Fauna

Dos décadas del gran desafío ornitológico de la provincia de Cádiz

El proyecto «Eremita» ha consolidado la recuperación del Ibis cinco siglos más tarde de su desaparición en Europa

El Ibis Eremita ha sido objeto de un ambicioso proyecto de reintroducción
El Ibis Eremita ha sido objeto de un ambicioso proyecto de reintroducciónLa RazónLa Razón

De aspecto no muy agraciado y amante de los entornos semiáridos (su principal hábitat antes de que desapareciera de Europa fue la zona circunmediterránea), el Ibis Eremita (Geronticus eremita) se ha convertido en los últimos años en uno de los grandes tesoros ornitológicos de la provincia de Cádiz y el continente. Icono destacado de un territorio de referencia para los amantes de la observación de aves y clave en los flujos migratorios de millones de especies entre Europa y África (Estrecho de Gibraltar), han tenido que pasar más de cinco siglos para que Cádiz, su cielo, vuelva a adivinar la figura de una de esas aves que siempre ha formado parte del «Libro rojo de las aves de España» de SEO/BirdLife (está en el top diez de las aves en peligro de extinción).

Objeto de un ambicioso proyecto de reintroducción liderado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y el Zoobotánico de Jerez, con el apoyo de la Estación Biológica de Doñana, el Ibis Eremita ha ido ganando protagonismo en una franja costera (la comarca de La Janda) que ya se ha acostumbrado a su presencia y en la que ha ido escribiendo la que para muchos amantes y estudiosos de las aves son algunas de las páginas más apasionantes de la ornitología de los últimos tiempos.

Tal ha sido el avance de su recuperación que, como pueden observar hoy los turistas que veranean en Cádiz, el Ibis eremita, con su característica cara rojiza y «melena» negra, incluso, ya se puede ver posado en los carteles que, en la zona del Novo Sancti Petri, señalizan la localización de los grandes hoteles.

«Estampa turística» para la que han sido necesarias dos décadas de duro trabajo (el programa, de nombre «Eremita», se inició en 2003) y que tuvo como hito inicial la suelta de una pareja criada en cautividad y el posterior nacimiento del primer ejemplar en los impresionantes tajos de Barbate (2008).

No obstante, la presencia de predadores de huevos como el Halcón Peregrino o la Gaviota Patiamarilla, unido al fuerte viento de Levante, provocó que el Ibis decidiera migrar de este auténtico santuario de aves marinas para mudarse un poco más al interior.

El lugar elegido fue sorprendente, ya que, lejos de optar por rincones escondidos e inaccesibles, el Ibis Eremita se estableció casi a pie de carretera (A-314, dirección Barbate), entre los aromas de uno de los productos más afamados y sabrosos de la provincia, el lomo en manteca.

Su ubicación, La Barca de Vejer, en unos salientes rocosos a escasos metros del gran templo del lomo en manteca, la Venta Pinto.

Allí, en una zona húmeda en la que proliferan insectos que son parte destacada de su alimentación, el Ibis Eremita ha ido incrementando poco a poco su colonia. Tarea de consolidación de la especie a la que también han contribuido las sueltas de ejemplares jóvenes nacidos en cautividad y aclimatados en el aviario de San Ambrosio (Barbate).

Individuos nacidos en distintos zoos de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA) que participan en el proyecto «Eremita». Zoos como el Oasys MiniHollywood (Tabernas, Almería), Zurich, Besançon, Mulhouse (Francia), Halle (Alemania) y, entre otros, Budapest.

De este modo, actualmente son más de 200 los ejemplares (26 parejas reproductoras) que conforman una colonia que habita en la zona costera de La Janda, entre Barbate (Tajo), Vejer (La Barca) y Conil (Castilnovo), y en Chiclana.

Aunque ya se puede avistar en distintas zonas, el gran observatorio del Ibis Eremita se localiza en La Barca de Vejer. Allí, junto a la carretera que une los municipios de Vejer de la Frontera y Barbate, se localiza una zona de observación que fue promovida por la Sociedad Gaditana de Historia Natural y que es la única existente en el mundo para observar a esta especie en libertad desde tan cerca.

Su construcción, con apoyo económico de Red Eléctrica de España, se hizo necesario porque, debido al interés levantado por la colonia vejeriega, eran muchas las personas que acudían a dicho tramo de la carretera para observarla, con el consiguiente peligro. El Ibis Eremita no alcanza los mil ejemplares en el mundo, localizándose en mayor número en la costa atlántica de Marruecos.