Gastronomía
Unos garbanzos bien acompañados
Producto magnifico, el garbanzo. Usando términos de hoy, es un “multitasking”, sirve en multitud de elaboraciones. Hoy le damos chispa con ajos y lo sacamos a bailar con unas gambas, grandes y jugosas.
Pienso esta elaboración como aperitivo/entrante, por lo que verás que las cantidades no son grandes. Como siempre, tú tienes la última palabra. Si lo quieres como plato principal, multiplica x 2, o más, si tenéis mucha hambre....
Me encanta esta combinación de sabores. En este caso, he utilizado unos garbanzos grandes, carnosos, con poca piel y unas gambas rojas fabulosas. El resultado es sensacional.
Personalmente, me encantan los garbanzos en cualquier plato, son súper versátiles. En esta receta, he comprado unos garbanzos cocidos. Hay en el mercado marcas que los elaboran muy bien. Y, como hoy no vamos sobrados de mucho tiempo, aprovecho lo que me ofrece el mercado.
En esta receta, para darle un toque más saludable, no utilizo demasiado aceite. Aunque en la receta tradicional de gambas al ajillo, estas bailan en el aceite, hoy me permito retocarla un poco.
Ingredientes (4 personas)
50 grs. de garbanzos cocidos
25 grs. de gamba roja
2 dientes de ajo grandes
Aceite de oliva
Sal marina
Pimienta recién molida
Elaboración
Lavar y escurrir bien los garbanzos.
Pelar las gambas.
Cortar a lo largo de la parte superior del lomo de la gamba y retirar el intestino.
Pelar los ajos. Laminar finamente cada diente.
Saltear, a fuego muy fuerte, las gambas. 1 minuto. Reservarlas.
Poner, en una sartén, a calentar el aceite de oliva junto con los ajos laminados. Pon el fuego flojo. Que estén los ajos aromatizando el aceite, al menos 7/8 minutos. ¡Cuidado que no se te quemen!
Subir el fuego. Añadir los garbanzos.
Darle unas vueltas durante 2/3 minutos, para que cojan sabor a ajo.
Añadir las gambas reservadas.
Dejar 2 minutos a fuego fuerte.
Sazonar.
Servir y comer bien caliente.
MORDISQUITOS
Es muy importante que retires los intestinos de las gambas. Si no lo haces, cuando las comas puedes notar la arena que a menudo se acumula en ellos, rompiendo la magia del bocado.
Por supuesto, puedes elaborar esta receta con garbanzos más pequeños y con una gamba pelada y congelada. El resultado será bueno aunque no de tanta calidad.
Este es un plato en que no hay mucha elaboración, se basa, en este caso en un buen producto.
Guarda las pieles y cabezas de las gambas para elaborar una salsa de marisco. (otro día te explico lo sencillo que es elaborarla).
Esta, como ves es una variante de las gambas al ajillo de siempre. La cocina no tiene límites. Juega, disfruta, investiga.
Este es un plato que se merece un vino tinto y pan de pueblo para mojar.
No te olvides de divertirte cocinando.
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