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Medio Ambiente

Emergencia ambiental en Tarifa: 1.200 hectáreas quemadas en un año

La costa gaditana es la más castigada por los incendios: negligencias, viento y pirómanos como grandes enemigos

Incendio en Tarifa EFE

Tarifa vive su peor año en materia de incendios forestales. En menos de doce meses, las llamas han devorado cerca de 1.200 hectáreas de su término municipal –un 3% de su territorio–, situando a este enclave del litoral gaditano en el epicentro de la crisis medioambiental que golpea a la provincia. El viento de levante, la imprudencia humana y la acción directa de pirómanos se han combinado para convertir este paraíso natural en un territorio bajo constante amenaza.

El último episodio aún activo, registrado en el paraje Sierra de la Plata el lunes, obligó al desalojo de más de 1.500 personas de hoteles, urbanizaciones y playas, y ha calcinado ya unas 300 hectáreas según estimaciones provisionales. El consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, confirmó que existen «sospechas fundadas» de que se trata de un incendio intencionado: «Mala intención, mala fe e intentos de hacer daño», declaró, pidiendo que «todo el peso de la ley» recaiga sobre los responsables.

A este siniestro se suman otros dos de relevancia. El 3 de junio de 2024, un incendio iniciado durante labores de desbroce sin las medidas de seguridad obligatorias arrasó 575 hectáreas en el Parque Natural de Los Alcornocales. Tres responsables de las empresas implicadas fueron investigados por un presunto delito de incendio forestal por imprudencia.

Y hace apenas una semana, el reciente 5 de agosto, otro incendio en el paraje de La Peña calcinó 283 hectáreas y obligó a desalojar preventivamente a más de 1.500 personas y 5.000 vehículos. En todos estos casos, las condiciones meteorológicas extremas, con rachas de levante que superaban los 50 km/h, complicaron las labores de extinción.

El balance de la campaña de alto riesgo de incendios de 2024 en Cádiz, cerrado en octubre, ya apuntaba a Tarifa como el escenario del único Gran Incendio Forestal (más de 500 hectáreas) del año en la provincia. La investigación oficial atribuye un 34% de los incendios a causas intencionadas y un 32% a negligencias, frente a un 2% de origen natural.

La magnitud del fuego en Sierra de la Plata ha provocado una ola de solidaridad en la vecina localidad de Zahara de los Atunes, donde vecinos y turistas ofrecieron sus casas, alimentos y mantas a los desalojados. El CEIP Miguel de Cervantes y la iglesia del Carmen acogieron a unas 470 personas durante la noche. «Zahara se ha volcado, es increíble», señalaba Pilar Solís, de Cruz Roja, que coordinó la atención a familias, personas mayores, niños y grupos de amigos sorprendidos por la emergencia en pleno verano.

La actuación del dispositivo del Plan Infoca, con más de 200 efectivos y diez medios aéreos, evitó que las llamas alcanzaran las viviendas. «Se salvaron las casas in extremis», reconoció Sanz. No obstante, un guardia civil voluntario resultó herido al ser atropellado durante las evacuaciones y permanece hospitalizado, aunque fuera de peligro.

La reiteración de incendios en Tarifa no solo amenaza su valioso patrimonio natural, que incluye zonas protegidas y hábitats de alto valor ecológico, sino que impacta en su economía turística y en la vida de sus vecinos. Las autoridades han anunciado el refuerzo de la vigilancia con drones, más efectivos del Infoca y un llamamiento a la colaboración ciudadana para alertar de conductas sospechosas.

«Quien prende fuego aquí destruye naturaleza, pone vidas en riesgo y atenta contra el sustento de toda una comarca», advirtió Sanz.

La asociación Ecologistas en Acción Andalucía denunció públicamente que los dos incendios declarados en Tarifa se han podido agravar por el incumplimiento de un convenio de prevención entre su ayuntamiento y la Junta de Andalucía, lo que evidencia “años de abandono forestal” en la zona. En una nota, la entidad ecologista ha asegurado que ese convenio de gestión forestal entre ambas administraciones fue firmado en 2021, pero sus medidas “siguen sin concretarse ni aplicarse de forma efectiva” y los montes donde se han registrado los incendios, de titularidad municipal, “llevan años sin recibir el mantenimiento necesario”.

La combinación de negligencias, pirómanos y condiciones climáticas extremas convierte la emergencia ambiental de Tarifa en un problema que trasciende lo local y exige una respuesta contundente.