Política

El PP de Cádiz y Málaga reclaman al Gobierno inversiones prioritarias en el Campo de Gibraltar y la Costa del Sol

Ambas formaciones provinciales firman un manifiesto para proteger la que consideran "la zona geográfica de mayor pujanza económica, crecimiento demográfico y perspectivas de futuro de nuestro país"

Responsables del PP de Cádiz y Málaga han firmado un manifiesto de reivindicaciones al Gobierno de España
Responsables del PP de Cádiz y Málaga han firmado un manifiesto de reivindicaciones al Gobierno de EspañaLa Razón

El Partido Popular de Cádiz y de Málaga firmaron ayer un manifiesto para exigir al Gobierno de España que atienda «de forma urgente, como mandato del Congreso de los Diputados y por lo tanto de la soberanía popular, las medidas incluidas en la Proposición No de Ley para la Movilidad Sostenible en la Costa del Sol y el desarrollo del Eje Mediterráneo andaluz, presentada por el PP y aprobada en la Comisión de Transportes de la Cámara Baja». Una medida a la que suman, «con carácter inmediato», la aprobación de la bonificación del peaje de la autopista de la Costa del Sol Málaga-Guadiaro AP-7, fundamental para vertebrar las comunicaciones entre el Campo de Gibraltar, la Costa del Sol, y las provincias de Cádiz y Málaga en su conjunto.

La tercera reivindicación gira en torno a la «construcción de nuevos enlaces y ramales de acceso a la autopista de la Costa del Sol y Campo de Gibraltar para mejorar su permeabilidad y conectividad con la A-7 y con los municipios por los que discurre, al objeto de captar más tráfico y descongestionar la autovía; en cuarto lugar, acelerar la construcción de un tercer carril para dar mayor fluidez a la saturada A-7, con continuos atascos, en los tramos entre Algeciras y San Roque, Málaga Este-Rincón de la Victoria-Vélez-Málaga y San Pedro Alcántara-Puerto Banús (Marbella). En quinto lugar, «reformar y ampliar los enlaces de entrada y salida a la A-7», diseñados hace décadas y que constituyen uno de los principales cuellos de botella de la autovía. En sexto lugar, «comprometer inversiones y un plazo de actuaciones concreto para acometer el tren litoral» de la Costa del Sol, que debe vertebrar los más de 200 kilómetros que separan Nerja de Algeciras y atender el enorme crecimiento poblacional experimentado. Y, en último lugar, acabar con el «irresponsable agravio que suponen su bloqueo y ralentización y acelerar con carácter prioritario las inversiones y obras del tramo común de los Corredores del Mediterráneo y Central entre Bobadillay Algeciras».

El Eje Mediterráneo andaluz, con especial incidencia en las áreas de la Costa del Sol y el Campo de Gibraltar, se ha configurado en los últimos años como la zona geográfica de mayor pujanza económica, crecimiento demográfico y perspectivas de futuro de nuestro país. No existe en España un territorio similar a la conurbación de 200 kilómetros que abarca desde Nerja a Algeciras, que se comporta como una unidad funcional en muchos aspectos, y cuyos casi 2 millones de residentes comparten inquietudes, sueños y problemas.

Se trata de un sistema metropolitano de ciudades que en los últimos años ha experimentado un notable avance en su población a la vez que un sistemático abandono inversor por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, con proyectos fundamentales paralizados por la inacción del Ejecutivo socialista, que ha apostado por otros territorios para premiar a sus socios independentistas.

Este abandono ha sido denunciado en el Congreso en múltiples ocasiones por los diputados del Partido Popular, teniendo especial relevancia el reciente debate de la Comisión de Transportes y Movilidad Sostenible, que el pasado 13 de mayo aprobó, con la abstención del PSOE y sus socios populistas e independentistas, una Proposición No de Ley en la que se insta al Gobierno a tomar medidas urgentes para afrontar los graves problemas de movilidad de toda esta zona, así como reducir notablemente el peaje de la autopista Málaga-Guadiaro, la más cara de España, y poner en marcha de una vez por todas el proyecto del tren litoral entre Nerja y Algeciras, de cuya necesidad hay estudios desde mediados del siglo XIX.