Entrevista

«El turismo debe seguir creciendo de manera sostenible y equilibrada»

Javier Frutos, presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería de Andalucía, advierte de que el sector tiene problemas «para encontrar personal cualificado»

Javier Frutos
Javier FrutosLa Razón

La comunidad andaluza tiene en la actualidad un total de 309.071 personas dadas de alta en el sector de la hostelería –a cierre de noviembre, último dato disponible–, lo que significa un 4,5 por ciento más que en noviembre de 2023. Son datos oficiales del Gobierno de España recogidos por la Confederación Empresarial de Hostelería de España, a la que pertenece MAHOS. Por provincias, la primera es Málaga, con 95.059 empleados dados de alta, seguida de Sevilla, con 64.750; Cádiz, con 46.193; Granada, con 32.463; Almería, 22.279; Córdoba, 19.453; Huelva, con 14.810, y Jaén, con 14.064 trabajadores.

¿Qué análisis puede hacer de los indicadores que aporta el sector hostelero a día de hoy?

La inercia de este año es muy positiva; de hecho en el conjunto de Andalucía se ha cerrado el mejor verano de empleo en la hostelería en la historia, con un hito de 354.773 personas trabajando en el mes de agosto. Destaca el caso de la provincia de Málaga, que acumula veintitrés meses consecutivos batiendo récords interanuales de generación de empleo.

¿Se ha incrementado la facturación, a partir de esos buenos datos de contratación?

Sí se ha incrementado la facturación, por encima de los datos registrados en 2023. Sin embargo el hándicap es alcanzar los niveles de rentabilidad anteriores a pandemia. Estamos acercándonos a los datos de 2019, vamos en el camino adecuado.

¿Qué queda por hacer rentable el sector?

No hay que olvidar que hemos sufrido, dado el contexto internacional, un incremento sin precedentes en el coste de las materias primas, pero afortunadamente están bajando los precios y acompasándose al Índice de Precios al Consumo (IPC). Entre ellos el del aceite, que es la principal base en nuestra industria. Una vez que se equiparen los precios, iremos avanzando en la rentabilidad del sector, que sigue siendo la asignatura pendiente después de haber sufrido lo indecible. No hay que olvidar que el incremento de los empleos ha tenido lugar con una reforma laboral que ha incrementado los costes laborales. Ello da una idea del esfuerzo de la hostelería por seguir tirando del carro de la economía.

Ha habido además problemas en los últimos meses para encontrar trabajadores cualificados…¿se ha atajado ya ese déficit?

Seguimos teniendo problemas, pese a que batimos récords de contratación, a la hora de encontrar personal cualificado. El capital humano es la pata fundamental de este sector, es la puerta de entrada como quien dice del servicio que se presta. Y es por ello por lo que requerimos de una mano de obra cualificada. No obstante, hemos de quitarnos complejos, es injusto que se siga asociando el trabajo del sector de la hostelería a la precariedad. Se ha avanzado mucho y hemos mejorado en nuestro convenio colectivo y en los horarios: en temporada alta entendemos que son épocas difíciles pero hay que hacer un esfuerzo entre todos y seguir avanzando en hacer atractivo el trabajo, partiendo de la base de que hablamos de un sector atomizado, con una media de siete trabajadores por negocio.

¿Qué relación tiene la patronal con la Administración? ¿Funciona la colaboración público-privada?

Es bastante fluida, y se trabaja en total colaboración con las administraciones. Se están haciendo las cosas bien, pero no por ello vamos a dejar de pedir al sector público que siga implementando acciones como una firme apuesta por la formación en este sector. No todo el mundo quiere estudiar una carrera universitaria, y ha de encontrar en este ámbito un sector productivo y atractivo.

¿Qué papel juegan las viviendas turísticas dentro del ecosistema?

Es un modelo de alojamiento que ha venido para quedarse...a lo mejor no se ha abordado la regulación en tiempo y forma para que el desarrollo hubiera sido sostenible y controlado en algunos aspectos pero lo cierto es que hay que convivir con ese modelo. No obstante, muchas veces cuando se habla de viviendas turísticas se asocia a determinado público, y no muy «civilizado», como el que puedan representar las despedidas de soltero. Pero como en todos los ámbitos de la vida hay de todo, y habrá de todo. Yo creo que en este ámbito se están haciendo las cosas en condiciones.

¿Cree que se ha denostado injustamente a las viviendas turísticas?

Creo que es un sector, insisto, que ha llegado para quedarse. Es una opción muy atractiva e interesante para muchas familias que a lo mejor antes no tenían esa opción para viajar. Pero hay público para todo, y estamos hablando de modelos que llevan años implantados en otras partes del mundo.

¿Cómo ve a la capital malagueña a nivel turístico? ¿Puede llegar a morir de éxito?

Málaga está atravesando el mejor momento de su historia...habrá opiniones para todos los gustos y siempre vamos a encontrar un pero...si todo fuera perfecto cerramos, y no habría margen para mejorar. Ahora bien, hemos de mantener ese crecimiento de manera sostenible y equilibrada. Hay que mejorar, indudablemente, pero hay que hacerlo siempre a partir de críticas constructivas no destructivas. En definitiva, no echarnos piedras sobre un modelo productivo del que hemos vivido y seguiremos viviendo.

¿Cuáles son los desafíos de cara al 2025?

Mejorar en materia de movilidad, Málaga necesita ser una gran urbe metropolitana en la que no sea un hándicap ese ámbito. Por no hablar de la necesaria conexión ferroviaria de la provincia, y del litoral occidental que ha de unirnos y vertebrarnos con la vecina Cádiz.