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El Rey llama a reforzar el paternariado Mediterráneo

Inauguró en Granada el foro sobre el futuro de esta región azotada por la «tragedia»

Felipe VI en la entrega del Premio Princesa de Girona al Centro de Educación Especial Purísima Concepción
Felipe VI en la entrega del Premio Princesa de Girona al Centro de Educación Especial Purísima ConcepciónAgencia EFE

El Rey Felipe VI hizo entrega ayer en Granada del Premio Princesa de Girona Escuela al centro de Educación Especial Purísima Concepción de las Hermanas Hospitalarias en reconocimiento a su «labor continua» con un modelo basado en el proyecto CERA de especialización y apoyo al sistema educativo con alumnos con necesidades especiales.

Felipe VI tomó la palabra para trasladar sus felicidades y su enhorabuena al centro por atender de forma especializada con un «continuo acompañamiento, muy cercano» a cada caso respetando «sus ritmos» y «necesidades». Es un ejemplo para el mundo educativo y en general para la sociedad por lo que supone en «valores», añadió en su intervención el Rey, aludiendo al lema de la Purísima Concepción, «Soy capaz, soy protagonista».

En su recorrido, Su Majestad el Rey, conoció entre otras estancias el taller de economía circular, donde le aguardaba un mosaico con material reciclable de los Reyes con la Princesa Leonor vestida en rojo y la Infanta Sofía, en azul. «Gracias por ese esfuerzo»,indicó Felipe VI, «cada pieza y cada detalle tiene algo de todos vosotros».

Tras la finalización del acto, el Rey se dirigió posteriormente al Palacio de Congresos para inaugurar oficialmente el Foro del Mediterráneo. En su discurso, el monarca apeló a reforzar, entre todos, el partenariado Mediterráneo para afrontar fenómenos como el migratorio o situaciones de inseguridad y violencia como la de Oriente Próximo en un tiempo geopolítico que plantea «enormes incertidumbres» pero para el que no hay que dejarse vencer por el «desánimo». Felipe VI se refirió a los días «convulsos» que vive el mundo y el extremo oriental de la cuenca Mediterránea, epicentro, dijo, de la tensión, el conflicto y la tragedia, lo que hace «muy difícil hablar de esperanza y de futuro».

«Pero nuestros pueblos necesitan, ahora más que nunca, palabras capaces de alumbrar políticas de progreso, políticas que alcancen a todos. Y esas palabras han de ser las de todos ustedes: la voz de todos los pueblos del Mediterráneo, encarnada en sus parlamentos», resaltó dirigiéndose a los asistentes.

Felipe VI habló del fenómeno migratorio, que obliga a luchar contra las mafias y redes que operan de forma ilegal, para considerar la necesidad de seguir trabajando por una migración «ordenada, segura y regular y tratar de dar respuesta, entre todos, a los desafíos de seguridad, climáticos y socio-económicos» que la motivan.

Entre esas causas profundas, continuó, figuran la inseguridad y la violencia como la que afecta a Oriente Próximo, con la interrupción de las negociaciones sobre Gaza y el regreso de los bombardeo: «Todo, además, en un tiempo geopolítico que plantea enormes incertidumbres».

«No nos dejemos ganar por el desánimo o el fatalismo. Sigamos clamando por el retorno al alto el fuego, la reanudación de las negociaciones, el regreso de los rehenes a sus casas y la entrada urgente de ayuda humanitaria que alivie la situación desesperada de cientos de miles de personas», manifestó el monarca en el Foro sobre el Futuro del Mediterráneo.