Sucesos

Cuatro detenidos en Burgos por tráfico de mujeres para su explotación sexual

Captaban a las víctimas en Colombia para obligarlas a ejercer la prostitución en la capital y en Miranda de Ebro

La Policía Nacional acaba de detener a cuatro personas por un presunto delito de tráfico de mujeres, en la denominada “Operación VOTA”. El delegado del Gobierno, Javier Izquierdo, junto con el subdelegado en Burgos, Pedro de la Fuente, el comisario Jefe Provincial de la Policía Nacional, Jesús Nogales y la inspectora-jefe, Ana Mélida, daban cuenta de este importante operativo desarticulado en la provincia burgalesa.

Una investigación que daba inicio a mediados de 2019 cuando la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Burgos, detectaba un creciente flujo de mujeres procedentes de Colombia, quienes terminaban ejerciendo el alterne y la prostitución en el “Club Deseos”, ubicado en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro.

Así, el pasado 20 de enero se procedía a la detención de cuatro personas de origen colombiano, tres hombres y una mujer, como presuntos autores de un delito de “trata de seres humanos, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, contra los derechos de los trabajadores, relativos a la prostitución, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal”.

Una investigación que ha acreditado que la red había traficado con al menos doce mujeres. A cinco de ellas, presentes en los locales en el momento de la operación, s les ha proporcionado todos los servicios y recursos de atención y protección especializados disponibles para garantizar su seguridad.

Izquierdo explicaba que la organización captaba a las víctimas en Colombia, su país de origen, aprovechándose de su situación de precariedad económica y con falsos ofrecimientos laborales. Les pagaban el viaje a España, con lo que les generaba una importante deuda económica, obligándolas posteriormente a ejercer la prostitución. Una deuda que se iba incrementando con nuevos recargos y multas, y recibiendo amenazas directas sobre sus personas o sobre sus familiares que habían dejado en su país.

La organización, con motivo de la pandemia, había cerrado el local y recolocado a las mujeres en distintos pisos de Burgos y Miranda de Ebro, donde eran vigiladas constantemente con cámaras de televisión por sus explotadores.

Javier Izquierdo ha señalado que son “más de 1.000 mujeres las que han sido atendidas por entidades específicas de trata como las Hermanas Oblatas, Apramp, Adoratrices, Aclad, Aceem y Cáritas Astorga”.