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Neuroblastoma, un cáncer infantil desconocido que afecta a 100 niños cada año

El neuroblastoma es el segundo tipo de tumor sólido más frecuente en niños y supone el 10% del cáncer infantil

Julen (3) ha sido diagnosticado de neuroblastoma. (Foto: Fundación Neuroblastoma)
Julen (3) ha sido diagnosticado de neuroblastoma. (Foto: Fundación Neuroblastoma)larazon

Este cáncer infantil es difícil de detectar de manera temprana, por ello en muchos casos solo se diagnostica cuando ya está diseminada y ya ha provocado metástasis.

El 15 de febrero, Día Mundial contra el Cáncer Infantil, ofrece cifras optimistas: casi el 80% de los niños diagnosticados de cáncer se curan. Pero es importante profundizar en los números para descubrir que, a pesar de los grandes avances realizados en investigación, tratamiento y diagnóstico en los últimos años, aún queda mucho trabajo por hacer y la base de este trabajo no es otra que la investigación.

El neuroblastoma es un cáncer pediátrico del sistema nervioso, en concreto de la parte que controla lo que hacemos involuntariamente, como respirar o hacer la digestión. Se desconocen sus causas pero sabemos que la enfermedad está presente desde el nacimiento y la provocan células que no se han desarrollado correctamente en la fase embrionaria.

La mayoría de los niños son diagnosticados antes de los cuatro años. Aún así, la enfermedad es difícil de detectar de manera temprana, por ello en muchos casos solo se diagnostica cuando ya está diseminada y ya ha provocado metástasis. Se suele manifestar en forma de tumor en la glándula suprarrenal, aunque puede aparecer en otras zonas.

La tasa de mortalidad en el neuroblastoma a día de hoy sigue siendo desoladora: un 40% de los niños con neuroblastoma de alto riesgo no sobrevive. En estos casos, las recaídas son frecuentes y la enfermedad se vuelve incurable. La edad, el estadio del tumor y la presencia de ciertas

mutaciones genéticas son factores pronósticos determinantes y definen el tratamiento que recibirá cada paciente.

Los tratamientos del neuroblastoma son intensivos, muy agresivos y de larga duración, y conllevan un gran número de efectos secundarios. El tratamiento recogido en el protocolo actual incluye quimioterapia, cirugía, auto trasplante de médula ósea, radioterapia e inmunoterapia. Existen otros tratamientos más innovadores que empiezan a dar buenos resultados en algunos casos, pero las cifras hablan por sí solas y demuestran la necesidad de invertir más recursos en investigación para poder aumentar la esperanza de vida de los niños que sufren esta enfermedad.

El diagnóstico de un cáncer en un niño es una noticia demoledora para cualquier familia, que ve cómo su mundo se para y tiene que aprender a vivir en una situación de miedo e incertidumbre constantes durante mucho tiempo. Los equipos médicos y los investigadores, además de los voluntarios, son los responsables del incansable trabajo que se lleva a cabo para apoyar a estas familias, pero son necesarios más recursos para seguir avanzando.

La Fundación Neuroblastoma nació en 2016 con el objetivo de ayudar a las familias de niños enfermos de neuroblastoma y recaudar fondos para apoyar la investigación y encontrar una cura para esta enfermedad. Actualmente colabora con cuatro proyectos de investigación en nuestro país y es un referente a nivel nacional para cualquier persona que necesite información sobre la enfermedad, tratamientos, apoyo a las

familias, etc.