Turismo saludable: 2 destinos para cuidarse

Porque el ocio y el descanso no están reñidos con la salud, hoy hacemos las maletas para emprender un viaje cuyo destino sea cuidarnos, divertirnos y sobre todo, desconectar. Con terapias como meditación, yoga, pilates o curas de sueño, ya no hay excusas para no pensar en nosotros mismos, sobre todo en vacaciones, gracias a estas propuestas de turismo saludable.

Pura Vida en Costa Rica

Costa Rica es uno de los destinos zen por naturaleza. Y nunca mejor dicho. Su impresionante eco sistema y la tremenda concienciación por el cuidado de las cosas que tiene su población, han convertido a este bonito país en uno de los más deseados para cualquier tipo de viaje, pero sobre todo, para los viajes saludables. Existen numerosos resorts cuya filosofía es disfrutar de las cosas más sencillas, con encanto y estilo, eso sí. Surf, yoga, pilates y excursiones a caballo por una interminable playa virgen son algunas de las actividades que ofrece el hotel Florblanca Resort en Costa Rica. Este boutique hotel, es un coqueto retiro ubicado en las playas de la Península de Nicoya, en una selva tropical virgen con vistas a la surfera y mundialmente famosa playa de Santa Teresa. Uno de los mejores planes que se puede hacer en Costa Rica es básicamente no hacer nada y apuntarse a cualquiera de sus completísimos retiros de pilates. Completamente personalizados, se pueden hacer en compañía de familia y amigos en busca de una reconexión con uno mismo y los nuestros. Todos ellos incluyen alojamiento en las impresionantes villas, una deliciosa gastronomía gourmet en el restaurante Néctar, talleres y clases de pilates en suelo y grupos personalizados al nivel de cada uno.

El zen que habita en Bali

No hay un destino más espiritual en el mundo que Bali. Una visita a la isla de la eterna sonrisa es también una tremenda inyección de energía y positivismo. En el hotel Belmond Jimbaran Puri Bali, lo saben bien, y de ahí que una de las actividades más demandadas por sus huéspedes sea la que concierne a la práctica de yoga, tai chi o meditación, en busca de la armonía entre el cuerpo y el alma. Hay llegar a Bali para seguidamente huir de Bali en busca de la isla que Elizabeth Gilbert, la famosa escritora americana, supo definir tan bien en Eat, Pray, Love cuya película protagonizó Julia Roberts. Estamos en el auténtico Bali, el receptor de visitantes de medio mundo en busca de la paz y espiritualidad.

No resulta complicado encontrarnos con el momento presente, el aquí y el ahora si lo hacemos frente a cualquiera de las puestas de sol que cada tarde esta isla regala a quienes inexorablemente se detienen a contemplarla. Es la hora bruja de Bali, la victoria del bien sobre el mal en la isla más espiritual de Indonesia, un lugar donde resulta sencillo sacar nuestro lado más zen.