Sanz asume que «queda muchísimo» por hacer

José Luis Sanz no ha tenido ni un solo día fácil del centenar que acumula ya como nuevo alcalde de Sevilla. Se espera mucho de su gestión en el Ayuntamiento hispalense y él mismo es el primer crítico, porque se ha dado cuenta, una vez dentro, de la dificultad que entraña aplicar su modelo. «La ciudad comienza poco a poco a funcionar, pero queda muchísimo por hacer», dice. Ese «cambio de rumbo» incipiente implica recuperar el «espacio perdido» tras años de «dejadez» socialista. La limpieza de las calles es un ejemplo visible por los sevillanos... y por él mismo: «Entiendo que haya ciudadanos que sigan viendo que Sevilla está sucia, yo también lo creo. Se ha avanzado un poquito pero queda mucho». Su prioridad es que Sevilla funcione y ya habrá tiempo para reclamar la SE-40 y la conexión ferroviaria.

La negociación del presupuesto de 2024 será clave. Para su aprobación no descarta acuerdos ni con Vox ni con el PSOE o IU-Podemos, por han de prevalecer «los intereses de Sevilla»

En su balance de los primeros cien días como alcalde, confirmó la subida de la factura del agua en un 20% –dijo «no» la propuesta de la Diputación de unificar a gestión del agua en una sola sociedad–, anunció que Sevilla pondrá coto a las despedidas de soltero con charangas antes de final de año, dio por hecho que en febrero habrá ordenanza de veladores, aseguró que «en menos de un mes» estará firmado el convenio con la Agencia Espacial y desveló que Antonio Muñoz, ex primer edil socialista, desatendió la petición de la Junta en 2021 para acogerse a la Ley de grandes capitales