Entrevista

«Es importante que Huelva tenga las infraestructuras que merece»

David Toscano, presidente de la Diputación onubense, defiende su gestión en su primer año: «No debemos ni un solo euro a ningún banco, después de quitar casi 45 millones de euros»

David Toscano, presidente de la Diputación de Huelva
David Toscano, presidente de la Diputación de HuelvaJulián PérezJulián Pérez

Cuando David Toscano se hizo con el bastón de mando de la Diputación de Huelva llevaba dos décadas como diputado provincial, conociendo las tripas de una provincia compleja y diversa. Era la primera vez que el Partido Popular lograba arrebatarle la Diputación al PSOE, que gobernó durante 40 años consecutivos, eligiendo al alcalde de Aljaraque para gestionar una Administración crucial para el desarrollo municipal onubense, añadiendo el reto de transformar radicalemente una institución y colocarla al servicio de los ciudadanos.

¿Cómo valora estos doce meses al frente de la Diputación de Huelva?

Pues lanzando la vista atrás debo decir que al principio tomar posesión parecía una tarea muy complicada porque quería darle una vuelta completa a la institución, pero desde el principio contamos con las ayuda de los funcionarios que se pusieron a nuestra disposición, lo que nos ha permitido sentar las bases de los que va a ser nuestra gestión en los próximos años. Partiendo de la igualdad de todos los municipios como principio básico, para que todos tengan una oficina de la Diputación cercana (se van a abrir cinco), que llegue la fibra a todas las viviendas o que haya un cajero, por mencionar algunos ejemplos. Ya se ha empezado a trabajar para que el año próximo estas iniciativas sean una realidad junto con el comienzo de otros proyectos que presentan una mayor complejidad, como la nueva sede de la Diputación con todos los servicios agrupados. Una iniciativa que además permite la recuperación para la provincia de dos edificios históricos como son la antigua estación de ferrocarriles y el antiguo colegio de ferroviarios, pero también tenemos conversaciones con el Obispado de Huelva para que otros edificios estén al alcance de todos los onubenses. No quiero tampoco olvidarme del programa de actividades culturales que ha llevado importantes conciertos a pueblos pequeños como Hinojales, la celebración del centenario de la Romería de la Peña de Alájar próximamente, además de los tradicionales Foro Iberoamericano de la Rábida o el Festival del Castillo de Niebla, que ya están consolidados.

Pese a las iniciativas institucionales, los ayuntamientos, sobre todo los más pequeños, siempre se quejan de la falta de dinero para llevar a cabo sus propios proyectos. ¿Cree que esta situación tiene solución?

Precisamente se trata de parte de nuestro día a día, de hecho este año han aumentado los fondos de concertación hasta un 25%. Aportaciones que se hacen para que ellos decidan en qué se emplea ese dinero, porque nadie mejor que un alcalde conoce dónde debe poner las cantidades que les llegan, en este caso desde la Diputación.

Hablemos de dinero: cuando el PP llegó al poder se encontraron con una deuda de más de 40 millones de euros…

Pues desde hace tres meses la cantidad que se debe es cero, se ha pagado toda la deuda en su integridad. Eso nos coloca en un punto de salida mucho más fácil para poder iniciar cualquier operación e inversión futura. Además, de cara a los ciudadanos, conseguimos dejar de dar la imagen de que esto era un agujero negro del que no se sabía ni cuánto dinero se debía. Ahora podemos decir con la cabeza muy alta que no debemos ni un solo euro a ningún banco, después de quitar casi 45 millones de euros.

No debió ser fácil empezar a trabajar con ese lastre.

Es cierto, pero contamos en la institución con un vicepresidente, José Manuel Zamora, que viene de un pueblo pequeño donde se mira hasta el último céntimo de cada factura, es una persona metódica que tenía muy claro lo que no se debía hacer. Es cierto que tenemos también a un personal técnico brillante al que no hemos visto como a un enemigo, sino que nos colocamos a su lado para sacar adelante un plan de trabajo conjunto. La Diputación primero tiene que demostrar que está saneada, en segundo lugar debemos contar con fortaleza para poder afrontar nuevos proyectos y en tercero hacer ver que no venimos ni a engordar deudas ni a tapar nada. Además de demostrar que las diputaciones son cada vez más importantes, dejamos claro que no son un agujero financiero.

