Historia
¿Quién fue Tito Servio Claro, el primer "designator" de Hispania?
Era un liberto que trabajó en el teatro de Colonia Patricia, en Córdoba
La cuestión la lanzó el Museo Arqueológico de Córdoba: ¿Sabías que Tito Servio Claro era un liberto que trabajó como "designator" en el teatro de Colonia Patricia? Esta inscripción funeraria procedente la Puerta de Almodóvar de Córdoba, nos da acceso al yacimiento del teatro donde Tito Servio trabajó como acomodador", señala la institución en sus redes.
"Tito Servio Claro, liberto de Tito, acomodador. Aquí yace. Séate la tierra ligera", señala la incripción. La pieza alude al cargo de dissignator, que podría ocuparse de ordenar los festejos fúnebres, la revisión de los juegos públicos o el clásico "ocupen su localidad" de los teatros. Occupare oppidum, en latín.
El teatro jugó un papel determinante en las provincias del Imperio romano, como el cine en la actualidad, como transmisor de ideas, valores y tradiciones de Roma. Los teatros fueron clave en la romanización. Francisco Beltrán y Francisco Pina, de la Universidad de Zaragoza, señalan que pocos epitafios hispanos guardan memoria de esos puestos humildes como el de "dissignator (acomodador) Tito Servio Claro, en Córdoba, la secunda mima (segunda actriz de mimo) Cornelia Nothis, en Emerita Augusta -ambos libertos y con sus inscripciones presentes en la exposición-, el exodiarius (cantante) Patricio, en Pax Iulia (Béja), el Iyricarius (recitador al son de la lira) Cornelio Aprilis, en Aurgi (Jaén) o el mimographus (compositor de mimos) Emilio Severiano, en Tarraco".
De Tito Servio Claro sólo se conoce su lápida en la que ratifica su oficio y su condición de liberto. La lápida se expone en el museo que en su día fue el gran teatro romano de Colonia Patricia Corduba, capital de la Bética.
Según la lápida, Tito Servio Claro sirvió a finales del siglo II o durante la primera mitad del siglo III y fue esclavo de Tito, que lo liberó como liberto, tras lo que se convertiría en dissignator. La lápida fue hallada como sillar, en la puerta de Almodóvar, a tres metros y medio de altura. Tras su hallazgo se ubicó en la planta baja del museo, antes de la cripta arqueológica del teatro al que, de un modo u otro, Tito Servio Claro ha quedado ligado in aeternum."Occupare oppidum", "ocupen su localidad".
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