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Dengue: Las lluvias favorecerán la expansión del mosquito tigre

El descenso de las temperaturas hace presagiar que no habrá más casos autóctonos de dengue, enfermedad que transmite este mosquito, pero la «tropicalización» del clima supone que este insecto seguirá colonizando la Península

Este año se ha detectado la presencia de este mosquito en Madrid y Extremadura y ya está instalado en 122 municipios de España / Efe
Este año se ha detectado la presencia de este mosquito en Madrid y Extremadura y ya está instalado en 122 municipios de España / Efelarazon

El descenso de las temperaturas hace presagiar que no habrá más casos autóctonos de dengue, enfermedad que transmite este mosquito, pero la «tropicalización» del clima supone que este insecto seguirá colonizando la Península

Los dos casos confirmados de dengue y el otro en estudio que se han dado esta semana suponen que la enfermedad ya se ha hecho autóctona. La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, afirmaba que se trata de la primera vez que dos personas se contagian de dengue sin haber viajado al extranjero (se trata de una patología originaria del trópico). El responsable es el mosquito tigre, único vector de transmisión del dengue que existe en la zona en la que se ha producido el contagio, algo que hace pensar que se trata de un hallazgo puntual, ya que el frío y las bajas temperaturas acaban con estos insectos. «De manera natural, se considera que los vectores principales son sólo dos: Aedes aegypti (el mosquito de la fiebre amarilla) y Aedes albopictus (el mosquito tigre). Se cree esto porque son los que en la práctica se han encontrado involucrados en eventos epidémicos», explica Roger Eritja, entomólogo de Mosquito Alert, proyecto de ciencia ciudadana, coordinado por diferentes instituciones públicas como el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales, o la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzadas, y que sirve para crear una alerta temprana ante posibles contagios.

Las tres personas son familia y coincidieron en un viaje por Cádiz y Murcia, una de las zonas de mayor presencia de este insecto que llegó a la Península en el año 2004. Lo hizo a través de un cargamento de neumáticos que desembarcó en Cataluña. El Aedes albopictus, como se le conoce científicamente, se ha extendido por todo el Mediterráneo español y sigue cruzando fronteras territoriales. Ya se encuentra en 122 municipios de País Vasco, Aragón, Islas Baleares o Andalucía. «En 2017 fue detectado en una gasolinera de la A3 en Madrid. Las autopistas que van hacia zonas infectadas son uno de los principales cauces de expansión. Mosquitos y autopistas van en paralelo. Este año ya se han encontrado cepas en un municipio de Madrid», explica Milagros Fernández Lezeta, directora general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental.

Lo que parece imposible de aclarar es si ha sido un mosquito que ha entrado en la Península infectado el que ha provocado el brote o si se trata de un animal que ha picado a alguien infectado en España el que ha inoculado el dengue a la familia. «Hasta ahora los casos de dengue, chikunguya o zika (los tres se transmiten por mosquitos) registrados en territorio español se debían a contagios fuera de las fronteras. Se habían verificado casos esporádicos en Francia e Italia», explica Natalia Rodríguez, investigadora del Instituto de Salud Global (ISGlobal, centro impulsado por la Fundación La Caixa) y médico del Servicio de Salud Internacional del Hospital Clinic de Barcelona. La aparición de la enfermedad dentro de las fronteras y transmitido aquí se consideraba cuestión de tiempo. Y es que la presencia de determinadas especies depende de la globalización económica y del transporte de mercancías y personas. «Cada vez más comunidades estarán amenazadas; el mosquito está constantemente expandiéndose. Esto provoca una necesidad cada vez mayor de hacer planes de prevención y control del mosquito (para mejorar la calidad de vida de las personas) y de vigilancia y respuesta epidemiológica (por responder al riesgo de contagios locales, similares a lo que ha pasado ahora)», opina Eritja.

La enfermedad del dengue no es grave en términos generales. «En gran parte de los casos es asintomático y cuando se manifiesta lo hace cursando dolor en las articulaciones o fiebre. Sin embargo, puede ser más grave, es lo que se conoce como dengue hemorrágico, en un segundo contagio o en poblaciones de riesgo como niños o ancianos en lugares con gran densidad de población de mosquitos», dice Rodríguez.

El tigre no es el único vector capaz de transmitir la enfermedad. El mosquito de la fiebre amarilla también puede hacerlo, aunque, de momento, su presencia en España se ha limitado a un foco el año pasado en Fuerteventura (Canarias); foco que ya ha sido erradicado. «Este sí representa un riesgo sanitario superior porque es mejor vector que el tigre y es más agresivo. Además, al mosquito tigre le cuesta transmitir la enfermedad porque necesita más temperatura. El de la fiebre amarilla transmite además chikunguya y zika. Estas tres enfermedades no son alarmantes en principio; los síntomas son como los de una gripe, quizá un poco más fuerte. Sin embargo, el zika se puede transmitir vía sexual (de hecho los dos casos que se han dado en España se transmitieron por esta vía) entre personas y pasa de madres a hijos, pudiendo causar malformaciones en los fetos. Las otras dos necesitan obligatoriamente un mosquito como vector de contagio. Este año sí estamos detectando más casos de dengue en las consultas, también porque ahora es cuando están volviendo muchos viajeros; el año pasado el protagonista fue el zika», continúa Rodríguez. Sin embargo, las alarmas no acaban ahí: «Todas las administraciones son conscientes del riesgo de reintroducción del mosquito de la fiebre amarilla, puesto que se encuentra establecido en Madeira y se detectó en Canarias el año pasado, si bien se erradicó. La presencia del Aedes japonicus, nueva especie invasora que Mosquito Alert ha detectado en Asturias muy recientemente, no añade un riesgo significativo para dengue, aunque sí que es un buen transmisor del virus del Nilo Occidental. Sin embargo, este virus ya utiliza muy eficazmente el mosquito común, por lo que no es un riesgo nuevo», afirma Eritja.

El peligro de nuevos contagios parece poco probable, con el frío no hay mosquitos adultos, por lo que «la aparición seguirá siendo esporádica, pero nos da un toque de atención», dice Rodríguez. A la globalización se suma el clima: «Unas lluvias abundantes como las de este año inundan más puestos durante más tiempo; y el calor permite a los mosquitos reproducirse más rápidamente», advierte Eritja.

Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) el cambio climático, las modificaciones del medio ambiente, los cambios demográficos o el aumento del movimiento de personas, animales y mercancías son considerados factores determinantes en la propagación de enfermedades infecciosas; el 28% de ellas se propagan a través de vectores como garrapatas y mosquitos. La malaria estuvo erradicada y ha vuelto a emerger en Europa debido a la reaparición del mosquito Anopheles. También han vuelto los piojos y las chinches. Los expertos consultados consideran que en el caso de algunas de estas especies molestas la reaparición se debe en parte a la prohibición de potentes insecticidas como el DDT que se prohibieron por los daños medioambientales y a la salud de las personas que causaban.

Lo esperable es que estemos cada vez más expuestos a plagas debido a la tropicalización del clima, es decir, al cambio climático. Más lluvias y temperaturas más altas componen el caldo de cultivo ideal para la proliferación de mosquitos. El control de plagas también se complica para no causar efectos indeseados en el entorno. Se usan tratamientos más localizados, tecnologías más inocuas como el calor o el frío intenso aplicados a las cepas; todo para minimizar riesgos para el resto de especies, cada una de las cuales cumple una función en el entorno. La pregunta entonces es cómo combinar todo esto y dónde debe fijarse nuestro umbral de tolerancia respecto a estas especies.