Ahora en septiembre pueden explicarlo en el próximo consejo de alcaldes.

Pues se trata de una oportunidad, la verdad, porque desde el principio queríamos que los municipios nos contaran en qué había que invertir el dinero. Por eso, los grandes proyectos siempre han ido de la mano de los alcaldes, porque es fundamental escucharlos. En muchas ocasiones, los grandes planes se le ocurrían a alguien pero no se contaba con los verdaderos protagonistas. Por eso queremos en este consejo de alcaldes seguir escuchándolos, como hemos hecho en las juntas de gobierno y reuniones que hemos celebrado por comarcas. Encuentros donde escuchamos sus problemas e inquietudes, para sacar de esas iniciativas planes más grandes. Sin embargo, en muchas ocasiones nos encontrábamos con problemas comunes, como el suministro de electricidad o telefonía, por ejemplo. Ahora tenemos la oportunidad de acercarles en un mismo foro a los altos cargos de grandes empresas o cerrar encuentros con responsables de la Junta de Andalucía para encontrar soluciones a sus problemas. Ha costado bastante, pero va a ser interesante y novedoso.

Gestión y unificación de servicios, entiendo.

Es cierto que la reunificación de la Diputación va a ser el cambio más importante, pero también tomamos como nuestros los grandes proyectos de la provincia. Durante este año ha sucedido un hecho histórico, y lo digo de verdad, porque por primera vez hemos estado sentados en una mesa debatiendo durante meses administraciones, grupos políticos, organizaciones, sindicatos, asociaciones empresariales; todo el que tienen algo que decir en Huelva, para sacar adelante la Mesa de las Infraestructuras. Hemos conseguido un consenso que nos permite ir a las administraciones a reivindicar lo que nos corresponde de manera conjunta. Es importante que Huelva tenga las infraestructuras que merece, porque no crecemos a la velocidad que deberíamos teniendo en cuenta nuestra ubicación geográfica.

Una vez me comentó Fernando Rodríguez Villalobos, anterior presidente de la Diputación de Sevilla, que una de las grandezas de la política local es que los problemas de un alcalde son los mismos que los de otro de distinto signo político. Una realidad que rompe barreras ideológicas y acerca voluntades.

Absolutamente. Cuando vas a un pueblo no vas pensando si es de tu partido o no. Todos los alcaldes y alcaldesas de Huelva son verdaderos héroes. Hay muchos que no cobran y están para todo, desde poner una valla hasta barrer una calle o ponerse a montar las fiestas porque no tienen personal. Cuando vamos a visitarlos nos enteramos de su capacidad técnica y económica para prestarles la ayuda que necesiten. Mire, aquí no venimos a pelearnos o a buscar el titular de prensa, lo que intentamos es solucionar problemas. Cuando hablas con un alcalde cara a cara es distinto, además lo hacen con total confianza porque saben que nuestra intención no es conseguir un rédito político sino ayudar. No he tenido ni una mala cara ni un mal gesto en estos meses.

Problemas que en los municipios más pequeños, los de menos de 20.000 habitantes, se multiplican. ¿Ha crecido la financiación?

Pues como hemos dicho, la concertación aumenta un 25%, porque para ellos es muy importante. Se trata de un dinero «extra» que les permite realizar proyectos propios e incluso para sobrevivir. Es un instrumento muy útil y se les ha dejado una mayor libertad para justificar el gasto.

Explíqueme esto de «Huelva, gloria bendita»...

En una reunión que celebrábamos para buscar una imagen de la agencia de turismo de la provincia, trabajábamos en una iniciativa para encontrar una proyección diferente, pero al final salió un eslogan que parecía de broma pero que lo resume todo. «Huelva es gloria bendita» y eso lo sabemos nosotros y quien viene a visitarnos. Parece que no hemos sido capaces de contarlo bien. No sólo somos el jamón, las gambas y la playa, que lo somos, pero también mucho más: sierra, condado, una gastronomía maravillosa, una provincia con un 30% de su territorio con prevención ambiental. Tenemos el Guadiana, el Guadalquivir, el Tinto, el Odiel; una red de carreteras secundarias que cruzan bosques espectaculares. Por las infraestructuras, como decíamos antes, nos hemos quedado un poco atrasados y quizás por eso disfrutamos ahora de una provincia muy bien conservada, única y sin masificación.

