Entrevista

Pedro Bendala: «Queremos que Málaga tenga el cielo abierto»

El aeropuerto de Málaga ha programado para este verano 20 millones de asientos para un total de 109.800 vuelos, unas cifras «muy competitivas»

Pedro Bendala, director del aeropuerto Málaga-Costa del Sol
Pedro Bendala, director del aeropuerto Málaga-Costa del SolLa RazónLa Razón

En los cinco primeros meses del año, un total de 9.060.867 viajeros se desplazaron en los 64.111 vuelos operados en la infraestructura malagueña, lo que se traduce en incrementos del 14,8% de usuarios y del 10,1 de movimientos en comparación con el mismo periodo de 2023. A nivel doméstico, la oferta de vuelos entre ciudades españolas con un 20,7% más de vuelos que, en términos absolutos, eleva el volumen de operaciones comerciales programadas por encima de las 21.890. Las cifras consolidan al de Málaga como el cuarto aeropuerto del país, por detrás de los de Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca.

¿Qué previsiones hay para esta temporada estival?

Hasta el mes de octubre, son 54 las aerolíneas que han programado vuelos en el aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, lo que supone un 10,9% más de asientos y un 11,4 de vuelos que en la temporada estival de 2023. Durante este periodo, las compañías conectarán Málaga con 153 destinos, en concreto, 36 ciudades de 38 países a través de 261 rutas. En términos absolutos, las aerolíneas han programado para la infraestructura malagueña 20 millones de asientos para los 109.800 vuelos previstos en las treinta semanas que dura este año la temporada estival aeroportuaria. Las cifras son muy positivas y ponen de manifiesto nuestra gran ventaja competitiva, tanto para los que vienen como para los que van; ya sea por trabajo o con la motivación de disfrutar del destino. Somos muy singulares y enormemente atractivos. No en vano, damos servicio a toda Andalucía. Conozco muchos viajeros que vienen de Almería o Huelva para coger aquí su vuelo, porque además Andalucía es un territorio bien conectado transversalmente.

De hecho, los incrementos interanuales así lo constatan…

La oferta de asientos es a todas luces muy atractiva. Para este verano es la mejor oferta de asientos que hemos tenido en nuestra historia, y eso es la consecución de hitos como que en el mes de mayo estemos ya superando las cifras que históricamente ha tenido el aeropuerto en los meses de julio y agosto. Y todo ello se traduce en que los hoteles, los restaurantes y todo el sector servicios, en definitiva, tenga público prácticamente todo el año, lo que acarrea a su vez generación de empleo estable.

¿Cómo es el día a día y la operativa del aeropuerto Málaga-Costa del Sol?

El aeropuerto es y funciona como una gran familia, una pequeña ciudad en la que diariamente trabajan más de diez mil personas. Funcionamos a tres velocidades: la primera de ellas, es la que a primera hora de la mañana revisa lo que se ha hecho el día anterior y comprueba que lo planificado para la jornada funcione a la perfección. En una segunda velocidad, estamos trabajando de cara al verano que viene: viendo qué se va a hacer, cómo se van a implementar esas actuaciones, qué plantilla vamos a requerir… Y en una tercera velocidad, hacemos previsión del trabajo que habrá dentro de diez o quince años. En definitiva, con gran previsión y planificación.

¿Da vértigo saber que uno dirige esa pequeña ciudad que da de comer a más de diez mil personas?

Da mucha alegría ver que está vivo prácticamente todo el día; es un gran centro de servicios que provee una gran riqueza al territorio. Yo siempre digo que el aeropuerto representa cada día conciertos en los que van entrando unos instrumentos y empiezan a tocar, mientras otros se callan, y de forma continua van interpretando la partitura de cada día. A las seis de la mañana está ya en plena actividad y es, insisto, un recinto abierto las veinticuatro horas del día: de hecho «duermen» en nuestras instalaciones 36 aviones cada día. Las compañías fijan aquí sus tripulaciones y su mantenimiento y a las seis de la mañana están operativos para salir a volar cada día entre dieciocho y veinte horas.

¿Cómo está funcionando el servicio estacional de United Airlines que une Málaga con Nueva York, retomado por la compañía americana semanas atrás?

Bastante bien. Es un vuelo muy importante para el aeropuerto porque nos abre las puertas a todo el continente americano, y permite llegar fácilmente a la Costa Este y Oeste a través de pequeñas escalas. A su vez, todos los americanos, canadienses y mejicanos pueden venir a Málaga de manera fácil. Ahora en julio comienza a ser un vuelo diario. Tenemos la impresión de que está yendo muy bien y la compañía está satisfecha. Habrá que ver si se cumplen esas buenas expectativas una vez que concluya la temporada. Esperemos que así sea.

¿Qué aportación hace la aviación privada a día de hoy?

Muchísima y va en ascenso. Tenemos una pequeña terminal para ese segmento en la que prácticamente todos los días operan más de 50 movimientos, gracias a empresarios o personalidades relevantes de alto poder adquisitivo que ven en Málaga una oportunidad extraordinaria no sólo a nivel económico para sus empresas sino a nivel personal para residir aquí o pasar largas temporadas.

¿Hay techo para las importantes magnitudes e indicadores que maneja el recinto aeroportuario?

Nosotros queremos que Málaga tenga el cielo abierto, y que tenga lo que quiera tener.