Perros
Mucho cuidado con el sol en verano, podría causarle cáncer de piel a tu perro
¿Creías que el pelaje de tu perro lo protegía completamente del sol? La radiación UV es una amenaza real para su piel y salud
Con la llegada del buen tiempo, los planes al aire libre se multiplican y nuestras mascotas se convierten en las compañeras ideales para disfrutar de paseos más largos, excursiones por la naturaleza o simplemente de ratos de descanso en jardines y terrazas. Esta estampa veraniega, tan habitual, implica una mayor exposición solar para nuestros amigos de cuatro patas.
Existe una percepción común de que el pelaje canino actúa como una barrera infalible contra los efectos del sol, ofreciendo una protección completa frente a los nocivos rayos ultravioleta. Aunque la capa de pelo proporciona cierta defensa inicial, esta protección natural varía enormemente entre individuos y no es, en absoluto, una garantía absoluta.
La realidad es que la piel de los perros, al igual que la nuestra, es vulnerable a la radiación UV. Los rayos pueden penetrar la epidermis, dañar las células y, a largo plazo, provocar alteraciones que incrementan el riesgo de desarrollar diversas patologías cutáneas, incluidas lesiones precancerosas y tumores malignos.
El sol también quema bajo el pelo: riesgo real de cáncer canino
Las cifras recientes alertan sobre la frecuencia de los tumores cutáneos en perros. Desde 20minutos informan que, según estimaciones de la Real Sociedad Canina de España (RSCE), se diagnostica un tumor cutáneo a uno de cada 220 perros cada año, siendo hasta un 40% de ellos de carácter maligno.
La piel constituye el órgano más extenso del cuerpo canino y, lamentablemente, es uno de los más propensos a sufrir procesos oncológicos. Se calcula que aproximadamente un tercio de todos los cánceres detectados en perros tienen su origen en la piel, aunque muchos sean benignos.
Existen diversos tipos de tumores cutáneos que pueden afectar a los perros, algunos de los más frecuentes son el mastocitoma, el melanoma (especialmente en perros de piel oscura) y el carcinoma de células escamosas, que suele aparecer en zonas con poca pigmentación o exposición solar.
Los tumores pueden presentarse como bultos, nódulos, áreas endurecidas o lesiones que recuerdan a una verruga, a veces ulceradas. Ante cualquier cambio sospechoso, es imprescindible acudir al veterinario para un diagnóstico profesional mediante citología o biopsia. Identificar estas lesiones a tiempo es fundamental para el éxito del tratamiento.
Ciertos perros presentan una mayor predisposición a sufrir daños por el sol: los de piel clara, pelo blanco o muy fino, los que han sido rapados o sufren afecciones dermatológicas, y aquellos que se exponen mucho al sol directo (especialmente tumbados mostrando el vientre) son los de mayor riesgo.
La prevención y la vigilancia constante son nuestras mejores herramientas. Se recomienda evitar los paseos durante las horas de máxima intensidad solar, procurar que el animal tenga acceso a sombra y, en casos de riesgo elevado, considerar el uso de protectores solares específicos para mascotas. La RSCE subraya la importancia de las revisiones veterinarias regulares, que pueden detectar lesiones precoces.