Salamanca
Isabel Muñoz, la médico por la que todo el mundo pedía la vez
La primera profesional sanitaria fallecida por coronavirus en Castilla y León contaba con el cariño tanto de sus vecinos de Salamanca y Villaflor como de todos sus pacientes en La Fuente de San Esteban
En la noche de este miércoles 25 de marzo, los aplausos de los vecinos de tres localidades tan diversas como Villaflor, La Fuente de San Esteban y Salamanca capital se oyeron más fuerte y estuvieron más unidos que nunca porque en su sonido reverberaba el recuerdo y el homenaje a “una gran profesional y una persona muy cariñosa”, que es como todos los que la conocieron recuerdan a Isabel Muñoz (El Espinar, 1960), la primera profesional sanitaria de Castilla y León fallecida como consecuencia del coronavirus COVID-19.
Y es que, aunque nacida en la provincia de Segovia, Muñoz pasó toda su infancia en la localidad abulense de Villaflor, donde acudía regularmente para visitar a su familia y donde se guarda un gran recuerdo y consideración de la hija del agente de la Guardia Civil y hermana del presidente de UCCL Ávila, que ayer recibió la llamada de multitud de personas del sector agrario para lamentar el fallecimiento de una mujer apegada como pocas a la tierra castellana.
No obstante, y aunque se trasladó bien joven a la ciudad de Salamanca para completar sus estudios de Medicina, Isabel Muñoz siempre ejerció en el mundo rural. Las localidades salmantinas de Fuenteguinaldo, Cantalapiedra, Topas, Guijuelo y, por último, La Fuente de San Esteban, guardan un gran cariño por la médico por la que “todo el mundo pedía la vez y esperaban a que estuviese ella para ser atendidos”, como relata el alcalde de La Fuente de San Esteban, Manuel Rufino García.
“Muy recta y a la vez muy servicial, cariñosa y profesional en su trabajo”, según la define su marido, Isabel Muñoz hizo mella en los corazones de los habitantes de los pueblos por los que pasó, hasta el punto que los homenajes a los sanitarios que se dedican cada tarde desde el inicio del Estado de Alarma por el coronavirus, ayer fueron dirigidos a la memoria de esta médico que “ayudaba a cualquier vecino, sobre todo a la gente mayor”.
Así lo atestiguan también todos los vecinos del bloque de viviendas del barrio del Oeste donde Isabel Muñoz residía junto a su marido, y donde era frecuente verla, justo al llegar de su jornada laboral en el centro de salud, aparcando el coche en su garaje y tardar, en los escasos diez metros que separaban esa puerta de la del portal del edificio, diez y veinte minutos por pararse a charlar con los vecinos, para quienes siempre fue un apoyo y que la definen como “una gran mujer, muy sociable y cariñosa”.
Y es que Isabel Muñoz se fue el pasado martes como una persona querida y respetada por vecinos, compañeros, pacientes y familiares, que se unieron con sus aplausos e iluminando con sus linternas el cielo para despedir y homenajear a la primera héroe sanitaria que fallece por coronavirus en Castilla y León.
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