El PSOE persiste en el error

Las cifras de paro registrado y afiliación a la Seguridad Social del pasado mes de noviembre contienen un dato realmente histórico que invita al recuerdo y a la reflexión para evitar que se reproduzcan los errores del pasado. Ese dato es que la Comunidad de Madrid ha recuperado todo el empleo que se perdió a raíz de la crisis económica.

En el año 2007 se empezaron a detectar los primeros síntomas de una gran crisis a nivel mundial que afectó a muchísimos países durante los años siguientes. Esta crisis no incidió en todos por igual. España fue unos de los países que padeció con mayor intensidad sus efectos negativos. Esto fue así porque en nuestro país había entonces un Gobierno del PSOE que, en un primero momento, no tomó medidas para paliar los efectos de la crisis. Luego, cuando actuó, ante el clamor que su inactividad causaba a nivel nacional e internacional, impulsó medidas contraproducentes.

No sólo hubo inacción y torpeza, el Gobierno Socialista negó la crisis por interés electoral -había elecciones en el año 2008- y acusó de antipatriotas a los que la anunciaban y demandaban actuaciones contra ella. Con este inmoral comportamiento se perdió un tiempo precioso para corregir una deriva que se encaminaba al desastre.

Por todo esto -completa ausencia de ética y torpeza en la gestión-, podemos decir, sin riesgo a equivocarnos, que nos encontramos ante uno de los peores gobiernos de la Historia de España, porque causó muchísimo daño a millones de españoles en forma de paro, pobreza y desigualdad durante un largo periodo de tiempo.

Luego, cuando un ejecutivo del Partido Popular tuvo que adoptar medidas duras y poco agradables para sacarnos del pozo al que nos había arrojado el Gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero, el PSOE las criticó con extraordinaria severidad. ¿Es posible mayor falta de escrúpulos en la vida política?

Y lo más triste de todo es que el Partido Socialista no ha aprendido de esta lección. La semana pasada votó en el Congreso de los Diputados, junto a Podemos, a favor de reformar la regla de gasto de los ayuntamientos derivada de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria. Esta regla, que se aplica a todas las Administraciones Públicas españolas, pretende que se ahorre en los momentos de bonanza económica para prevenir los periodos de crisis que, desgraciadamente, alguna vez llegarán. ¡Está claro que no han aprendido nada!

El comportamiento del PSOE en la Asamblea de Madrid también pone de manifiesto que no escarmientan de sus errores del pasado, porque su labor parlamentaria se reduce a proponer más gasto público y una mayor estructura del sector público para resolver los más nimios aspectos de la gestión pública.

De la misma manera que debemos aprender de los errores del pasado para no repetirlos en el futuro, sería muy acertado tomar nota de las buenas medidas que se adoptaron para combatir la crisis y que han logrado un mayor éxito.

Hablando de ese éxito, hay que recordar que mientras que en Madrid ya se ha recuperado en noviembre de 2017 todo el empleo perdido en la crisis, en España todavía falta por recuperar un tercio de ese empleo. De la misma manera, Madrid recuperó el PIB previo a la crisis, junto a Islas Baleares, con mucha antelación al resto de nuestro país. Igualmente, la riqueza per cápita de Madrid -la más elevada- se distancia de las demás regiones en estos años de recuperación económica.

Ante estos buenos resultados, parece inteligente que el resto de Administraciones Públicas estudien e imiten las medidas que adoptó Madrid para fomentar el crecimiento económico y el empleo en los años de la crisis. Aquí se llevaron a cabo muchas actuaciones, pero, desde luego, hay una que es sustancialmente diferente a las adoptadas por el resto de Comunidades Autónomas: Madrid no subió impuesto alguno durante la crisis e, incluso, los bajó con decisión con leyes dictadas en los años 2013 y 2014.

Esta medida, valiente y totalmente acertada como ha demostrado el paso del tiempo, recibió numerosas críticas y, desgraciadamente, no partieron sólo de la izquierda. Sería bueno que ahora, y a la vista de que Madrid tiene una recuperación económica más rápida y que es el motor económico de España, esas voces críticas aprendieran la lección y apoyen con decisión la política de éxito de bajada de impuestos de la Comunidad de Madrid, olvidando cualquier tentación de ponerle límites en favor de la mediocridad.