Seguridad

Falta de policías y criminalidad: un lastre para Sevilla

La capital hispalense ha registrado varios tiroteos con consecuencias letales. El Ayuntamiento se planta y exige al Ministerio del Interior 400 agentes

Restos de sangre en el barrio de Palmete, en Sevilla, tras el reciente tiroteo
Restos de sangre en el barrio de Palmete, en Sevilla, tras el reciente tiroteoEfeAgencia EFE

El tiroteo ocurrido el pasado fin de semana en Sevilla, que se saldó con un muerto y dos heridos tras una brutal pela entre dos familias, ha vuelto a poner en evidencia la criminalidad y la delincuencia existentes en los barrios más desfavorecidos de la capital hispalense. Zonas alejadas del centro turístico y económico donde la pobreza y la marginalidad se extienden a causa de un cóctel explosivo de desempleo, drogas y falta de oportunidades de los jóvenes. Una situación que se agrava con el endémico déficit de policías, un mal que soportan las ciudades medias de España y que el Gobierno parece que no quiere abordar de forma decidida, a tenor de las quejas del actual equipo municipal del PP.

Los hechos son estremecedores. En torno a las 22:20 horas del sábado 9 de diciembre los vecinos de Palmete escucharon varias detonaciones. En la calle Libertad yacía un hombre de origen marroquí. Al parecer, había recibido un disparo por la espalda con una escopeta de caza del calibre 12. Posteriormente, se tuvo constancia de un herido, hermano del fallecido, que había recibido también varios disparos. Fue trasladado en un vehículo hasta las urgencias del hospital Virgen del Rocío. Literalmente lo arrojaron allí y el conductor del coche huyó. Un segundo herido también recibió asistencia en el mismo centro hospitalario, resultando detenido como autor del homicidio.

Las disputas entre clanes y el tráfico de drogas, a pequeña y mediana escala, suelen estar detrás de estos sucesos, la mayoría de ellos ocurridos en barrios con una compleja problemática social. Zonas que han ido mutando su piel, incluso su urbanismo, mientras aumentan las necesidades de sus habitantes. El barrio de Palmete se encuentra al otro lado de la ronda de circunvalación SE-30. Cuenta con casi 2.000 vecinos y en los últimos años ha venido sufriendo un cambio demográfico radical. Las familias que lo habitaban tradicionalmente se han ido desplazando a otras zonas de la ciudad y ahora sus vecinos son inmigrantes que han encontrado acomodo porque los precios de la vivienda son sustancialmente más bajos.

Puerta de una vivienda del barrio en la que se aprecia la ráfaga de disparos
Puerta de una vivienda del barrio en la que se aprecia la ráfaga de disparosEfeAgencia EFE

Este tiroteo es el último capítulo de un serial delictivo preocupante. En octubre también se registraron disparos a las puertas de una discoteca de Sevilla Este. Hubo un herido grave. En ese mismo mes tuvo lugar una reyerta tras la romería de Valme de Dos Hermanas. Un hombre fue tiroteado desde un coche que se dio a la fuga.

En Palmete, muchas familias han tenido que dejar sus casas. Es entonces cuando prolifera el fenómeno de la okupación y el alquiler de viviendas dedicadas al cultivo de marihuana. Los cortes de luz son constantes, provocando la indignación de unos vecinos que han tenido que soportar temperaturas superiores a los 40 grados este verano y sin posibilidad de enchufar un ventilador. Cada plantación consume el equivalente a 80 familias y el fraude se extiende por el barrio y otras zonas colindantes, con enganches ilegales y contadores manipulados.

Sin embargo, Andalucía no es una comunidad autónoma que lidere las tasas de criminalidad, aunque sí ha experimentado un repunte en el tercer trimestre del año. Según los datos publicados por el Ministerio del Interior, la provincia de Sevilla registró un total de 76.278 infracciones penales acumuladas entre enero y septiembre. La capital hispalense copa un total de 40.525 infracciones penales, más de la mitad, con un alza interanual del 12 por ciento. Especialmente, en la ciudad subieron un 26,1% los delitos contra la libertad sexual, con un total de 292 casos entre enero y septiembre, y los robos con fuerza en domicilios, con 824 episodios, un 25,2% más, entre otras tipologías.

El nuevo gobierno local del PP está intentando reforzar la seguridad ampliando la plantilla de policías locales, pero no todo se puede hacer con recursos propios. El pasado mes de julio aprobó la incorporación de 22 nuevos agentes y recientemente el alcalde, José Luis Sanz, anunció que en 2024 habrá otros 150. En los últimos seis años se han convocado para este cuerpo 265 plazas, a las que hay que añadir 27 de promoción interna. Sin embargo, hay que tener en cuenta una peculiaridad que añade más complejidad a la gestión de la seguridad. A mediados del pasado septiembre la juez de lo Contencioso-Administrativo número 7 de Sevilla acordó suspender las pruebas de acceso a la Policía Local de Sevilla que había convocado el Gobierno local para dar cumplimiento a la sentencia del mismo órgano judicial de repetir las oposiciones de 2012, anuladas por un presunto amaño. Este asunto viene lastrando la disponibilidad de efectivos.

Por otro lado, el Ayuntamiento viene reclamando al Ministerio del Interior la incorporación de 400 Policías Nacionales, de manera que se cubran no solamente las vacantes existentes sino también aquellas que van a producirse como consecuencia de las próximas jubilaciones. Se trata de una cifra que viene planteando el PP hace tiempo, aunque el catálogo de puestos de trabajo del Cuerpo Nacional de Policía está cubierto en más de un 90%, según apunta la Delegación del Gobierno. El problema del déficit policial está en la actualización de los catálogos que permita aumentar el tope de los efectivos o redimensionar las unidades policiales a las nuevas realidades delictivas o a las necesidades de la ciudad. En este sentido, el Gobierno local critica que Sevilla no cumple con la ratio de dos agentes por cada 1.000 habitantes y los agentes destinados a la ciudad no cuentan con los medios suficientes ni están debidamente equipados, «careciendo de medios de protección». «Es especialmente insultante el ninguneo del presidente del Gobierno, ya que hace casi un año se vendió la incorporación de 55 policías nacionales a Sevilla capital pero omiten el concepto en prácticas durante diez meses».

Entretanto, el alcalde ha tenido que echar mano de una figura en desuso: los serenos. Se trata de agentes cívicos que se dedicarán a hacer rondas para disuadir de determinadas malas conductas y ayudar a los ciudadanos, sin entrar en competencias exclusivas de los cuerpos de seguridad.

Seis barrios, entre los 15 con menos renta

La delincuencia y la criminalidad tienen su caldo de cultivo en los barrios más desfavorecidos de Sevilla. Precisamente, según los Indicadores Urbanos del Instituto Nacional de Estadística, la capital hispalense cuenta con seis barrios entre los 15 con menor renta media anual por persona de toda España. Los últimos datos vuelven a situar al Polígono Sur y a Los Pajaritos en la cúspide del ranking. El primero tiene una renta per cápita media de 5.816 euros. Los Pajaritos es la segunda zona más pobre del país, con 6.043 euros por persona. Palmete-Padre Pío, donde tuvo lugar el último tiroteo mortal, ocupa el puesto número 10, con una renta de 8.138 euros. La pobreza y las desigualdades se extienden por esta parte de la ciudad, integrada por una amalgama de barrios con problemáticas comunes.