No es buena noticia

Joven desaparecido de Valladolid: sujeto a brotes si no recibe medicación, tendría que haber llamado la atención

Una residente de Zamora cree erróneamente haberle visto cerca de la Plaza Mayor

Las últimas imágenes de Alejandro Aranda Lasheras
Las últimas imágenes de Alejandro Aranda LasherasSOS Desaparecidos

La incesante búsqueda de Alejandro Aranda, el joven de 30 años con esquizofrenia diagnosticada visto por última vez el 23 de marzo en Valladolid continúa sin éxito después de las muchas batidas efectuadas por la misma ciudad, las proximidades del río Pisuerga, según las últimas explicaciones públicas vertidas este miércoles por parte del ex subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales.

Una nada fructífera investigación hasta el momento que tiene en vilo a todo un país y, sobre todo, a sus amigos y familiares de Alhama de Aragón, de donde es él, y sobre la que Canales no disimula su frustración. Es “muy preocupante porque no hay pistas ni indicios fiables, con muchas llamadas con buena intención”, ha expresado.

Se le busca también en Zamora o Segovia

Una comparecencia que también ha aprovechado para resolver la última esperanza en forma de pista. Y es que ha comienzos de semana saltaban todas las alertas por el aviso bienintencionado de una mujer que aseguraba haber visto a Alejandro muy cerca de la Plaza Mayor de Zamora. “Se han investigado las cámaras y se ha visto que era una mujer”, ha confirmado también el político de Castilla-La Mancha, quien además ha profundizado en avisos como este. “Llamadas hay muchas e incluso de distintos puntos de España. Las que se pueden verificar, se verifican”, ha asegurado.

Una última decepción, la de la llamada de la anónima de Zamora, que es desgraciadamente el fiel reflejo de la foto fija que hasta ahora las autoridades hacen de la búsqueda del desaparecido. El subdelegado ha expresado claramente que “seguimos igual que el primer día con cero pistas y cero indicios”, malas noticias para sus seres queridos quienes además han hecho recientemente una crítica directa al trabajo de los agentes de policía encargados de este caso de desaparición.

La familia muy crítica con la policía

"Hubiéramos agradecido el apoyo de la Policía Nacional, pero prefiere llevar la búsqueda por su cuenta y nos ha obligado a improvisar. Con su ayuda, podríamos haber delimitado mucho más las zonas de rastreo, pero al no recibir ninguna indicación, vamos a repartirnos por todo el casco urbano y por áreas limítrofes", expresó Víctor, uno de los amigos de Aranda desplazado en Valladolid para ‘Heraldo de Aragón’ el 29 de marzo.

“Estamos dando palos de ciego, sin pistas, con una buena colaboración ciudadana pero sin avistamientos fiables (...) Lo raro es que hasta el momento no haya habido ninguna pista fiable, alguien debería haberle visto”, tras haberse revisado con detenimiento todas las cámaras de seguridad de estaciones de trenes, ha dicho Jacinto Canales, quien termina haciendo especial referencia a la patología mental del desaparecido: por su grado de vulnerabilidad, ha dicho, sujeto a brotes si no recibe medicación, tendría que haber llamado la atención.

La última vez que fue visto

Alejandro Aranda había llegado al Hotel Oli el mismo día de su desaparición, sobre las 14.00 del domingo 26 de marzo, como guía del Imserso. Pero no sería hasta la media tarde cuando el joven con esquizofrenia desde hace cinco años se mostrara públicamente alterado, aunque no violento. A las 23.00 subió a su habitación y, desde entonces, nada más se sabe de él: su teléfono lo dejó allí, pero su maleta en un lugar todavía más extraño: abandonada en plena calle.