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Abusar del ibuprofeno causa problemas cardíacos

La Agencia Española del Medicamento pide revisar su prescripción para ciertos pacienteFarmacéuticos y médicos coinciden en el uso excesivo que se hace de este fármaco

Abusar del ibuprofeno causa problemas cardíacos
Abusar del ibuprofeno causa problemas cardíacoslarazon

El ibuprofeno es uno de los antiinflamatorios más utilizados en nuestro país, como refleja el último Informe Anual del Sistema Nacional de Salud de 2013, que lo coloca en el sexto lugar dentro de los 15 primeros principios activos de mayor consumo, aunque el paracetamol y la aspirina siguen por delante. Si nos centramos en los datos más recientes que aporta el Ministerio de Sanidad, de agosto de 2013 a julio de 2014 el Sistema Nacional de Salud dispensó cerca de 18 millones de envases. No hay duda de que consumimos mucho ibuprofeno. La Agencia Europea del Medicamento publicó ayer unas recomendaciones para evitar su uso excesivo. Y es que desde hace varios años se están publicando numerosos estudios acerca de la relación entre el abuso de este fármaco con problemas cardiovasculares.

Como ya indicó la revista «The Lancet», el ibuprofeno triplica el riesgo de padecer problemas de corazón si se abusa de él. Como indica el organismo europeo y recoge la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), «la administración de dosis altas de ibuprofeno (iguales o mayores a 2.400 mg/día) se asocia con un mayor riesgo de trombosis arterial», lo que se podría corresponder al consumo de cuatro pastillas de 600 mg o a seis de 400. Pero insisten en que «dosis de hasta 1.200 mg/día, que son generalmente utilizadas en su uso como analgésico/antiinflamatorio ocasional o antitérmico, se asocien a un incremento de riesgo cardiovascular». Y en esto es en lo que también quiso hacer hincapié el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso: «Si le damos la vuelta, lo que viene a confirmar es que el consumo normal y moderado que se hace en el 90 por ciento de los hogares españoles es seguro». Pero insistió en la necesidad de «consultar al médico sobre cualquier medicina, incluso si no tienen receta», añadió. Los datos que maneja la Aemps indican que «menos del dos por ciento de los pacientes a los que se prescribe el ibuprofeno reciben dosis de 2.400 mg/día».

Neus Caelles, presidenta del comité científico de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac), lleva varios años estudiando los diferentes análisis e informes que se han publicado e insiste en que «el riesgo relativo es muy pequeño. Es mucho mayor el riesgo gástrico del ibuprofeno que el cardiovascular». Y es que lo que le preocupa tanto a los médicos como a los farmacéuticos es que el informe europeo cree una alarma innecesaria en la población: «Para el uso habitual que hacemos, como un mero dolor de cabeza, no es necesario hacer restricciones. La indicación del organismo europeo sólo va dirigida a pacientes con tratamientos prolongados o pacientes con determinado riesgo». Como indica esta experta, «el ibuprofeno es uno de los fármacos más seguros y es muy útil». Sin embargo, sostiene que «tenemos que mejorar la educación de los enfermos en este área para que la población sea consciente de que no se debe consumir el de 600 miligramos, si no el de 400». Para una migraña o una resaca, con una cápsula de la dosis más baja es suficiente. El error nace, como apunta Caelles, en que «los médicos tienen una manera concreta de prescribir y los pacientes van copiando lo que en una primera consulta les han recomendado». La Aemps también insiste en la necesidad de utilizar siempre la dosis menos elevada: «Al igual que con todos los antiinflamatorios no esteroides, se debe utilizar la dosis más baja posible durante el menor tiempo que permita controlar los síntomas de acuerdo con el objetivo terapéutico establecido».

La agencia europea también alerta sobre el uso de una variante del ibuprofeno que presenta el fármaco de una forma «más pura» y que es «el más activo», el dexibuprofeno, del que no se recomienda tomar más de 1.200 mg/día para evitar esos problemas cardiovasculares.

Dentro del estudio también se ha analizado la potencial interacción entre ibuprofeno/dexibuprofeno y el ácido acetilsalicílico (aspirina) y a la única conclusión a la que han llegado es que su uso conjunto puede reducir «el efecto cardioprotector» de la aspirina. Así, tanto médicos como farmacéuticos insisten en que se debe evaluar a cada paciente para evitar que se pueda administrar este antiinflamatorio a enfermos con hipertensión o algún otro problema de corazón. Pero la portavoz de Sefac insiste: «No debemos ser alarmistas porque este fármaco, como se ha demostrado a lo largo de los años funciona muy bien». Como afirman desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen): «El problema viene cuando se extiende el tratamiento de 600 mg/día a los 8, 10 o 15 días, que es cuando se puede producir elevación de la presión arterial, que está demostrado, por ejemplo, que un hipertenso no puede tomar y un paciente que tenga un problema renal, tampoco», pero insiste en que su consumo puntual no perjudica la salud de ningún paciente.

Marta Galipienso es la tesorera del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Navarra y asegura que, como percibe en su farmacia, «existe un consumo elevado de este antiinflamatorio que incluso se usa para estados de cansancio». E insiste en que es el medicamento que «más se dispensa y más se demanda» y que, además, «ha dejado en segundo plano a la aspirina que se considera que es más perjudicial para el estómago, aunque el ibuprofeno también puede causar problemas gastrointestinales» y, sin embargo, se sigue utilizando y siempre está en el botiquín de cualquier casa porque, como indica Caelles, «siempre debemos tener a mano algún remedio» que no nos obligue a ir al médico por un simple dolor de cabeza.

El paracetamol, también en entredicho

Si nos guiáramos por todos los estudios que se han publicado en los últimos años sobre analgésicos y antiinflamatorios los botiquines de nuestras casas se quedarían vacíos porque no sólo se ha puesto en duda el uso del ibuprofeno, como indica ahora la Agencia Europea del Medicamento, si no que también se ha cuestionado la efectividad del paracetamol para tratar lumbagos y problemas derivados de la artrosis, dos de sus usos más extendidos. De acuerdo con el «British Medical Journal», que ha recopilado 13 estudios diferentes, este analgésico no parece ayudar a calmar el dolor de la parte baja de la espalda. Neus Caelles, del comité científico de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac), afirma que «aún es pronto para que estos estudios obliguen a cambiar las recomendaciones. No cabe duda de que se va a seguir dando para los dolores de espalda». Lo único en lo que hasta el momento coinciden todos los médicos y boticarios es que su abuso también puede producir problemas hepáticos. Si se dan más de 3 gramos de paracetamol al día pueden aparecer trastornos en el hígado.

Al igual que ocurre con el ibuprofeno, Caelles también asegura que las dosis del analgésico que se dispensan son demasiado elevadas: «Nos hemos acostumbrado a los envases de 1 gramo y es excesiva, así como la de 650 miligramos. Con la mitad es suficiente».