Mercado automovilístico
Los andaluces aguantan su coche más que la media
El parque automovilístico de la comunidad autónoma tiene una antigüedad de 14,3 años, con escasa adaptación verde
Durante el verano se multiplican los desplazamientos y el vehículo privado sigue imponiéndose sobre otros medios de transporte. La inflación y el elevado coste de los suministros está provocando que cada vez se invierta menos en el mantenimiento de los coches, por no hablar de la posibilidad de cambiarlo y adquirir otro nuevo. Faconauto, la patronal que integra a las asociaciones de concesionarios oficiales de las marcas automovilísticas, vehículos industriales y de maquinaria agrícola, acaba de ofrecer un dato que revela el preocupante estado del parque automovilístico andaluz: la edad media de los coches se sitúa en 14,3 años, por encima de la media nacional que alcanza los 13,9 años. «La debilidad del mercado y la consecuente crisis de matriculaciones, arrastrada desde la pandemia por los problemas de stock y un contexto de consumo desfavorable, está ralentizando el cambio de vehículo tanto por particulares y familias como por flotas y empresas, de tal forma que la calidad de parque automovilístico está empeorando», alerta la patronal.
Como consecuencia, la adaptación a los nuevos requerimientos medioambientales no se está produciendo al ritmo esperado. Según cifras de Faconauto, el 29,52% del parque automovilístico de Andalucía no dispone de ningún distintivo medioambiental que emite la Dirección General de Tráfico (DGT). Este porcentaje engloba principalmente a los vehículos más antiguos y menos eficientes –modelos de gasolina anteriores a enero de 2000 y diésel anteriores a 2006–. Por su parte, la etiqueta B –turismos de gasolina matriculados a partir de enero de 2000 y de enero de 2006 para los diésel-, así como la etiqueta C –turismos de gasolina matriculados a partir de enero de 2006 y diésel a partir de 2014–, copan el 34,87% y 32,72% del total de turismos andaluces, respectivamente.
El menor porcentaje de penetración se encuentra en las tecnologías más eficientes y en los coches más jóvenes. Así, los vehículos con la etiqueta CERO (eléctricos e híbridos enchufables) representan solo el 0,33% del parque andaluz, mientras que los etiqueta ECO (híbridos) alcanzan el 2,56%.
Para la patronal de los concesionarios, el conjunto de la cadena de valor del sector de la automoción, así como las administraciones públicas y agentes políticos, «deben colaborar y tener como eje esencial a la electrificación y a la movilidad sostenible».
Según el director de comunicación de Faconauto, Raúl Morales, «en 2024 se tiene que producir un punto de inflexión en las matriculaciones de vehículos electrificados, que pasa, necesariamente, por introducir mejoras en el Plan Moves y cambios en la fiscalidad». «Creemos esencial que desde el Gobierno central se ayude a las comunidades autónomas en la homogenización de su gestión del plan, que se busque la fórmula para que el comprador obtenga el descuento del vehículo en el mismo momento de la adquisición, que se amplíe el límite de la ayuda hasta los 65.000 euros y que se asegure su continuidad dotándolo con un presupuesto de 600 millones de euros anuales», señala.
La patronal fija como objetivo deseable los 190.000 vehículos electrificados en el próximo año 2024, con un 19% de cuota de mercado. «Para que nuestro país se acerque a los objetivos de descarbonización que establece el PNIEC, la cuota de mercado de turismos y todoterrenos electrificados tendría que incrementarse en siete puntos al año de aquí a 2030», indica Faconauto.
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