Sociedad

La otra gran migración del Estrecho de Gibraltar

Millones de aves protagonizan su regreso a tierras africanas.

El turismo ornitológico cobra fuerza en la franja costera gaditana

El Estrecho de Gibraltar representa una de la grandes mecas mundiales a nivel de migraciones
El Estrecho de Gibraltar representa una de la grandes mecas mundiales a nivel de migracionesLa Razón

Desde hace unas semanas, quienes aún pasan unos días de descanso en las costas de Chiclana y Conil tienen el privilegio de, entre paseo y paseo, asistir a uno de los últimos pasos migratorios catalogados por la ornitología. Desde esta espectacular franja del litoral gaditano, miles de espátulas comunes (en torno a 24.000 ejemplares; gran parte procedente del Norte de Europa), dan el salto hasta tierras africanas (Cabo Espartel) tras reponer fuerzas en el Parque Natural Bahía de Cádiz y su entorno.

Descubierto dicho paso por la Sociedad Gaditana de Historia Natural en la primera década del presente siglo, esta migración, que se prolonga hasta finales de octubre, supone el prólogo del multitudinario movimiento migratorio que en estos meses tiene lugar en el entorno del Campo de Gibraltar, en el Estrecho, su mayor escenario.

Plataforma de unión entre continentes que, junto al Estrecho del Bósforo (Turquía, 30 kilómetros de distancia), es ruta de referencia migratoria de Europa para un gran número de especies, convirtiéndose en la gran «autopista», tanto por su distancia (tan solo 12 kilómetros) como por la forma en cuña del sur peninsular (favorece el paso), entre el continente europeo y África.

Conocida como postnupcial (las aves ya desarrolladas regresan a África en busca de un mejor clima y alimento), este movimiento migratorio supone estos meses un extraordinario atractivo para los amantes de la naturaleza, en general, y de la ornitología, en particular.

Así, tras el paso por el Estrecho de Gibraltar de especies como el milano negro, la cigüeña blanca, gavilán, alimoche, cernícalo vulgare y primilla, aguilucho cenizo y lagunero o abejero europeo, este mes de septiembre es propicio para el avistamiento de cigüeña negra, alimoche, águila culebrera, águila calzada, aguilucho lagunero, águila pescadora, cernícalo y alcotán.

Es ahora cuando las rapaces, que tienen gran dificultad y sufren mayor agotamiento sobrevolando el mar por su condición de planeadoras, aprovechan para cubrir un recorrido que supone un reto.

Tal y como subrayan desde la Fundación Migres, «el Estrecho de Gibraltar representa una situación estratégica para el estudio científico de la migración, al ser el punto de confluencia de las rutas migratorias entre Europa y África de 400.000 aves planeadoras (cigüeñas y rapaces) y de varios millones de aves de pequeño tamaño (vencejos, golondrinas y aviones, abejarucos, entre otros). A las que se suman unas 750.000 aves marinas».

De la trascendencia de este punto geográfico en el ámbito de las migraciones habla el Centro para la Investigación de la Migración y el Cambio Global (CIMA), localizado en Punta Camorro, a tan sólo un par de kilómetros de Tarifa (Cádiz). Instalaciones que dan cabida a científicos y estudiantes de todo el mundo interesados en el fenómeno migratorio.

En este enclave se desarrolla desde hace unos años (1997, planeadoras, y 2001, aves marinas), uno de los programas de conteo de especies e individuos migratorios más importantes y sostenibles en el tiempo de Europa, ‘Migres’. Iniciativa que es posible por la pasión y entrega de un gran número de voluntarios.

Personas gracias a las que, como apunta la fundación, en el último periodo (del 11 al 17 de este mes) «hemos contabilizado 21.610 cigüeñas y rapaces de 28 especies diferentes. Además demáximos de migración de abejeros y alimoches, últimos bandos de cigüeñas blancas y milanos negros, y un aumento progresivo de cigüeñas negras, águilas calzadas y culebreras, gavilanes y aguiluchos laguneros. Con presencia significativa de grandes águilas (especialmente imperial y perdicera) y buitres (leonados, algunos moteados y dorsiblanco)».

Unas jornadas de observación y conteo que el próximo 29, en el CIMA y con ocasión de una nueva luna llena, vivirá una cita muy especial, llamada «moon watching», consistente en contabilizar las aves cuya figura se sobrepone sobre el disco lunar.

Cabe apuntar que Cádiz, a través del Patronato Provincial de Turismo, ha incrementado su presencia en ferias ornitológicas como FIO, la más importante a nivel nacional, y, entre otras, la Global BirdFair de Gran Bretaña.

No hay que olvidar que existe un gran interés por la ornitología en el centro y norte de Europa (también viene creciendo en Estados Unidos según un estudio del Patronato) y el Estrecho de Gibraltar representa una de la grandes mecas mundiales a nivel de migraciones.

Un espectáculo más allá del interés científico

Más allá del puro interés científico, la existencia de un perfil costero desde el que se proyectan espectaculares corredores migratorios supone un atractivo más para un territorio que apuesta gran parte de su economía al turismo. Tanto es así que, de un tiempo a esta parte, vienen creciendo las ofertas de empresas ligadas a este sector (existen hoteles que realizan paquetes especiales de alojamiento para turistas ornitológicos) e, incluso, la organización de eventos ligados al mundo de la ornitología, como «Conil Vuela». Interés por el mundo de las aves que también se refleja en el aumento de grupo de otras poblaciones que están llegando a Chiclana y Conil para ser testigo del programa de observación y conteo de la espátula común, conocido como Limes Platalea. Cádiz, a través del Patronato Provincial de Turismo, ha incrementado su presencia en ferias ornitológicas como FIO y la Global BirdFair británica.