Curiosidades

Las cinco expresiones que solo sabe un cántabro de la tierruca, ¿las usas?

Apúntatelas bien si quieres librar dignamente las celebraciones de Navidad sin discutir con el cuñado

Estatua de Los Raqueros.
Estatua de Los Raqueros. Hostelería de Santander.

Cada región tiene sus expresiones propias y más allá de que tenga lengua cooficial o no, en cada sitio el lenguaje adopta sus propias reglas. En Cantabria hay expresiones que son símbolo de que eres de la tierruca y por eso aquí van la cinco más conocidas, en el caso de saberlas estará claro que eres un cántabro de pura cepa, pero si las desconoces o no te has enterado bien o tienes que repasarlas, porque es muy probable que cuando vuelvas a cenar o a comer esta Navidad puedan salir en la mesa y seguro que quieres enterarte.

Estas son las cinco expresiones que todo cántabro conoce, sabe y usa.

Ser más parado que el caballo de Recalde. Recalde era un guarnicionero de Torrelavega que tenía un caballo disecado en su tienda, es decir, un caballo que no se movía. Si te dicen esta expresión ten cuidado porque no implica nada bueno, aunque también es cierto que puede ser que te lo digan en tono de guasa y más durante estas fiestas. Si quieres evitarlo, ándate ligero, que el caballo de Recalde ni si movió hasta ahora ni piensa hacerlo.

Ser un garabito. Si un cántabro te dice que eres un garabito es que le importas un carajo. Es algo así como decir que eres una persona prescindible o que no influyes para nada en la vida del otro. También puedes tomártelo como que te falta gracia o sustancias, seguro que si te tomas una anchoas de Santoña, un orujo de Potes y una corbata de Unquera, los cántabros cambian su percepción sobre ti.

Ser más lelo que Pichucas el del Muelle. ¡ Pobre Pichucas! que vivió toda su vida pidiendo limosnas en el muelle de Santander. Era famoso, porque le daban limosnas y comida desde los barco, algo parecido a los raqueros, que también es una palabra muy cántabra y que daba nombre a los chavalucos que se lanzaban al mar en Santander en busca de las monedas que les lanzaban desde los barcos. Pichucas era un hombre carismático de la ciudad, pero se daba por hecho que no era una persona lista y que solía estar medio atontado, eso cuenta la historia popular. De ahí que si te comparan con Pichucas el del Muelle tengas motivos para enfadarte.

Vete a cascarla Ampuero. ¡Qué culpa tendrá el precioso pueblo de Ampuero de este dicho popular!, pues ninguna. De hecho se cree que el nombrar a Ampuero no es por la localidad cántabra sino por una familia vasca que se apellida de esta forma. De todas formas cuando alguien te dice esta expresión se refiere a que dejes de insistir con el tema, que no sigas por ese camino, o como también te puede decir in cántabro "deja de dar la trisca".

Vas de "kie", pero te la vas a dar. Traducido al castellano normativo es "vas de listo, pero te la vas a dar". Más que de listo, de listillo, una calificativo para el que los cántabros usan su propia palabra "kie".

Apúntate bien estas expresiones si quieres librar con dignidad las fiestas navideñas, no discutir con el cuñado y estar al loro de todo lo que se habla en la tierruca. ¿Las conocías?