Ciencias humanas
Un experimento restaura en ratas la movilidad perdida por el parkinson
Científicos mexicanos demostraron a nivel experimental, con ratas adultas, que se puede restaurar la movilidad de pacientes con mal de Parkinson, la principal enfermedad degenerativa del sistema motriz en todo el mundo. Los experimentos aún no han sido trasladados a humanos, pero son una base científica, constatable y repetible de combate a esta enfermedad.
El estudio mexicano, encabezado por el doctor Jorge Aceves Ruiz, experto en fisiología e investigador emérito de Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), usa células madre para generar un tipo de células nerviosas conocidas como dopaminérgicas y reactivar, de manera ordenada, la producción de dopamina en los cerebros de las ratas con síntomas de parálisis agitante o mal de Parkinson.
El grupo del doctor Aceves Ruiz cuenta con más de 35 años de experiencia en investigación sobre fisiología del cerebro, pero en particular en una región cercana a su base en la que se ubican los ganglios basales. En esa área se encuentran acumulaciones de células nerviosas que fabrican y liberan neurotransmisores como la dopamina. El tratamiento que han diseñado y probado en laboratorio usa células madre que se transforman en productoras de dopamina o dopaminérgicas.
“Nuestro tratamiento nos ha permitido recobrar esas alteraciones motoras, lo cual está asociado con recuperación de las neuronas y de las espinas dendríticas de las neuronas estriatales, que es lo primero que se pierde en la enfermedad de Parkinson”, explicó en entrevista el doctor Aceves Ruiz, quien pertenece al Seminario permanente las ciencias y las tecnologías en México en el Siglo XXI.
“Encontramos que aparentemente el tratamiento por neurogénesis permite que estas neuronas recién formadas sean capaces de reinervar, es decir, a partir de células madre presentes en el propio tejido, se les induce la diferenciación celular hacia el fenotipo dopaninérgico”.
Después ocurren al menos cuatro procesos antes de recuperar la conducta motora: las nuevas células dopaminérgicas mandan sus terminales al estriado; reinervan funcionalmente a las neuronas, inducen la recuperación de espinas dendríticas y recuperan la funcionalidad de la entrada cortical, agregó el fisiólogo egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Estimular la dopamina
Hasta hace 35 años prácticamente no se conocía nada sobre la parte del cerebro llamada Gsnglios basales, que son agrupaciones de células nerviosas en la base del encéfalo en las que se producen diferentes moléculas que ayudan a la transmisión de mensajes entre neuronas.
A raíz de una estancia de estudios en la Universidad de Cambridge, el doctor Aceves Ruiz conoció a su colega argentino Claudio Cuello, con el que comenzó a realizar experimentos para ver si se podía producir dopamina por medio de estímulos eléctricos. Con inquietud inició un camino de investigación que ha generado más de 73 trabajos pioneros en farmaconeurología.
“Ahora ya sabemos que, por ejemplo, los ganglios basales están organizados fundamentalmente en dos vías: una que facilita el movimiento y otra que lo inhibe, bajo la acción de la dopamina”, indica el doctor Aceves.
“Ya sabemos cómo actúa el neurotransmisor, y esto nos ha permitido diseñar experimentos que nos posibilitan recuperar la actividad motora, y además determinamos a través de experimentos que la dopamina puede propiciar como inhibir el movimiento en condiciones normales; el problema es saber en qué momento lo promueve y cuando deja de hacerlo, y para llevarlo a cabo usa diferentes receptores”.
Los experimentos con ratas adultas para devolverles el control de los movimientos continúan, pero además las investigaciones mexicanas han abierto otras sobre la acción de la dopamina y las consecuencias de su ausencia, por ejemplo, sus efectos en el síndrome de hiperactividad motora.
“Somos el único grupo que conoce, a través de nuestro trabajo experimental qué es lo que hacen los receptores D4, cuya activación produce disminución de la actividad motora, porque estaría actuando en este núcleo tan especial que controla la atención y en parte la actividad motora”, explicó Aceves Ruiz.
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