
Ocio nocturno
Denuncian un ataque tránsfobo en una discoteca de Canarias
Giovanna Hernández relata su expulsión del club nocturno y la negativa de la Policía Nacional ha tramitar su denuncia

Giovanna Hernández ha denunciado públicamente en TikTok (@giohdddiaz1) lo que considera un ataque tránsfobo ocurrido en Santa Cruz de Tenerife. Según su relato, el incidente comenzó cuando salió de fiesta con una amiga y se dirigió a uno de los clubes nocturnos más populares de la capital tinerfeña.
Mientras aguardaba en la fila de acceso al local, uno de los porteros hizo un comentario que ella no llegó a escuchar con claridad. Poco después, otro miembro de seguridad le informó que su compañero "le tenía manía", aunque en ese momento no le prestó mayor atención.
A lo largo de la noche, Giovanna salió en varias ocasiones a fumar. En una de esas salidas, un portero le preguntó si pensaba estar entrando y saliendo todo el tiempo, a lo que ella contestó que lo haría "las veces que hiciera falta". Sin embargo, al intentar volver a entrar poco después, el mismo miembro de seguridad le negó el acceso sin ofrecer una explicación, limitándose a responder simplemente "porque no". Insistió en conocer la razón, pero la contestación fue la misma. Decidió entonces llamar a su amiga para contarle lo que ocurría. Al salir, su compañera también le preguntó al portero por qué no la dejaban entrar, pero tampoco recibió una explicación concreta.
En ese momento, Giovanna, visiblemente frustrada, reaccionó golpeando con fuerza la puerta de la discoteca, lo que ocasionó la rotura de un cristal y le causó heridas en la mano. Poco después, llegaron dos patrullas de la Policía Local. Los agentes interrogaron a las dos amigas por separado y también hablaron con el personal de seguridad del local. El portero, por su parte, se mantuvo firme en su versión y no ofreció ninguna explicación sobre los motivos de la expulsión, limitándose a reiterar que no podía entrar "porque no".
Uno de los agentes le recomendó a Giovanna acudir a urgencias para tratar las heridas y le sugirió que presentara una denuncia, ya que, según su criterio, “tenía todas las papeletas de ser un ataque tránsfobo”.
En el hospital, el personal sanitario le reiteró la misma recomendación y se activó un parte de lesiones a través del sistema, registrando el incidente como una posible agresión discriminatoria. Sin embargo, Giovanna decidió no presentar la denuncia en ese momento, ya que, como ha explicado, no confiaba en que le tomaran en serio y sentía vergüenza por lo ocurrido.
Semanas después, al regresar al Ático del NH, un portero la apartó de la cola y le informó que no podía entrar. Al preguntar la razón, la respuesta que recibió fue: "Tú sabes muy bien las razones". Al insistir en obtener una explicación, el trabajador alegó que había personal de Sabbath en el local. Giovanna trató de aclarar que el incidente había tenido lugar en otro establecimiento y que nunca había tenido problemas en el Ático, pero el portero se mantuvo firme en su decisión, sin ofrecer más justificaciones.
Tras este segundo episodio, decidió acudir a la Policía Nacional para interponer una denuncia con su parte de lesiones. Sin embargo, los agentes le indicaron que las discotecas tienen derecho de admisión, negándose a tramitar la denuncia y sugiriéndole presentar una hoja de reclamaciones en el local.
Giovanna ha querido dejar claro que no justifica su reacción al romper el cristal, pero insiste en que fue víctima de discriminación. Su testimonio ha generado un gran debate en redes sociales sobre los derechos del colectivo trans y la protección frente a actos de transfobia.
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