Cinco claves para monitorizar el sueño

Uno de los pilares de una vida saludable es el descanso. Mantener unos buenos hábitos y rutinas para conciliar el sueño y dormir unas horas mínimas son algunos requisitos que desde las sociedades científicas y la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertan de que en muchos casos no se cumplen. La falta de horas de sueño y la alteración del mismo conduce a trastornos orgánicos y al desarrollo de enfermedades importantes.

1- Efectos adversos de la privación de sueño.

En capítulos crónicos de insomnio, nuestras neuronas no disponen el suficiente tiempo por la noche para realizar su función clasificadora de la realidad que han percibido, por lo que se suceden capítulos de déficits cognitivos y alteraciones de la memoria. El insomnio nos expone a una hipersensibilidad que nos aleja cada vez más de la realidad. Tres días sin dormir nada son suficientes para padecer alucinaciones.

2- Recomendaciones de la OMS sobre los hábitos de sueño óptimos.

La OMS insiste en que dormir no es un placer sino una necesidad. Por eso, desde la institución se recomienda dormir entre seis y ocho horas. Además, se aconseja evitar las sustancias nocivas como la nicotina, la cafeína en las horas previas a dormir y las comidas excesivas en la cena y se insta a la práctica regular de ejercicio físico, no enérgico si se realiza por la tarde noche.

3- Dispositivos que se emplean para monitorizar el sueño.

Dispositivos que monitorizan no sólo el sueño, sino también la actividad diaria. A través de la monitorización del sueño el médico puede evaluar si la persona duerme de modo tranquilo o agitado, si se mueve mucho durante la noche, así como la eficiencia del descanso (entre otros parámetros). Proporcionan datos muy precisos y objetivos sobre la actividad, el sueño, la vigilia y la exposición a la luz.

4- ¿Cómo se utilizan?

No existe una edad mínima ni máxima para usarlos, estos dispositivos son adecuados tanto para niños como para adultos. Su utilización es muy sencilla, no hay más que colocar el dispositivo (tipo reloj) en la muñeca contraria al lado dominante, es decir, si la persona es diestra en la muñeca izquierda y viceversa. Para obtener datos representativos se recomienda usarlo como mínimo una semana, aunque lo ideal es llevarlo de quince días a un mes. Además de que tienen la función de fecha y hora tal como un reloj, son cómodos, robustos y resistentes al agua, se adaptan perfectamente al estilo de vida del usuario.

5- ¿Cuál es la aplicación clínica de esos dispositivos?

Su aplicación clínica está científicamente comprobada: se trata de una herramienta de diagnóstico muy útil especialmente en la determinación y documentación de patologías relacionadas con el ritmo circadiano (ritmo biológico), ritmos de sueño irregulares, insomnio, asincronías en personas invidentes, etc. Además de que el uso se puede extender a cualquier colectivo poblacional, en el entorno deportivo y/o de alta competición, tienen una aplicación especialmente útil, ya que permiten hacer un seguimiento de los efectos del esfuerzo físico así como controlar la recuperación de los atletas monitorizando su sueño.