Animales

¿Refrescas así a tu perro en verano? Un profesional explica por qué es un error

Hay que tener especial cuidado con las mascotas en verano, ya que algunos gestos bien intencionados pueden perjudicarlas

Dos perros bebiendo de una fuente para combatir el calor. Álex Zea / Europa Press
Dos perros bebiendo de una fuente para combatir el calor. Álex Zea / Europa PressÁlex ZeaEuropa Press

Con la llegada del verano y el ascenso de las temperaturas, no solo las personas se ven afectadas por el calor. Los animales, en especial los perros, también sufren las consecuencias del calor extremo. Por ello, es fundamental tomar precauciones para proteger su bienestar tanto en los paseos como dentro de casa. Al fin y al cabo, al igual que con los humanos, este clima puede provocar golpes de calor, deshidratación y otros problemas graves en los canes, incluso cuando no se encuentran expuestos directamente al sol.

En este contexto, el adiestrador canino Alan Peiró ha lanzado una advertencia a través de su cuenta de TikTok sobre una práctica común que muchos dueños realizan con la intención de refrescar a sus mascotas, pero que en realidad puede agravar su situación. Según explica, este gesto, aunque bien intencionado, puede ser contraproducente y poner en riesgo la salud del animal si no se aplica correctamente. Su mensaje ya ha comenzado a circular en redes sociales y ha generado un amplio debate sobre la mejor manera de cuidar a los perros durante los días de más calor.

"¿Esto es lo que mi perro necesita?

En el vídeo, que acumula miles de 'me gusta', Peiró advierte que "muchos perros sufren más por el mal cuidado ante el clima, que por el clima en sí". Añade además que "hay razas que invierno realmente necesitan que les pongamos abrigo como los galgos o los chihuahuas de pelo corto, pero un perro con doble capa de pelo como un caniche o un Husky no solo no lo necesiten, es que ponerles ropa podría perjudicar su regulación térmica".

En este sentido, durante los meses de calor el experto advierte sobre un error común: "hay veces que mojamos la espalda del perro para refrescarlo, pero lo que estamos haciendo es que el agua se quede atrapada en la capa interna del pelo, y cuando le da el sol lo sobrecaliente más", un efecto similar al de una lupa. Como alternativa, Peiró recomienda "mojarle la barriga y las patitas" y concluye con un consejo dirigido a los propietarios: "Siempre, antes de hacer lo que ves en redes sociales, pregúntate, ¿esto es lo que mi perro necesita?".

Otras recomendaciones

Además de evitar este tipo de prácticas, los expertos aconsejan adaptar los horarios de los paseos a las horas más frescas del día, como la primera de la mañana o la última de la tarde. Es fundamental evitar el asfalto caliente, que puede dañar las almohadillas de sus patas, así como garantizar que siempre tengan agua fresca a su disposición. En casa, conviene buscar zonas bien ventiladas y, si es posible, utilizar ventiladores o sistemas de refrigeración. También se recomienda prestar atención a signos de fatiga, jadeo excesivo o apatía, ya que pueden ser señales de un golpe de calor.