Ginecología
«Ser madre más tarde no tiene beneficios, pero sí riesgos»
10 preguntas al Dr. Manuel Albi, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y Hospital La Luz de Madrid
En medicina materno-fetal la posibilidad de estudiar fragmentos de DNA fetal en sangre materna ha permitido conocer la existencia de anomalías cromosómicas fetales
1-¿Qué novedades han revolucionado la Ginecología?
En medicina materno-fetal la posibilidad de estudiar fragmentos de DNA fetal en sangre materna ha permitido conocer la existencia de anomalías cromosómicas fetales. En cirugía se ha progresado mucho en los abordajes mínimamente invasivos y en la robótica, mientras que en el cáncer ginecológico y en el de mama los progresos en el conocimiento de los perfiles genéticos e inmunohistoquímicos han permitido desarrollar dianas terapéuticas específicas. Y en la medicina de la reproducción las nuevas herramientas han permitido que las técnicas de reproducción asistida (TRA) sean más cómodas, seguras y eficaces.
2-¿Cuáles son los principales retos?
La transformación digital de nuestra asistencia, que ya es presente y que sin duda lo será en el futuro. En medicina maternofetal hay que seguir trabajando en la adecuada selección del riesgo gestacional. Predecir y prevenir la prematuridad evitaría la causa más frecuente de mortalidad neonatal o lo mismo para la preeclampsia, una de las causas principales de mortalidad materna junto con la hemorragia y los problemas tromboembólicos. En reproducción humana, la genética y la inteligencia artificial serán la clave para transferir el mejor embrión en el endometrio más receptivo y lograr un recién nacido sano de una gestación única.
3- ¿Qué problemas se derivan de la edad más elevada de maternidad?
Retrasar la maternidad no tiene ningún beneficio y sí algunos riesgos, empezando por el peligro de aborto, que se incrementa desde un 10-12% a los 20-25 años hasta superar el 90% por encima de 45 años. Además, la edad materna incrementa el riesgo de anomalías cromosómicas, la prematuridad, la diabetes gestacional, la hipertensión asociada al embarazo y que el parto finalice en forma de cesárea.
4- ¿Ha aumentado la prematuridad?
Cada año nacen 28.000 bebés de forma prematura en España, es decir, uno de cada 15. A pesar de los avances en los cuidados antenatales, las cifras se han mantenido invariables en las últimas décadas e incluso han aumentado.
5- ¿Cuáles son las causas del aumento de la prematuridad?
Principalmente el aumento de las técnicas de reproducción asistida, la mayor edad materna de las gestantes y el incremento del número de inducciones del parto antes de las 37 semanas por complicaciones maternas o fetales. Las complicaciones de la propia gestación, como la múltiple, el sangrado más allá del primer trimestre, las alteraciones del volumen del líquido amniótico, la rotura prematura de membranas o las infecciones generalizadas se asocian con prematuridad. Además, las mujeres muy delgadas pero también las obesas, las de origen afroamericano o afrocaribeño, tienen riesgo de prematuridad, así como el consumo de tabaco, los hábitos de vida no saludables y el nivel socio-cultural bajo. Finalmente los avances en el control del bienestar fetal intrauterino, la consideración del feto como un paciente, han podido generar una prematuridad inducida, en los casos en los que el beneficio de extraer un bebé de forma prematura supera el riesgo de dejarlo dentro del vientre de su madre.
6- ¿La mayoría de niños prematuros salen adelante?
La prematuridad es la causa más importante de mortalidad neonatal. No cabe duda de que la mejora del conocimiento y los progresos tecnológicos han aumentado la supervivencia de esos recién nacidos. La prematuridad lleva asociados, en ocasiones, problemas médicos, de desarrollo o de comportamiento, que continúan hasta la niñez o incluso pueden ser permanentes. En general, cuanto más prematuro y menor sea su peso al nacer, mayor será el riesgo de complicaciones a largo plazo, como deficiente desarrollo y maduración pulmonar, retraso en el crecimiento y problemas en el desarrollo neurosensorial.
7- Cada vez se apuesta más por los partos naturales y sin intervención. ¿Hasta qué punto puede ser arriesgado?
El embarazo y el parto son dos hechos fisiológicos que no precisan de intervención, por tanto, lo científicamente correcto es dejar que evolucionen de forma natural. La mujer tiene derecho a vivir y disfrutar de su parto como elija y los profesionales debemos respetarlo. Ahora bien, ella debe tener información suficiente para ser parte activa en la toma de decisiones. Obstetricia proviene del término latín «obstare», que significa «restar a la espera». Eso es lo que debemos hacer lo profesionales: no «hacer» nada, sino esperar, estar allí, velando por la salud y el bienestar. Eso sí, con el conocimiento científico, experiencia y formación para detectar de forma precoz las posibles desviaciones de la normalidad que pudieran surgir y junto con la mujer consensuar las actuaciones a realizar, que con frecuencia son complejas y urgentes.
8- La tasa de cesáreas en España está por encima de la recomendación de la OMS, que es el 15%. ¿Cuál es la recomendación en este sentido?
En España la cifra de cesáreas es algo superior al 25%. Este incremento sería debido a la mayor edad de las madres, la reducción del número de nacimientos y del número de hijos de cada mujer. También las técnicas de reproducción asistida han incrementado el número de embarazos múltiples y han contribuido a aumentar las cesáreas. Finalmente, la llamada «medicina defensiva» o las cesáreas por conveniencia. No soy yo quién para dar recomendaciones, pero considero imprescindible: disponer de protocolos de asistencia; auditar los resultados en términos de adecuación de la indicación de la cesárea a los protocolos, establecer medidas para corregir la falta de adecuación y volver a auditar.
9- ¿Existe alguna iniciativa de ese tipo en QuirónSalud?
Existen tanto iniciativas propias de cada centro como una auditoria y monitorización trimestral de los principales indicadores de asistencia obstétrica que se realiza de forma centralizada para todos los hospitales del grupo. Y en los centro con asistencia pública hay actuaciones encaminadas a conseguir la mejor tasa de cesáreas.
10- El cribado de cáncer de mama ayuda a su diagnóstico. ¿Es necesario algo así con el de cérvix?
Sería deseable un cribado universal, es decir, para todas las mujeres, definiendo los momentos de inicio y de fin del cribado y la periodicidad de la pruebas de cribado. Esta estrategia sería más efectiva a la hora de diagnosticar las lesiones precursoras.
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