Salud
La parálisis facial que hay detrás de la varicela
El 80 por ciento de la población conoce bien en qué consiste el virus de la varicela zóster porque, seguramente, ha padecido la enfermedad que lleva su nombre en algún momento de su vida.
Sin embargo, prácticamente nadie de quienes están leyendo estas líneas pensaría que ese mismo virus es capaz de reactivarse y paralizar su cara y que a ello los expertos lo denominan síndrome de Ramsay Hunt. Su prevalencia aproximada es de entre un siete y un 15 por ciento del conjunto de todas las parálisis faciales periféricas y, además, representa la segunda causa más frecuente de las mismas de origen no traumático.
Pocos son los casos descritos en la literatura médica, pero de ellos destaca el recogido en un estudio titulado «Síndrome de Ramsay Hunt en la infancia. A propósito de una observación» elaborado por el Departamento de Pediatría y Servicio de Otorrinolaringología el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa y la Universidad de Zaragoza. En dicho texto, mostraron el caso de una paciente de 13 años «que padeció varicela a los 3 años». La pequeña presentaba «parálisis facial izquierda de cinco días de evolución, precedida de otalgia y parestesias (cosquilleo) en hemifacies del mismo lado, así como prurito en pabellón auricular. La exploración mostraba parálisis facial y lesiones vesiculosas en la concha del pabellón auricular del mismo lado».
Hay que señalar que más del 50 por ciento de los pacientes afectados por este problema tiene, al igual que esta paciente, antecedentes de haber padecido anteriormente varicela.
Tras esta primera infección el virus queda en los ganglios sensitivos, el germen permanece latente y, con el tiempo, en función del estado del sistema inmune del individuo (la mayor gravedad se produce en pacientes inmunodeprimidos), infecta el nervio facial cercano al oído interno y aparecen los primeros síntomas.
Señales
Entre los signos generales, se trata fundamentalmente de cefaleas, astenia y fiebre,que pueden durar varios días.
Por otro lado, desde el punto de vista sensitivo, los investigadores del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa y la Universidad de Zaragoza observaron «otalgia, presente en el 97 por ciento de los casos, a veces muy intensa, que dura de dos a cuatro días. Estas se suelen localizar en el área que comprende la concha, el conducto auditivo externo, la cara externa del tímpano y las zonas próximas del trago y antitrago. A veces, también se pueden localizar en el cuello, cara, lengua y mucosa periamigdalar, con alteraciones tanto del gusto como de la sensibilidad», concluyeron los investigadores.
Remedios
En otro estudio llevado a cabo por investigadores del servicio de otorrinolaringología del Hospital Campo Arañuelo y del Complejo Hospitalario Badajoz, titulado «Síndrome de Ramsay Hunt. Casuística en pacientes ingresados y revisión de la literatura», analizaron durante 15 años a 20 pacientes afectados y pudieron observar «alteraciones severas de la función del nervio facial en el 85 por ciento de los pacientes y sólo 3 de ellos experimentaron una recuperación completa de su parálisis tras un año de seguimiento». En cuanto al tratamiento se basa, según los expertos, «en el empleo de antivirales (aciclovir) y prednisona durante unos 15 días, pues mejora el pronóstico de la parálisis, sin olvidar los cuidados oculares para evitar la sequedad y posible queratitis y ulceraciones, mediante lentes oscuras, lágrimas artificiales y pomadas oftálmicas». Los corticoides y analgésicos son también opciones de tratamiento en función de los sígnos que presenta el paciente, y el uso de esteroides, aunque es más controvertido, en general hay quienes lo recomiendan por su efecto antiinflamatorio.
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