Protocolos de salud laboral adaptados a las nuevas profesiones

Profesionales sanitarios insisten en la importancia de llevar un seguimiento y vigilancia de las repercusiones laborales

La Organización Mundial de la Salud (OMS) cataloga la salud como un derecho fundamental. Así mismo se recoge en nuestra Constitución de 1978 en el artículo 43. Teniendo en cuenta que, a día de hoy, una gran parte del tiempo se invierte en el ámbito laboral, es lógico pensar que deba extenderse y conciliar con el mismo. Desde Quirónprevención quieren subrayar la importancia de este hecho y manifiestan que el objetivo es alcanzar un entorno laboral saludable donde los trabajadores y los empresarios colaboren a favor de la seguridad. En este punto es donde aparece la figura de la Medicina del Trabajo, la cual está orientada a la vigilancia de la salud en relación a los riesgos a los que puedan enfrentarse las personas a la hora de desempeñar su labor. Se pretende, a través de exámenes médicos, detectar posibles problemas de forma precoz, aplicar las medidas preventivas oportunas y comprobar la eficacia del sistema de prevención de la empresa. Todos los reconocimientos se dirigen, por tanto, a preservar la salud del trabajador, siendo privados y dirigiéndose al usuario sólo como conclusión para que se solventen las situaciones peligrosas para el trabajador.

La eficacia con la que se gestiona esta protección de la salud es proporcional a la implicación de la propia empresa. Generalmente, si existe una preocupación en los protocolos sobre la prevención de riesgos labores y se informa sobre la posibilidad de asistir a reconocimientos médicos, los trabajadores participan más y los resultados son más favorables para todos los intervinientes. En Quirónprevención consideran que es imperativa una mayor participación de todos los actores relacionados con la empresa, ya sean los médicos y enfermeros del trabajo, los empresarios, los representantes, los técnicos de prevención, etc. Sólo por medio de una interacción y complementariedad multidisciplinar se puede lograr una vigilancia de salud íntegra. En cualquier caso, las revisiones se presentan como una elección libre del empleado que sólo será exigible cuando sea imprescindible para evaluar los efectos de las condiciones de trabajo sobre la salud de los trabajadores, es decir, cuando las repercusiones de los factores de riesgo únicamente puedan determinarse por medio de un examen médico. También se consideraría obligatorio si así lo especificase una norma con rango de ley o un reglamento habilitado por una ley, o cuando el estado de salud del trabajador pueda ser un peligro para sí mismo, para el resto de trabajadores o personas relacionadas con la empresa.

Factores de riesgo

Según datos de la OMS, algunos riesgos ocupacionales, tales como traumatismos, ruidos, agentes cancerígenos, partículas transportadas por el aire y riesgos ergonómicos, representan una parte considerable de la carga de morbilidad derivada de enfermedades crónicas y, anualmente, 12,2 millones de personas mueren en edad laboral a causa de enfermedades no trasmisibles. Además, estos factores también pueden acompañar e incentivar el desarrollo de enfermedades ocupacionales, agravar otros problemas de salud ya existentes y generar hábitos perjudiciales para la salud como pudiesen ser el tabaquismo, dietas irregulares y poco saludables y una actividad física insuficiente. La OMS establece que un 37% corresponde a los casos de dorsalgia –dolor de espalda–, un 16% a la pérdida de audición, un 13% a enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, un 11% al asma, un 8% a traumatismos, un 8% a depresión, un 9% cáncer de pulmón y un 9% a leucemia.

Perspectivas de futuro

Las constantes novedades en el mundo laboral exigen una adaptación permanente en lo que a Medicina del Trabajo y prevención de riesgos laborales se refiere. Es necesario aplicar aquellas innovaciones tecnológicas que faciliten la identificación de problemas derivados de la actividad, como la Medicina Predictiva, pero, tal y como aseguran en Quirónprevención, en ocasiones se da la dificultad añadida de tener que trabajar con una regulación en salud laboral desactualizada. Se desarrollan así nuevas incógnitas como qué fórmulas utilizar para afrontar puestos de trabajo no convencionales.