Además, nace «bendecida» desde el primer momento por Manuel Carrasco.

No lo dudó ni un minuto y para nosotros Manuel Carrasco es el mejor embajador de Huelva. Nos hizo el regalo de realizar un pequeño concierto durante la presentación de la marca en La Rábida. Luego nos permitió ir al Santiago Bernabéu para presentar nuestra marca, lo cuál fue una experiencia maravillosa.

Recuerdo que hace un año todos estos proyectos parecían bastante lejanos y había la sensación de que el PP para transformar la Diputación de Huelva debía subir una montaña muy alta. ¿Comparte este sentimiento?

Mire, cuando llegamos nos encontrábamos en las faldas de la montaña, vimos el pico, y sabíamos que había que subir a buen ritmo con la mochila a cuestas y sin pararse. Nos hemos ido encontrando a muchos compañeros de camino que nos están ayudando y creo que es importante que se pudiera mostrar una imagen real. Para lo que sirve, lo que debe ser; por eso no nos hemos permitido detenernos porque estuviéramos cansados, sino seguir subiendo. No sé si aún estamos en el pico, la verdad, pero queremos seguir avanzando en este ritmo. Cuando lleguemos a la cima, seguro que tendremos otra que alcanzar.

A veces, el ámbito local sirve para calibrar el alcance de las peripecias de la política nacional. Desde una provincia como Huelva con tantas necesidades de infraestructuras, ¿cómo se reciben acuerdos como el cerrado entre el Gobierno y ERC?

Creo que se trata de un pacto muy injusto. El Gobierno debe repartir los recursos de una manera igualitaria, porque si uno se lleva más otros se llevarán menos. Tiene toda la pinta de que en la otra punta de España vamos a tener menos de lo que merecemos. Hay límites y mantener el poder no puede ser a costa de otros. Todos los partidos tienen derecho a llegar a pactos y acuerdos, pero no con el dinero de los demás.

Entiendo que con el gobierno de Juanma Moreno habrá un buen entendimiento, ¿no?

Pues la verdad es que nos llevamos muy bien y tenemos mucha relación con los delegados provinciales. Es muy cómodo y nos lo ponen muy fácil, pero nosotros también hemos estado cuando nos lo han pedido. Durante los meses de negociación entre el Gobierno central y la Junta por el problema del agua en Doñana, nosotros entramos en esa operación porque era fundamental nuestra participación de diez millones de euros.

Después de tantos años, ¿tendremos por fin noticias positivas desde Doñana definitivamente?

Entiendo que sí, porque después del pacto se han conseguido acuerdos para preservar el parque, pero también hay algo más importante. Se va a hablar de Doñana y de los agricultores pero no cómo los que se quieren cargar la naturaleza, sino todo lo contrario. Las personas que viven en su entorno también son responsables de que sea lo que es hoy, un espacio único. Creo que aún quedan algunos flecos por perfilar, porque es cierto que se piensa mucho en Doñana, pero tampoco puedes olvidarte de las personas que tenían una forma de vida. Todo el mundo debe estar bien con este acuerdo, pero hay muchas personas que tienen que cambiar su forma de vida y no podemos dejarles en la estacada después de que se pierde un sector productivo. Ahora bien, debemos dejar claro que aquí siempre hemos tenido mucho cuidado con el agua y muy claro que había que regar con aguas superficiales. No vale decir que los agricultores no puedan tomar agua de los pozos y no acabar la presa de Alcolea, que es fundamental para seguir trabajando sin peligro para el parque.

¿Le veremos dando el salto a la política regional o nacional?

(Silencio) Yo estoy en la gloria, bendita. Ni me lo planteo, porque estamos en el mejor sitio que se puede estar para hacer lo que nos gusta. Llevo muchos años como alcalde de Aljaraque, porque lo que me gusta es la política local y cambiar lo que veo día a día. Es cierto que a nivel regional o nacional es donde se toman las grandes decisiones sobre las grandes cosas, pero soy más de tocar, de cambiar la loseta para que no se caiga la señora mayor, de ayudar a una persona que lo pasa mal, de facilitar el acceso a la ayuda a domicilio... ese tipo de cuestiones, y ahora lo puedo seguir haciendo en la Diputación y además ayudo a otros alcaldes a que hagan lo mismo. La verdad es que no me cambiaría por nadie.