Investigación
Asocian el estrés de la guerra en embarazadas con abortos, peor neurodesarrollo y muertes
Este trabajo de un equipo de la Universidad de Granada (UGR) se basa en una muestra de 664.980 mujeres embarazadas y sus recién nacidos de diferentes países del mundo
Un equipo de investigadores ha analizado el impacto de los conflictos bélicos en los embarazos y ha vinculado el estrés de gestar durante una guerra con abortos, enfermedades infantiles y muertes antes de nacer.
Este trabajo de un equipo de la Universidad de Granada (UGR), que publica la revista International Union of Biochemistry and Molecular Biology, se basa en una muestra de 664.980 mujeres embarazadas y sus recién nacidos de diferentes países del mundo.
Para realizar el estudio, el investigador del Departamento de Enfermería de la UGR Rafael A. Caparrós González, junto a su equipo, ha desarrollado una revisión sistemática de 1.512 investigaciones.
"El período intrauterino es un momento de máxima vulnerabilidad para el embrión y feto, y los niveles de estrés materno están estrechamente relacionados con el desarrollo cerebral y del resto de órganos neonatales", ha explicado Caparrós.
En la actualidad se alcanza el pico más elevado de guerras desde la II Guerra Mundial, con 56 conflictos bélicos activos en el mundo y 92 países involucrados.
El investigador ha recalcado señala que el estrés psicológico de la madre en la gestación es capaz de atravesar la placenta y alcanzar al bebé que está formándose dentro del útero materno.
"Es un mecanismo altamente complejo y posible gracias a varias vías y todas comienzan por altos niveles de estrés durante el embarazo. El estrés psicológico materno puede alterar los niveles de diferentes biomarcadores como la hormona del estrés cortisol, o de varios neurotransmisores como la dopamina, serotonina y noradrenalina", ha añadido.
La exposición materna a guerras se asocia a trastornos a corto y largo plazo en los bebés como un riesgo mayor de prematuridad, bajo peso al nacer y un riesgo mayor de que el bebé fallezca antes de nacer.
A largo plazo, hay un riesgo mayor de que los bebés tengan alteraciones en el cerebro hasta 15 años después del nacimiento como esquizofrenia o hiperactividad, así como hipertensión arterial o un peor desarrollo neurológico que en algunos casos se vincula a trastornos del espectro autista y neurosis.