Política municipal

Cuatro años y mucha y complicada tarea por delante en Cádiz

Bruno García se enfrenta a problemas como la falta de vivienda, aparcamiento o la ‘conciliación’ con la Policía Local

Bruno García, candidato del PP a la Alcaldía de Cádiz
Bruno García, candidato del PP a la Alcaldía de CádizPPPP

Con apenas trece kilómetros cuadrados de superficie de los 7.436 del total de la provincia, Cádiz, la ciudad más antigua de Occidente, tiene problemas que, si no tan antiguos como ella, llevan ahí, sin solución y agravándose, desde hace décadas. Problemas que se antoja indispensable afrontar y resolver de cara al presente y, sobre todo, al futuro. Retos a los que en los cuatro próximos años tendrá que hacer frente el Gobierno de Bruno García si, como son sus intenciones, pretende que, además de una joya histórica y cultural, Cádiz sea una ciudad atractiva para vivir, visitar, invertir e, incluso, generadora empleo.

La empresa no se antoja fácil, más aún tras ocho años de gobierno en los que Cádiz, el gobierno de «Kichi», no ha sabido o no ha podido resolver las grandes (y no tan grandes) cuestiones de una ciudad de la que, incluso, se ha puesto en solfa su sobrenombre, Tacita de Plata. Y es que temas tan de andar por casa como la limpieza, el cuidado de jardines, mobiliario urbano e iluminación serán los primeros a los que tendrá que hacer frente. Además, tal y como apuntó a LA RAZÓN antes del 28-M, no barrio por barrio, sino en «todos a la vez», desde la Alameda hasta Cortadura. Para tal fin, Bruno García ya ha dicho que tiene previsto ejecutar un plan urgente, de choque, que devuelva lustre a las calles gaditanas y que acomode un escenario, una imagen, que pretende que sea la primera piedra para ese Cádiz atractivo y de futuro que persigue. El transporte público, pieza clave en una ciudad saturada de vehículos, y el aparcamiento, con un notable déficit de plazas, serán otros de los obstáculos a salvar por la nueva Corporación municipal.

En cuanto al transporte, la hoja de ruta del nuevo gobierno popular pasa por modernizar la flota, incrementar la frecuencia del interurbano y redefinir las paradas al objeto de paliar la presencia de autobuses, de forma muy especial en horas puntas, lo que viene originando colapso en las principales vías de la ciudad. Mayor imaginación, tesón e inversión deberá poner para comenzar a dar solución al grave problema del aparcamiento; hasta ahora resuelto por la vía restrictiva (zona azul y zona naranja), castigando a los gaditanos pero, sobre todo, a quienes visitan la ciudad o vienen a diario de otras poblaciones a trabajar o comprar en sus vehículos.

La idea más ambiciosa de García en materia de estacionamiento pasa por habilitar 1.240 nuevas plazas, para lo que prevé la creación de tres grandes instalaciones; dos en altura en las inmediaciones de la Avenida de Astilleros y otra subterránea junto a la Cuesta de las Calesas, en el futuro Parque de la Muralla. Además, también contempla reducir a la mitad el precio de las zonas azul y naranja.

Pero el gran reto es la vivienda, la falta de ésta. Problema que, unido al fenómeno de los alojamientos turísticos, no ha dejado de encarecer los precios, obligando a muchas familias y jóvenes a buscar un hogar en las localidades vecinas de San Fernando, Chiclana de la Frontera, etc. Situación que, además, ha provocado otro problema como la pérdida de población y, fruto de ello, el envejecimiento de la misma. De partida, Bruno García ha dicho que quiere dejar atrás el ritmo de construcción anual de viviendas públicas del gobierno de «Kichi», entre 7 y 8, y recuperar el de los gobiernos de su mentora, Teófila Martínez, en torno al centenar. También pretende ejecutar el Plan de suelo y vivienda actual, revisar y hacer un nuevo PGOU para, en colaboración de la Junta, buscar más zonas para la construcción de nuevas viviendas e, incluso, con la herramienta de la expropiación, desarrollar un ambicioso plan de rehabilitación en el casco histórico marcan el horizonte. Unas políticas para las que habrá que reactivar la inversión frente a un gobierno de «Kichi» que centró sus esfuerzos en reducir la deuda. No menos importante será encontrar la «paz» con la Policía Local, más aún cuando uno de los objetivos de García es incrementar la seguridad, y hacer realidad ese clima de diálogo al que se ha comprometido con el resto de grupos políticos.

Impulsar el proyecto de integración del muelle con la ciudad, para lo que contará con la complicidad de Teófila Martínez (presidenta de la Autoridad Portuaria Bahía de Cádiz); hacer realidad la Ciudad de la Justicia de la mano de una Junta también popular y reconstruir el pabellón Fernando Portillo serán otro de los retos del futuro gobierno de Bruno García. Futuro ejecutivo que también ha dicho que quiere dejar su huella en la fiesta grande de la ciudad, el Carnaval, con una final más reducida, y mayores atractivos en la calle.