Sucesos

Caos en las pistas de aterrizaje de Ibiza: las maniobras de dos pilotos evitan una tragedia

La decisión, adoptada en cuestión de segundos, evitó un posible incidente con otro avión de la misma aerolínea que, en ese momento, realizaba una aproximación frustrada para aterrizar en la isla

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Un avión durante el despegue, imagen de archivoLa Razón

El aeropuerto de Ibiza vivió el pasado 11 de septiembre un episodio de máxima tensión cuando el comandante de un vuelo de Ryanair con destino a Málaga se vio obligado a abortar la maniobra de despegue en plena pista.

La decisión, adoptada en cuestión de segundos, evitó un posible incidente con otro avión de la misma aerolínea que, en ese momento, realizaba una aproximación frustrada para aterrizar en la isla.

El suceso se produjo en torno a las 16.28 horas, cuando el vuelo FR8147 comenzaba su carrera de salida en dirección Málaga. Apenas instantes después, el piloto frenó de manera brusca y controlada ante la inminente llegada de otra aeronave, el FR8800 procedente de Milán, que sobrevolaba el espacio aéreo de la pista tras haber interrumpido su intento de aterrizaje.

Testigos a bordo relataron que la frenada sorprendió a los pasajeros, algunos de los cuales grabaron vídeos en los que se aprecia la sombra de la otra aeronave pasando sobre el fuselaje.

Tensión y nervios entra la tripulación

Aunque todo quedó en un susto, la tensión fue evidente. Para muchos pasajeros se trató de un momento de nerviosismo, ya que la frenada en seco se percibió como un movimiento inusual y brusco. Sin embargo, desde el punto de vista de la seguridad aérea, la reacción del piloto fue la adecuada y evitó riesgos mayores.

La empresa Skyway, encargada de la gestión de los controladores aéreos en el aeropuerto de Ibiza y perteneciente al conglomerado Serveo, confirmó la veracidad de los hechos. No obstante, subrayó que tanto la torre de control como los pilotos actuaron conforme a los protocolos establecidos a nivel internacional.

“La ejecución del controlador fue la correcta y la esperada”, señalaron desde Skyway, recordando que se trata de una situación prevista en la operativa habitual. “Son maniobras que suceden con relativa frecuencia en aeropuertos con alto tráfico y que tienen como único objetivo garantizar la seguridad de las aeronaves y de los pasajeros”.

El día a día en la aviación

Los abortos de despegue y los aterrizajes frustrados forman parte del día a día de la aviación comercial internacional. Aunque para el viajero puedan resultar impactantes, los expertos explican que son procedimientos que se llevan a cabo precisamente para evitar riesgos innecesarios.

Los controladores aéreos monitorizan constantemente las distancias entre aeronaves, y cualquier duda sobre la separación mínima de seguridad obliga a ordenar este tipo de maniobras.

En aeropuertos como el de Ibiza, donde el tráfico aéreo se intensifica durante la temporada alta, estas medidas se convierten en una herramienta fundamental. Con decenas de operaciones por hora, la coordinación entre torres de control y pilotos es clave para mantener los estándares de seguridad.

Ocho millones de viajeros anuales

El aeropuerto de Ibiza cerró el verano con cifras récord de pasajeros. Según datos de Aena, la infraestructura pitiusa superó los ocho millones de viajeros anuales en 2023, una cifra que confirma su papel como uno de los principales destinos turísticos europeos.

Este volumen de tráfico implica una presión constante sobre el sistema de control aéreo, donde la prioridad absoluta es evitar colisiones en pista o en maniobras de aproximación.

Precisamente por este aumento de operaciones, los sindicatos de controladores han advertido en diversas ocasiones de la necesidad de reforzar plantillas en temporada alta, garantizando que se pueda responder a picos de tráfico como los vividos en los meses de julio y agosto.

Sin explicaciones de Ryanair

Por el momento, Ryanair no ha ofrecido explicaciones públicas sobre lo sucedido, pese a tratarse de dos aeronaves de la misma compañía las que se vieron implicadas en la maniobra.

No obstante, fuentes aeronáuticas consultadas subrayan que la ausencia de consecuencias materiales ni personales refleja que el sistema funcionó correctamente y que el protocolo se aplicó con éxito.