
Entrevista
Paloma Caro: «Antes de tuitear o postear, dale a pensar»
La autora de «Homenaje a tu silencio» reflexiona sobre la evolución de la reputación y el impacto de las redes sociales

En «Homenaje a tu silencio» (Espasa), Paloma Caro teje una historia de secretos familiares, identidad y redención a través de la compleja relación entre una madre y una hija marcadas por tiempos y sociedades distintas. Desde la opresiva España de los años 50 hasta la efervescente Madrid de los 80, la novela explora el peso del qué dirán, el papel de la mujer y el silencio como refugio o condena. En esta entrevista, la autora reflexiona sobre la evolución de la reputación, el impacto de las redes sociales y la necesidad de pensar antes de publicar en una era dominada por la inmediatez.
Su novela parece tratar sobre secretos ocultos, asuntos privados que acaban convirtiéndose en la comidilla del vecindario.
Hubo una época en la que se pretendía que los trapos sucios se lavaran en casa. Los problemas no se verbalizaban en público. Sin embargo, muchas veces eran secretos a voces: si una mujer quedaba embarazada fuera del matrimonio, no hacía falta que lo dijera, porque desaparecía de su casa durante seis u ocho meses o se iba a otra ciudad. Era la época del «qué dirán».
¿Cree que esa presión social ha cambiado con el tiempo?
Sí y no. Antes, en los años 40, 50 y 60, España era un país cerrado al mundo y cada ciudad era como un pequeño pueblo donde todos sabían todo de todos. Luego, en los años 70 y 80, llegó una época de libertad, en la que la gente empezó a decir lo que pensaba sin importarles tanto el qué dirán. Es la época de la canción «A quién le importa», de Alaska. Pero ahora hemos vuelto a una fase en la que la gente insiste mucho en decir «no me importa lo que piensen de mí», y cuando lo repiten tanto, en realidad, creo que sí les importa.
En la novela también habla de la reputación y de cómo puede ser una carga.
Sí, y es curioso, porque hoy en día casi no se usa la palabra «reputación». Ahora las empresas hablan de «imagen», pero la reputación es algo humano, tiene que ver con valores. En el pasado, la reputación te definía y te encerraba en un círculo del que no podías salir. Pero si le añadimos unas gotas de libertad, creo que es una palabra que deberíamos recuperar.
También aparecen episodios de violencia machista. Hasta hace poco, este tipo de violencia era visto como algo normalizado.
Desgraciadamente, sí. Se escuchaban frases como «nunca te ha pegado un puñetazo», como si los golpes con la mano abierta fueran aceptables. Empujarte, insultarte… todo eso estaba socialmente permitido. Afortunadamente, hoy tenemos más conciencia social sobre el tema, aunque aún queda mucho por hacer en el campo educativo.
Tetuán es escenario de su novela, una mirada a una España que lo fue y en cierta media sigue siendo. ¿Hay un desconocimiento mutuo entre España y estos territorios sentimental y culturalmente cercanos?
Sí, y es una pena. Tetuán, por ejemplo, fue la capital del Protectorado español en Marruecos, y todavía hay personas mayores allí que hablan un español precioso, clásico, como de hace 60 años. También hay judíos sefardíes que aún conservan el castellano antiguo, el de Cervantes. Estamos mucho más cerca de lo que creemos, compartimos gastronomía, historia y costumbres.
Para terminar, «Homenaje a tu silencio» parece también un homenaje al amor y al sacrificio. ¿Dirías que a veces es mejor callar?
Sí, siempre hay que preguntarse: «Si digo esto, ¿voy a mejorar la vida de esa persona o la voy a empeorar?». Hablar o callar no debería ser impulsivo, sino algo reflexionado. Además, siempre puedes hablar más adelante, dentro de seis meses o un año. Vivimos demasiado rápido y con las redes sociales todo se ha vuelto inmediato. Pero hay que pensar antes de darle a la tecla. Antes de tuitear o postear, dale a «pensar».
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