Expresión

La palabra más usada en Canarias no nació allí, y su origen te va a sorprender

Dentro de la España peninsular se documenta su presencia en la Bahía de Cádiz

Avión
La palabra más usada en Canarias no nació allí, y su origen te va a sorprenderHola Islas Canarias

Quien vive en las Islas escucha cada día la misma escena. “Corre que se te escapa la guagua o voy coger la guagua” funciona como un anuncio, pero también como seña de identidad en el Archipiélago. La fórmula no nació en este territorio en medio del Atlántico, sino que llegó desde América y se asentó con rapidez en la conversación diaria hasta convertirse en término común para el autobús urbano e interurbano.

Las fuentes lingüísticas sitúan el punto de partida en Cuba. La explicación más aceptada conecta “guagua” con el inglés “wagon” o “waggon”, aplicado en origen a vagones y, por extensión, a vehículos destinados al transporte colectivo. El rastro documental incluye el registro del lexicógrafo cubano Esteban Pichardo en el siglo XIX y la validación de la etimología por parte de Joan Corominas en su obra crítica. A partir de ahí la voz saltó de una orilla a otra y terminó integrada en el habla de las Islas.

El paso de “wagon” a “guagua” se entiende mejor si se observa la cadena fonética. La repetición silábica refuerza la sonoridad y facilita la pronunciación en un entorno hispano. La adaptación desplaza el acento, duplica la secuencia “gua” y crea un resultado cómodo para el oído. Ese patrón aparece con frecuencia en préstamos que se naturalizan en el español del Caribe y explica la estabilidad del uso en la calle.

Circula, además, una pista sociocultural que ayuda a comprender su arraigo. En ámbitos caribeños se empleaba la locución “de guagua” con valor de gratuidad. El vínculo con servicios subvencionados o con trayectos sin coste pudo asociar el término al transporte urbano. Miles de canarios emigraron a Cuba y a Puerto Rico. Muchos regresaron con voces, giros y hábitos. La palabra subió a ese barco de ida y vuelta y se instaló en el habla canaria con naturalidad.

Existe también una hipótesis empresarial, y es que a comienzos del siglo XX una compañía estadounidense llamada Wa & Wa Co. Inc. exportó autobuses a la región. El nombre figuraba en los laterales de los vehículos. El público comenzó a identificar ese medio con la marca y lo citó como “wa-wa”. La evolución gráfica y fonética hasta “guagua” encaja con procesos de castellanización habituales en el contacto entre inglés y español. No hay consenso absoluto sobre el peso de cada explicación, aunque ambas vías describen caminos plausibles que se refuerzan entre sí.

Canarias la mantiene viva en la administración del transporte, en la cartelería y en el habla cotidiana. Puerto Rico y República Dominicana la conservan con idéntico valor semántico. Guinea Ecuatorial la recoge en registros coloquiales. Dentro de España peninsular se documenta su presencia en Puerto Real, en la Bahía de Cádiz, donde parte de la población la emplea de forma costumbrista. Ese mapa revela la huella de las migraciones, lazos comerciales y préstamos que forjan un mismo caudal lingüístico.

El caso canario se explica por la historia compartida con América. Las rutas de ida y regreso, los lazos familiares y la circulación de trabajadores construyeron un puente sólido entre ambos continents. Por ese enlace se movieron productos, canciones, giros y neologismos. La “guagua” forma parte de ese paquete. Lo demuestra su arraigo en la señalética, en horarios municipales y en la comunicación de empresas públicas.

Las fuentes académicas subrayan otro rasgo. La onomatopeya desempeña un papel en la memoria del hablante. Duplicar sílabas simplifica la retención y favorece la transmisión intergeneracional. Ese efecto mnemotécnico explicaría por qué “guagua” supera a otras alternativas y permanece incluso en ámbitos formales. Manuales de estilo de medios canarios la aceptan sin marcas de coloquialismo cuando el contexto se circunscribe al territorio. La administración autonómica y los cabildos la reproducen en campañas informativas, licitaciones o rutas integradas.