Arqueología

El misterio de la lápida más antigua que atestigua en Córdoba la presencia hebrea en la época andalusí

"Esta es la sepultura de Yehudah Bar Akon de bendita memoria. Sea su espíritu con los justos", señala

La lápida hebrea de Judá Bar Abún
La lápida hebrea de Judá Bar AbúnLa Razón

La lápida hebrea de Yehudah Bar Akon es una pieza funeraria hallada en 2008 en el barrio de Zumbacón, en Córdoba y se trata de la única lápida funeraria hebrea hallada en la ciudad. Se puede visitar en el Museo Arqueológico de Córdoba y ha sido declarada la pieza del mes. "Esta es la sepultura de Yehudah Bar Akon de bendita memoria. Sea su espíritu con los justos. Murió el día sexto de la semana, día tres del mes de Kislev del año [4]606 (10 de noviembre de 845). Descanse su alma en el haz de los vivientes", reza la lápida.

La lápida se localizó en el año 2008 dentro de una cámara de combustión de un horno alfarero -que posiblemente pasó a usarse como escombrera- junto a bastante material de desecho. El horno era parte de un complejo alfarero de casi un centenar, con datación entre los siglos IX y XIII y de un cementerio islámico posterior.

A la lápida la rodea un misterio. La única tumba con diferente orientación se encuentra separada de los otros enterramientos islámicos. Se localiza a 24 metros de donde fue hallada la lápida hebrea. Su peso y relevancia invitan a dudar de que fuera trasladada sin otro motivo a la escombrera en la que fue hallada.

La lápida se halló con su texto de seis líneas en hebreo y se dató en el año 845, por lo que es una de las más antiguas de la Península Ibérica.

Está hecha de mármol dela isla de Tasos, en Grecia. Se trata de un material infrecuente en Córdoba. Como curiosidad, también se aprecia en el sarcófago de la cacería del jabalí de Calidón en Medina Azahara.

La lápida mide 21x32x2,5 centímetros. Por su parte trasera, se sabe que fue un arquitrabe romano que se reutilizo como lápida.

La Junta de Andalucía informó de que el Museo Arqueológico de Córdoba retoma, tras el parón veraniego, el ciclo La Pieza del Mes con “una de las piezas más interesantes expuestas en el museo”, la lápida hebrea de Judá Bar Abún, según informó el delegado de Turismo, Cultura y Deporte, Eduardo Lucena.

La lápida hebrea de Judá Bar Abún es la única lápida de esta comunidad hallada en Córdoba capital procedente de la barriada cordobesa del Zumbacón. La inscripción se define como la más antigua que atestigua la presencia de la comunidad hebrea en la época andalusí.

La conferencia en torno a esta pieza será impartida por José Martínez Delgado, catedrático de Lengua Hebrea en el Departamento de Estudios Semíticos de la Universidad de Granada, quien recientemente ha revisado la lectura de la lápida. Con su exposición, el profesor Martínez Delgado pretende trasladar figuradamente al público a la zona donde todas las fuentes de la época localizan la judería de Córdoba en época omeya, entre los siglos VIII y XI.

A través de las fuentes y aportaciones del experto en legua hebrea, los asistentes podrán conocer más datos sobre el origen y la desaparición de este importante arrabal cordobés y las principales noticias que nos trasmiten las fuentes árabes y hebreas de la época.

La conferencia, una actividad organizada con la colaboración de la Asociación de Amigos del Museo Arqueológico de Córdoba (AMAC), tendrá lugar el próximo 24 de septiembre, a las 13:00 horas, en la biblioteca del Museo Arqueológico de Córdoba. La entrada será libre hasta completar aforo.

El artículo "La lápida hebrea de época emiral del Zumbacón. Apuntes sobre arqueología funeraria judía en Córdoba", a cargo de la arqueóloga Isabel Larrea Castillo y del historiador del arte Enrique Hiedra Rodríguez en "Anejos de anales de arqueología cordobesa", hace un recorrido histórico por la arqueología funeraria hebrea en Córdoba. En el mismo, se cita el Fonsario de Huerta del Rey, en cuyas inmediaciones se ha situado tradicionalmente el cementerio judío del mismo nombre. Entre las sepulturas "se encontraron dos unidas con rosca de ladrillo en forma de bóveda y también en dirección a oriente. Junto a los restos humanos que contenían estas tumbas se hallaron numerosos clavos algunos de ellos con adherencias de madera. Alrededor de las tumbas había trozos de cerámica mudéjar".

Según la publicación, "rodas las crónicas tienen en común la mención a la aparición de clavos dentro de los enterramientos, relacionados con los ataúdes o parihuelas con que debieron ser enterrados los difuntos. Por el modo en que algunos de estos clavos atraviesan determinadas estructuras óseas de ciertos individuos6 , la necrópolis de Córdoba ha sido relacionada tradicional mente con otros cementerios judíos en los que han aparecido cráneos atravesados por clavos, siendo el caso más representativo el de Deza (Soria)".

El artículo también cita la lápida de Yehudah Bar Akon. Fechada en el año 845, "constituye una de las lápidas funerarias de esta cultura más antigua hallada en España". Los autores apuntan a que es posible que la lápida fuera saqueada, para explicar su localización.

Señalan los autores que "comoquiera que la lápida y este enterramiento aislado constituyen los dos únicos elementos ajenos al desarrollo genéricamente islámico del solar, parece inevitable intentar al menos ponerlos en relación. En primer lugar, parece poco probable que una lápida de esta importancia y calidad perteneciera a un enterramiento aislado. Por otra parte, a pesar de que es usual que los cementerios hebreos, una vez abandonados, fueran saqueados con el fin de reutilizar sus materiales, no tiene mucho sentido que nadie acarrease la pieza una distancia demasiado grande tan sólo para arrojarla a una escombrera. Lo cual nos hace pensar que el cementerio al que debió pertenecer no podía hallarse demasiado lejos. Aún era pronto, no obstante, para aventurarnos a suponer que nuestro enterramiento aislado pudiera formar parte del mismo".

Los autores concluyen que "la aparición de la lápida hebrea del Zumbacón ha servido para despejar algunas dudas sobre la presencia judía en el norte de la medina en época emiral y califal, y ha rescatado del olvido un buen número de conjeturas y referencias inconexas que hoy nos permiten situar la necrópolis hebrea de la época en las inmediaciones de los Santos Pintados".