subiendo el sueldo y haciendo cosas que ya se están haciendo desde el Gobierno andaluz», indicó Villamandos. El consejero cuestionó, «por ejemplo, qué bolsa de frustración tenemos en gente que sale de la Universidad con el título de maestro y no va a ejercer de maestro en su vida. Por cada maestro, por cada plaza de maestro, hay cuatro personas que salen graduadas. Tendremos que pensar entre todos que a lo mejor hay que reducir eso, darle una vuelta al sistema», señaló Gómez Villamandos.

Otro de los grandes cambios en la enseñanza se está viviendo con la Inteligencia Artificial. ¿Cómo está afectando a la Universidad y a todos estos ámbitos de innovación? «La Inteligencia Artificial es como todo, bien usada y en medida es una herramienta potentísima para cualquier cosa, pero utilizada de una forma fraudulenta, de una forma que lo que va buscando es un beneficio o utilizada por persona que no tienen los conocimientos suficientes, puede llevar a situaciones complicadas», indicó Villamandos.

«Se está trabajando muchísimo el ámbito de la ética de la Inteligencia Artificial, pero tiene un problema: cualquier señor, en su casa, perdido en la sierra o en la campiña de cualquier parte de Andalucía con un ordenador, puede hacer auténticas diabluras, en el mejor de los sentidos. Con lo cual tanto la parte de la ética de la normativa y luego la parte de la supervisión y la vigilancia son tremendamente importantes», señaló el consejero.

Con todo, «es una herramienta que viene a agilizar, a facilitarnos la vida. Cosas que antes tardábamos mucho tiempo en hacer, ahora se pueden hacer muy rápido. Antes hacer una revisión bibliográfica para una tesis doctoral era ir a la biblioteca y buscar bibliografía en algo que los jóvenes ya ni conocen como son las cartas postales con su sello, la ficha, mandar a otro país, que contestaran o tener un colega en una universidad en el extranjero que sí tenía la bibliografía... Era un sistema visto desde ahora muy romántico pero tremendamente tedioso y sobre todo ocupaba mucho tiempo. Cuando llega Internet, aparecen bases de datos que agilizan muchísimo el tema. Con la Inteligencia Artificial todavía va a ser mucho más rápido», consideró Villamandos.

«La Universidad lo que tiene que hacer es adaptarse y creo que están empezando a dar pasos para ello. No es que el alumno o el profesor no utilicen la Inteligencia Artificial, sino en el caso del que tiene que supervisar el trabajo pues que tenga las suficientes herramientas y conocimientos o poner en marcha los sistemas de evaluación para que no sea un fraude», señaló el consejero de Universidad. «A mí que un estudiante al que le pida un trabajo y lo haga por IA en un tiempo récord, lo adapte un poquito, lo maquete bien y lo presente, me parece estupendo pero sería un fraude», abundó Villamandos.

«Ahora, si a esa misma persona yo le digo que me haga un PowerPoint, que lo haga él, no que lo haga la IA, y luego me lo exponga durante 10 minutos sujeto a preguntas, entonces a mí no me parece mal que el trabajo original esté hecho por la Inteligencia Artificial, porque sé que al final ha tenido que aprender», concluyó. En definitiva, «mientras que no se pierda que la función del profesor es que el estudiante aprenda, no tendríamos que tener ningún tipo de problema». Lo que lleva de nuevo a los versos del inicio del poeta británico-estadounidense, a los que el consejero José Carlos Gómez Villamandos apostilla: «Si Elliot hubiera vivido nuestra época no sé dónde hubiera llegado».