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La Economía Plateada: el futuro de la gente con pasado

La Economía Plateada: el futuro de la gente con pasado
La Economía Plateada: el futuro de la gente con pasadolarazon

Vengo escribiendo hace tiempo sobre la llamada economía plateada. Se conoce como economía de plata al conjunto de productos y servicios que las personas van a consumir por el hecho de ser mayores, no existiendo una definición universal de cuándo sucede este fenómeno. De hecho, uno de los pilares de este enfoque de la economía es que los sesenta son los nuevos cuarenta, en cuánto a forma física y hay maduros o seniors que tienen bastante capacidad adquisitiva, salen a comer fuera, viajan, consumen cultura, socializan, etc. Disponen de tiempo y ganas de experimentar en él, quieren vivir y disfrutar. Empiezan una nueva vida, su segunda vida comenzó cuándo se percataron de que sólo tenemos una.

Hay varias clasificaciones de los grupos de edad: +50, +55, +65 y +70. En consecuencia, los potenciales del mercado y las conclusiones son diferentes, aunque hay una tendencia más o menos planetaria a considerar mayores a los mayores de 60 y longevos a los mayores de 75 años. Evidentemente, sus necesidades, no estando alejadas, no son uniformes, ni homogéneas, siendo el principal elemento diferenciador que en la etapa de “longevidad” se suelen requerir cuidados y atenciones, se es más dependiente de otros.

Es sabido que, en el futuro muy próximo, la evolución demográfica exige de las administraciones públicas y empresas privadas orientaciones específicas para la satisfacción de las necesidades sociales e individuales que la nueva sociedad exigirá. Si eres una empresa y quieres vender, dirigirse a este colectivo abre un abanico de posibilidades. Porque con la actual pirámide demográfica casi con seguridad (por supuesto, depende del modelo de negocio y el sector) no habrá clientes suficientes. Como ya expuse en un post anterior, es necesario focalizar en el colectivo de mayores. Siendo esto así, en mi opinión, indudable, los ejes de la actividad económica relativos a la llamada Silver Economy serán:

1. Big data y modelos predictivos.En mi opinión, en el presente y futuro próximo la aplicación de modelos estadísticos permitirá anticiparse a enfermedades, prever necesidades sociales, prever, por tanto, los recursos necesarios a nivel de administraciones públicas y, en base a modelos científicos, anticiparse a enfermedades, dotar de residencias, hospitales geriátricos, asistencia domiciliaria y cualesquiera recursos para mejorar la asistencia a las personas mayores.

2. Sensores e internet de las cosas. A mi juicio, la palabra clave del presente y futuro próximo es sensor. Sensores, ora para detectar silencios sospechosos en el hogar del mayor, ora para, en sentido contrario, detectar ruidos estruendosos que sean indicio de caída o accidente, etc. Sensores por todas partes que detectarán casi todo, menos la soledad...

3. Chatbots. Asistentes de todo tipo que han de servir para sustituir y complementar los actuales modelos de teleasistencia y que han de permitir al mayor relacionarse con administraciones, cuidadores, servicios sociales y sentir protección.

Pero que no cuidarán la soledad, paliando, hablando solos, o a una máquina, la sensación de que “no hablo en todo el día”. A través de sensores y asistentes virtuales ayudarán a vivir mejor.

4. Promoción y gestión inmobiliaria orientada al segmento.En mi opinión, las ciudades deberán destinar espacios para nuevas promociones inmobiliarias orientadas al senior. Viviendas cómodas, habitables, amigables, ergonómicas y dónde puedan aparcar ambulancias y cualesquiera equipos que sean susceptibles de ser requeridos por el anciano en su vida cotidiana. Servicios comunes, entretenimiento y socialización de personas, que duermen solos, pero si quieren, viven en compañía en áreas con amplias zonas comunes, sociales, y servicios varios, desde lavandería hasta curas o fisioterapia. Melrose Place (recordemos aquella serie de los 90 de un vivir comunitario, mas no hippie, dónde hay intimidad si la buscas, y colectividad si la demandas) para mayores, así lo visualizo

Con la soledad como enemigo y otros longevos como compañía, las residencias de ancianos deben dejar de ser el “último parking”. Hay que sustituir esos centros tétricos dónde “se pide pista para el último vuelo” y convertirlos en lugares amigables, si no divertidos, al menos, no “prefunerarios” que a veces parecen, sin querer ofender a ningún directivo o empleado de estos centros que tanto amor ponen en la relación con las personas, no acompañando muchas veces el contexto relacional, terapéutico o prestacional.

5. Cuidados físicos (especialmente a domicilio). Creo que en el futuro muy próximo habrá una revolución de las terapias a domicilio, los fisioterapeutas, los psicólogos, personas que recogen ropa sucia, cocinan para los mayores, le hacen compañía o le ayudan con las curas u otras necesidades médicas. Surgirán empresas “de fiar” con tarifas planas, servicios combinados de todo tipo y que darán mimos a cambio de dinero.

6. Tecnología orientada a la salud está creciendo; la telemedicina y el Big Data serán conceptos que han de explotar (empresas como Apixio ya son gigantes planetarios) y generar enormes movimientos de capitales en el corto y medio plazos para ganar dinero propiciando en los usuarios mayor independencia y felicidad en la madurez y vejez.

7. Socialización y entretenimiento. No podemos olvidar que la soledad es un grave problema en estos últimos años de vida, cuándo no es deseada. Generar relaciones sociales, que faciliten experiencias de compartición y sentirse apoyado y apoyar al prójimo son campos socioculturales en los que, sin duda, también habrá dinero por invertir y ganar.

Y es que las personas con pasado, y los mercados que generan e integran, tienen gran porvenir.