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Entrevista
El Banco de Alimentos de la Costa del Sol, Bancosol, es una entidad sin ánimo de lucro que nació en 1998 para recoger y almacenar los excedentes que generaba la industria agroalimentaria en la provincia y repartirlos a familias vulnerables. En 27 años han distribuido más de 90 millones de kilos de alimentos y han ayudado a que más de 1.300 personas encuentren un empleo y dejen de necesitar su ayuda. Diego Vázquez, presidente de la entidad, explica a LA RAZÓN cómo ha evolucionado la ONG, los retos que afronta y los objetivos que persigue a corto y medio plazo.
La lista es interminable, pero todo se resume en el hecho de ser una persona más que contribuye con su trabajo en la acción de dignificar a las personas.
Como no puede ser de otra manera, hacemos un balance muy bueno, sobre todo en la mejora del modelo de inclusión laboral, así como en lo que respecta a la alimentación con la inclusión de dietas ricas en proteínas y platos preparados de quinta gama sin necesidad de conservación en frío. Durante todos estos años hemos evolucionado y nos hemos adaptado a las nuevas necesidades de la sociedad, que también ha cambiado.
Nuestro deber es ir en contra de la cronificación de la situación de vulnerabilidad de las personas e intervenir para que encuentren un puesto de trabajo y se conviertan en personas libres. Hemos logrado que aproximadamente 1.300 usuarios dejen de necesitar asistencia alimentaria gracias a programas de formación y prácticas laborales.
«Nuestro deber es ir en contra de la cronificación de la situación de vulnerabilidad»
Las entidades sociales se comprometen a demostrar sus capacidades económicas y operativas. Además, los usuarios de los planes de alimentación están valorados por un técnico que ha realizado previamente un informe social o de vulnerabilidad económica. No obstante, también realizamos visitas de control para verificar todo ello.
Cambiaria el término pobreza por situación de necesidad. Pero sí, todavía no hay conciencia plena de lo que puede necesitar nuestro vecino.
«Todavía no hay conciencia plena de lo que puede necesitar nuestro vecino»
La mujer tiene un papel fundamental; es ella la que tira del carro en el hogar. Es la primera en buscar ayuda tanto pública como privada. Nuestros datos de inclusión laboral son demoledores: más del 60% de los usuarios que tienen la motivación de buscar empleo y de conseguirlo son mujeres.
Creemos que sí. Gracias a los voluntarios, despertamos el interés de los estudiantes en proponer medidas para ayudar a que no haya despilfarro de alimentos.
En nuestros 27 años de experiencia hemos distribuido más de 90.000.000 de kilos de alimentos, impidiendo que lleguen a los vertederos y evitando la emisión del CO2 vinculado a estos procesos. Nuestras campañas de captación de fondos para la compra posterior de alimentos, en lugar de recogerlos, evitan mermas y que la fecha útil del producto sea más larga cuando llega al usuario final.
La reputación que tenemos hoy en Bancosol es en gran medida gracias a las alianzas con las empresas. Hemos aprendido de sus procesos y procedimientos de gestión y lo hemos incorporado en nuestro día a día. La unión de la sociedad civil lo hace posible.
Vamos a seguir potenciando el área de inclusión laboral sin olvidar nuestra labor asistencial siempre que sea necesario.
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