Magna procesión
Llegó el día más esperado de la romería más antigua de España
La romería de Nuestra Señora de la Cabeza en Andújar vive su momento más importante
Llegó el último domingo del mes de abril y con él una de las fechas más esperadas del año para los jiennenses: esta mañana la romería de Nuestra Señora de la Cabeza en Andújar (Jaén) vive su momento más deseado, con la visita de los fieles al santuario, situado en el cerro del Cabezo. Y todo ello en pleno parque de la Sierra de Andújar, un paraje natural espectacular para una de las mejores romerías y más antiguas del país. La magna procesión por el Cerro del Cabezo es una realidad.
La Real Cofradía Matriz Virgen de la Cabeza, de Andújar, remonta sus orígenes al siglo XIII, siendo la más antigua de cuantas existen en España. Año tras año y siglo tras siglo ha hecho posible con su constancia, responsabilidad y profesión de fe que la fiesta mayor de Andújar sea conocida internacionalmente y valorada en toda su dimensión.
Se trata de una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional y Bien de Interés Cultural de Andalucía (BIC), con la tipología de Actividad de Interés Etnológico. Esta advocación mariana acoge durante su romería en el Santuario de la Cabeza a más de quinientos mil peregrinos. El último domingo de abril es fecha de referencia en el calendario de millones de ciudadanos del mundo, deseosos de reunirse en el corazón de Sierra Morena, acompañando a la Virgen de la Cabeza, a su Virgen Morena.
Este movimiento basado en la fe, que guardó el pueblo de Andújar durante siglos, es un referente de Andalucía y patrimonio cultural de la Humanidad.
El dispositivo
El Grupo Sanitario del Plan del Cerro, activado el pasado viernes, ha asistido a un total de 320 pacientes desde su inicio hasta la mañana de este domingo. En las últimas horas, solo se ha sido necesario la evacuación de un paciente psiquiátrico al centro hospitalario del Alto Guadalquivir.
Asimismo, el personal del servicio Emergencias 112 Andalucía que atiende las llamadas desde el Centro de Transmisiones del Centro de Coordinación Operativa (Cecop) ha gestionado hasta las 8.00 horas de este 30 de abril, un total de 354 llamadas, un 20,41% más que en la edición del pasado año.
La leyenda
Según el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, a finales del siglo XVI vivía en la Calle de Enmedio en Montejícar un vecino de oficio porquero que solía llevar todos los días a sus animales a apacentar al cerro donde actualmente está erigida la ermita.
Era un hombre débil, ya entrado en años y por esta razón era motivo de burla entre algunos de los vecinos. Una noche, mientras el porquero dormía, sintió sed y se levantó para beber agua, al ir a coger una cantarera que tenía sobre una pared de la habitación, vio con sorpresa como una figura de mujer le decía: "Soy María, aquella que se apareció en el Cabezo, ve a donde sueles ir a pacer con los cerdos y encontrarás una imagen mía debajo de la encina en la que te sueles sentar, allí debéis construirme una ermita".
En lo que quedó de noche, ya no pudo conciliar el sueño y en cuanto amaneció marchó a lugar al que solía ir cada día, mientras se iba acercando a la encina sentía una gran tristeza, pues al no ver nada de lo que tendría que ver, empezó a pensar que tal vez todo hubiese sido un sueño.
Sin embargo, justo al llegar al lugar vio a cuatro ángeles que bajaban del cielo con una imagen de María que colocaron entre las ramas de la mencionada encina. Entonces el porquero sintió una alegría increíble y fue corriendo a la villa para contar lo ocurrido, pero de nuevo fue centro de las burlas y chanzas de los demás vecinos, que una vez más se rieron de él.
Entonces muy triste volvió al cerro, a la encina, al lugar donde había visto colocar la imagen, y de hecho allí seguía. Entonces se acercó y le contó lo sucedido en el pueblo y que en vez de creer lo que les contaba, se habían reído de él.
La Virgen le dijo entonces: "Cierra fuerte tu puño y vuelve al pueblo y allí, reta al que no crea lo que cuentas a que te abra el puño". Y así lo hizo, y ni siquiera los más fuertes y corpulentos de la localidad pudieron abrir el puño del débil porquero. Así que ahora sí, los vecinos convencidos de que sobre él obraba algún poder sobrenatural, lo acompañaron hasta la encina y allí descubrieron la imagen. La cogieron y la llevaron a la iglesia del pueblo donde pasó la noche. Pero por la mañana, cuando regresaron para verla, la imagen había desaparecido. Nadie daba crédito y pensaron que la habían robado.
El porquero sintió una gran tristeza y volvió al lugar donde la encontró y cual sería su sorpresa al verla allí de nuevo, sobre las ramas de la encina. Se alegró mucho al ver que no había sido robada y sin hacerse más preguntas la volvió a llevar al pueblo para el regocijo de todos los vecinos, pero de nuevo al día siguiente había desaparecido de la villa. Y así pasó hasta tres veces, hasta que el porquero reflexionó a cerca de aquellas palabras que la Virgen había pronunciado la primera vez, cuando le decía que quería que fuese en el cerro donde se le construyese la ermita, así que sin dudarlo se dirigió al cerro y allí en el mismo lugar en el que solían apacentar sus cerdos, colocó la que sería la primera piedra de la ermita que existe en la actualidad.
✕
Accede a tu cuenta para comentar