Sociedad

El Tercer Sector alerta de que la vulnerabilidad se agrava

La inflación, la subida de los créditos y la precarización del empleo están aumentando el riesgo de exclusión, advierte Cruz Roja en su última memoria

Cruz Roja señala que hay que afrontar desafíos como la soledad no deseada, la desigualdad en el acceso al mercado laboral y la brecha digital
Cruz Roja señala que hay que afrontar desafíos como la soledad no deseada, la desigualdad en el acceso al mercado laboral y la brecha digitalEP

Cruz Roja es una de las entidades del Tercer Sector con más implantación en la región andaluza. Llega al 99% de los municipios y, gracias a eso, conoce de primera mano la realidad de los colectivos más desfavorecidos. La memoria de actividades que presenta cada año, y su posterior análisis, sirve de termómetro social. Y en esta última memoria relativa al año 2023 han dejado constancia de cuáles son los nuevos desafíos a los que se enfrenta la sociedad andaluza: la soledad no deseada, la desigualdad en el acceso al mercado laboral y la brecha digital.

En la presentación del balance, la presidenta de Cruz Roja de Andalucía, Rosario García Palacios, apuntó que la soledad no deseada ya no es un problema exclusivo de las personas mayores. Desde la entidad alertan de que afecta a multitud de colectivos, sobre todo a los jóvenes y las personas migrantes. De hecho, según el Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada, el 25,5% de los jóvenes españoles se sienten solos en la actualidad. Y entre los factores de riesgo señala el haber sufrido situaciones de acoso laboral o escolar, la pobreza y los problemas de salud mental. Desde el Observatorio también inciden en que la prevalencia de jóvenes con soledad no deseada es mayor en los de municipios medianos que en zonas rurales y también entre aquellos jóvenes que viven en pisos compartidos.

Cruz Roja también señala a otro colectivo al que azota este problema: el de los migrantes. Según un informe del programa Viernes contra la soledad no deseada, hay que tener en cuenta que el «proceso migratorio en sí ya implica la existencia de numerosas barreras para establecer nuevas relaciones y en el país de acogida». A ello hay que sumar, prosigue, «factores específicos que experimentan las personas migrantes, como son la nostalgia, los duelos, las experiencias de discriminación y el sentido de pertenencia».

Pero si hay un colectivo vulnerable a la soledad no deseada por la pérdida de redes de apoyo son las personas mayores, señala Cruz Roja. Para hacer frente a este problema social, la ONG considera fundamental potenciar estas redes para que puedan quedarse en sus hogares el máximo tiempo posible» y evitar así la llamada «institucionalización». Cruz Roja apoyó el pasado año a un total de 25.850 personas mayores, ofreciéndoles acompañamiento frente a la soledad con una atención personalizada. «Esa cercanía nos que permite detectar otro tipo de necesidades, que afectan por ejemplo a la salud física y emocional, se vinculan con la brecha digital y con la pobreza energética», desgranó Rosario García.

La responsable de Cruz Roja en Andalucía también quiso poner el acento en otro desafío social que «ha ido cobrando cada vez más relevancia»: la brecha digital. García incidió en la importancia de trabajar en este problema, como hace Cruz Roja con el programa Click_A, «conscientes del impacto que tiene en los derechos de muchas personas».

La actividad de Cruz Roja, como institución generalista, abarca otros muchos colectivos y áreas de actividad: como la atención a las personas que se encuentran en situación de extrema vulnerabilidad. Según la última memoria de la ONG, la situación de este colectivo se ha visto aún más agravada durante el año pasado debido «al aumento de la cesta de la compra, la subida de los créditos bancarios, de los alquileres, la precarización del empleo...». El año pasado Cruz Roja atendió a más de 165.000 personas en vulnerabilidad extrema, el 55% de ellas mujeres.

Desde esta entidad social prestan a estas personas ayudas urgentes para cubrir necesidades básicas, como el pago de suministros para prevenir la exclusión energética y residencial.

También lleva a cabo acciones integrales que «les ayuden a ser más resilientes ante futuros envites sociales» y trabaja «la activación personal y social de estas personas, ya que esta vulnerabilidad económica está cada vez más asociada a problemas de salud mental y emocional».

Otro de los colectivos cuya realidad recoge la Memoria de Cruz Roja en Andalucía es el de la población migrante y las personas refugiadas. Según recoge su última Memoria, el apoyo de los Equipos de Respuesta Inmediata de Emergencia (ERIE) de Cruz Roja atendieron el pasado año a 9.813 personas tras ser rescatadas en el mar. Además, Cruz Roja amplió en 906 las plazas de acogida, que sumó a las 1.026 anteriores para atender a los que llegaron la Península desde Canarias.